[51] Todo tiene un final

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Ok, será una narración diferente, en resumen: desde la perspectiva de Nozomi desde antes, mucho más antes.

Se lo dedico a las personitas que leyeron está historia desde el comienzo y hasta ahora la siguen apoyando (no hace falta que las nombre, ellas ya lo saben)  <3

Sin nada más que decír, aquí tai :D

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Lo sabía, sabía que tenía, más bien, a quien pronto tendría. Sabía a través de los síntomas lo que significa, los mareos, su humor, su cansancio en los entrenamientos.

Al principio no lo había notado, hasta que lloro de manera exagerada cuando había llevado a Zeldris a reunirse con Gelda cómo casi siempre.

¿Segura que estás bien Nozomi? – le había preguntado el peli negro mientras le alcanzaba otro pañuelo – hace días te noto extraña

¿Que tanto me miras? ¿Eres un acosador? – le respondió en respuesta mientras aceptaba el pañuelo.

Un color rojo apareció en las mejillas del único hombre presente al escuchar la risa de su pareja.

Zeldris tiene razón Nozomi, yo también te he sentido diferente – hablo Gelda mirando a la nombrada.

¿En qué sentido? – la miro mientras ignoraba el insulto del más bajo.

no sé cómo describirlo, pero es como si un poder creciera en ti, aunque se siente débil

Nozomi soltó un suspiro mientras recordaba aquella charla que había tenido hace unos días. Las palabras de Gelda no habían salido de su cabeza desde entonces, y así fue como en esos días analizo lo que le estaba ocurriendo. Sabía que podría saber en seguida la respuesta gracias a qué es media hechicera, pero le daba miedo saber la respuesta, más bien, confirmar sus sospechas.

¿Qué haría luego de confirmarlo?

Sabía que su vida cambiaría completamente, que los planes que había hecho con su padre con respecto a la guerra que sucedería en cualquier momento se verían afectados.

Meliodas.

¿Qué le diría a Meliodas? Más bien, ¿Le diría a Meliodas? Las cosas con él ya habían terminado hace ya varias semanas, él había conocido a alguien más, no podía hacerle eso.

Soltó un suspiro tratando de alejar esos pensamientos. Primero tenía que confirmarlo. Puso ambas manos temblorosas en su estómago y cerro los ojos mientras utilizaba una de sus habilidades mágicas para poder sentir aquel poder mágico que estaba creciendo en su vientre.

Luego de unos segundos, abrió sus ojos.

Embarazada, estaba embarazada.

Sintió un pequeño mareo haciendo que caiga sentada. Inhalo aire mientras trataba de aceptar el hecho de que sería mamá. Ella. Mamá. Nunca se lo imagino, es más, nunca paso ese pensamiento por su cabeza.

¿Sería una buena madre? ¿Que pasaría ahora? ¿A quien tendría que decírselo? ¿Se lo diría a alguien? Algo en lo que no tenia dudas era en que el rey demonio ni siquiera algún demonio del clan tenía que enterarse, ¿que le harían a ella si se llegasen a enterar que había roto una de las leyes al estar con el heredero del clan? ¿Que le harían al bebé que se está formando en su vientre?

Un nudo se había hecho en su garganta ante aquel pensamiento. Un bebé del próximo heredero era un gran problema para el rey demonio, ella lo sabía, sabía que el padre de Meliodas lo tomaría como una debilidad para su hijo, aquel bebé significaría que en algún punto, su hijo mayor dejaría de ser ese demonio despiadado y cruel que es ahora. Y el rey no dejaría que eso sucediera. No perdería su mejor pieza por culpa de algo tan insignificante.

Arthur y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora