| OCCHIALI CON STELLE |

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Las horas pasaban y el general no regresaba, tus pies comenzaban a doler debido a estar caminando en círculos tratando de encontrarlo a él o a Yanqing, pero ninguno daba señales de vida.

Frustrada y cansada, notaste unos pequeños escalones frente a una casa, caminaste hacía ellos y te sentaste en ellos, tus manos sostenían tu cabeza mientras se recargaban en tus rodillas.

El sol comenzaba a ocultarse y las estrellas estaban por aparecer junto a la luna, en ese momento te preguntaste si Jing Yuan te había olvidado.

Yanqing notó como el general miraba su celular con algo de molestia, de apretarlo más fuerte está seguro que lo rompería - General, ¿Todo está bien? - preguntó.

Jing Yuan suspiro, sin embargo no despegaba su mirada de aquella pantalla con luz artificial, la cuál le mostraba un mensaje de un número no registrado pero, que fue importante hace algunos años...

|"Muy linda chica, ahora entiendo porqué olvidaste la escolta. Descuida, Fu Xuan aclaró que será la última que recibiré a partir de ahora. Supongo que será para ella también, ¿No?:) | 7:48 p.m.

- Si Yanqing - se giró hacia el menor, en un intento de calmarlo revolvió el cabello dorado de Yanqing haciéndolo reír - Ya puedes irte a descansar.

Yanqing dejo de reír para mirarlo preocupado - Pero no me despedí de la señorita T/n... ¿Y si se molesta conmigo? -

- Con quién menos estaría molesta es contigo Yanqing - sonrió - pero se hace tarde y el festival aún no termina, anda ve.

Yanqing asintió, se despidió del general y comenzó su trayectoria en una dirección diferente a la suya.

El general pasó una mano por su rostro en señal de frustración y camino hacia el gran festival que parecía ser más ruidoso que de costumbre.

Se sentía fatal, creía que Kafka había hablado con T/n acerca de él y los errores que él cometió en la relación, adjuntando que la dejo sola por más de dos horas. Ahora no sabía si regresar a buscarla o mejor irse a su hogar.

Estabas convencida, te había dejado olvidada.
La luna ahora era quien iluminaba tu lugar a pesar de las luces artificiales que se encontraban en los puestos frente a ti, te levantaste y abrazaste tu cuerpo con tus manos cubriendote del poco viento que hacía esa noche.