| OCCHIALI CON STELLE |

| 07 |

- ¡Eso no es un gatito Jing Yuan! - gritaste

Estabas dentro de su habitación, encerrada mientras empujabas con tu cuerpo hacia la puerta evitando que pudiera ser abierta

- ¡Sé que no es un gatito! Es decir, es un felino...- miro a sus pies- uno grande

Después de su salida el viernes, Jing y tu se vieron hasta tres días después debido a su trabajo y el tuyo.

Te emocionaba verlo tan contento al hablar sobre su gatito, lo cuál te hacía imaginarlo mientras se dirigían hacia su hogar, ¿Sería chiquito? Los gatos chiquitos son muy tiernos, aunque de grandes también son especiales.

Tal vez tenga un ojo de un color diferente al otro, existen muchos tipos de gatitos y sinceramente pensar en gatitos mientras ibas de la mano junto a Jing Yuan por la ciudad de día y a su vez obtener las miradas de varias personas sobre ustedes hacia aquel encuentro más especial.

Claro que al llegar a su hogar esperabas un gatito... no un león.

- Preciosa - Jing frotaba su cien intentando calmarse- no va a hacerte daño, si existiera esa posibilidad no te habría traído aquí - miro a su lindo gatito, el cual se encontraba sentado junto a sus pies.

"Buen punto" - pensaste

-Bien, voy a salir pero si me muerde, me llevas al hospital - escuchaste una risita detrás de la puerta

Cuidadosamente abriste la puerta que te separaba y al mismo tiempo protegía de aquel gran león. Miraste hacia Jing quien tenía su mano extendida en tu dirección después de que abrieras la puerta por completo.

Dudosa hasta cierto punto, tomaste su mano para mirar a sus pies, ahí estaba ese lindo gatito.

- Se llama Luna de nieve, no te hará daño si quieres acariciar su pelaje- Jing intentaba alejar el miedo en tus ojos, lo cual funcionaba pero muy lentamente

Asentiste dándole una mirada rápida, regresando tu vista hacia aquel majestuoso animal.
Con cuidado, acercaste tu mano hacia su nariz para que pudiera olerte, acto seguido este pego su cabeza hacia tu mano provocando que un gritito saliera de tu boca, haciendo reír a Jing

-¿Ves? Le agradas-

- Espero y estés contento con esto general- una sonrisa para nada amable se formaba en los labios de Fu Xian

Jing Yuan veía con terror la enorme montaña de papeles, documentos y permisos de patrullaje que se encontraba en su mesa - ¿Esto es de él día que no estuve? No te creo.

Fu Xian soltó una risita levantando los hombros, restando importancia al asunto - Si, porque su deber es trabajar general, no estar jugando al novio con una chica que no durará más de un mes.

Jing levanto la ceja, recargo su brazo izquierdo sobre la mesa y la miró a los ojos - Así que tú eres la de la frasesita - suspiro - Bien, resolveré esto Fu Xian, ya puedes retirarte -