capitulo 4.

2.4K 178 20
                                    

"-¿Lo conoces?

-No.

-Entonces, ¿Por qué le sonreíste?

-Se veía triste, quería ser humano y sonreírle para que supiera que se ve mejor con una sonrisa en la cara en vez de lágrimas en los ojos."

Anónimo.


Alira.

Mi cabeza está hecha un lio en estos momentos, el saber de golpe que Kay es un origen, aunque ya me lo imaginaba, y encima de eso ver a un perro demonio en su verdadera forma, bueno creo yo, eso haría que a cualquiera se le fueran de vacaciones las neuronas por unos momentos, quede en estado de shock y para mi quedar en ese estado no es nada fácil ya que en mi raza se veía de todo, y cuando digo de todo es de todo, hembras y machos dando rienda suelta a sus instintos animales, peleas a muerte, gente sangrando gravemente tirada en la calle, niños haciendo pequeños duelos entre ellos para ver quién era el más fuerte, y en esto me incluyo ya que también lo hacía, machos entrenando fuertemente con solo un pedazo de tela que cubría su hombría, en fin, en mi raza se trataba más de hacerse fuerte para adaptarse al estilo de vida que se llevaba, de ahí lo que siempre decía toda la gente "Todo sea por fortalecer a la raza" ; como quien dice yo ya estaba curada de espanto o más bien eso pensaba yo ya que ahora estoy en ese estado en el cual no había estado nunca.   

Pero no me duro mucho el gusto de conocer ese estado ya que cuando vi y escuche a Kay hablar con su perro demonio autorizándole literalmente hacer lo que quisiera, incluso hasta hablarle de tú, me emocione tanto al ver que al fin había un origen diferente al resto que cambiaria las cosas para bien y no para su propio beneficio no pude aguantar llorar de la emoción.

Después de explicar unas cosas con respecto a mis lágrimas, todo quedo en silencio por unos segundos, me resultaba eso algo incomodo a decir verdad y cuando la perro demonio de Kay por fin hablo, me quito un gran peso de encima.

-Amo ¿A dónde vamos a ir ahora?

- A reunirme con mi hermana, por supuesto, me muero de ganas por verla.

Yo al escuchar esas palabras abrí muy grandes mis ojos e hice una expresión de sorpresa ¿Hermana? ¿Sera posible que...? No Alira olvídalo, no puede ser que sean ellos, a fin de cuentas son solo cuentos esos personajes.

-¿Tienes una hermana menor?- pregunte a Kay rogando porque así fuera.

-¿Menor? Claro que no, ella es mi hermana gemela y más bien ella es la mayor, bueno por solo unos segundos.

Entonces si puede ser, si pueden ser ellos realmente, aquellos orígenes gemelos que mandarían los Dioses para terminar con las guerras entre las raza y así dar paso a una nueva era en la que reinaría la armonía, una era anhelada por todos los integrantes de las razas de clases medias y altas ya que ellos eran los que iban a la guerra, claro que eso fue hace ya muchos años atrás, ahora solo es un cuento que se les cuenta a los niños para que sueñen algo más que con guerras y tenga, todas esas historias casi quedadas en el olvido, a punto de caer por el filo del mismo para quedar solo en la memoria de los más viejos; pero gracias a los Dioses que antes de que eso ocurriera mandaron a esos dos orígenes gemelos.

-Entonces X, vámonos ya, estoy ansioso por ver a mi hermana.

-Claro amo, como usted desee.

Terminando de decir eso Xekina inmediatamente se transformo en un enorme dragón negro, se acostó en el suelo como esperando a que Kay subiera a su espalda y cuando él capto el mensaje no dudo dos veces en subirse y yo al ver que este seria nuestro último encuentro juntos hice lo mejor que pude para esbozar una enorme sonrisa en mi rostro y dije con las mejores palabras despreocupadas que pude haber dicho.

Llama Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora