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-—¿Hola?— intentaste que tu voz no sonara somnolienta.

—Hola preciosa, espero no haberte despertado —

De un salto saliste de tu cama sentandote en la orilla de está, acomodaste el celular de nuevo aguantando un gritito, su voz sonaba más gruesa que de costumbre.

—¿Jing Yuan? — sonreiste — no no, para nada yo estaba— pensaste — saliéndome de bañar.

¿Esa fue tu mejor excusa? Si — Oh genial, pensé qu- ¿Te bañaste?—

Tus mejillas ardían, obviamente bañarse implica estar desnuda, algo que Jing Yuan ya había visto.

— Emmm, si —escuchaste una risita coqueta del otro lado — ¿Acaso tú no te bañas? —ahora fue tu turno de reír

— Oh claro que me baño, de hecho estaba por hacerlo pero preferí llamarte— sonreiste ante su comentario— escucha preciosa, sé que es tarde y me disculpo por ello, pero acabo de terminar con unos archivos pendientes y, en vez de querer ir a dormir — escuchaste un suspiro — quiero verte.

Alejaste unos segundos el celular de tu cara para silenciar un grito de emoción que amenazaba con salir de tus labios, tus pies bailaban de arriba abajo al igual que tus brazos, suspiraste tratando de recuperar tu postura regresando a la llamada — No importa la hora general —

Jing podía jurar que verías su sonrisa a través del teléfono —Muy bien preciosa, ¿Puedo ir por ti?—

¿Qué? Espera, ¿Realmente saldrán casi a las once de la noche? —¿Ahora?—

—Hace menos de dos segundos me dijiste que la hora no importa — contesto — Quiero llevarte a cenar.

—Esta bien Jing, ¿Debo ir formal?— preguntaste nerviosa

— Lo que sea que te pongas se verá perfecto preciosa, ¿Puedes decirme dónde está tu casa?

Con los nervios de punta, le comentaste la dirección a Jing para que pasará por ti así como acordar la hora en la que llegaría.

—Te veo pronto preciosa—

—Te espero con ansias Jing — finalizaste

Corriste a tu armario después de terminar la llamada con el general, no te dió los detalles del lugar a donde irían a cenar pero siendo el general, debería ser un lugar de prestigio.

Recorriste la mirada hacia cada una de tus prendas más lujosas o aptas para una cita, resaltando ante tus ojos un vestido negro... ¿Se vería atrevido? No, pero no veías una mejor opción que aquel bonito vestido.

Sólo un ligero retoque ante tu rostro usaste, no recordabas ir muy maquillada en los dos encuentros previos que habías tenido con él general.

Por otro lado en la misma ciudad, el general decidido a pasar la más tranquila y normal noche de su vida contigo, se despojo de su glamuroso uniforme optando por un conjunto común y casual.

Su cabello largo y sedoso estaba arreglado de la misma manera en la que siempre, así que al estar ya listo, se despidió de su lindo gatito y partió hacia tu hogar.

(Horas antes)

— Estos son los informes del patrullaje y estos son los que se supone el señor Blade teni- ¿General?— Yanqing veía como Jing cabeceaba ligeramente, se estaba quedando dormido.

— Te estoy escuchando Yanqing...— bostezó - sigue informando.

— General, ¿No debería descansar?— recorrió unos papeles que se encontraban en el escritorio del general y se sentó — se ve muy cansado.

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