Llama Eterna.

Capítulo 11.

"Aprendí que el coraje no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista el miedo."
Nelson Mandela.

Alira.
Sabía que algo iba mal con lo que me había dicho mi prima sin embargo si no iba a encontrarme con mi padre las cosas iban a ir ya que o bien se iba a disculpar conmigo por lo qué pasó, cosa que dudo mucho lo haga, o era una cosa de extremada urgencia como para que mi padre quisiera hablar conmigo a solas. Me puse en marcha hacia el lugar de encuentro, con xekina cuidándome a todo momento, que a decir verdad si estaba algo lejos de dónde nos encontró mi prima ya que ese lugar ya era algo viejo porque estaba desde que mis padres venían a esta temporada y de hecho fue donde se conocieron, por eso supongo que es un lugar algo especial para los dos.
Llegue al lugar de encuentro , algo agitada tengo que decir ya que tuve que estás esquivando a demasiada gente por el camino y también tuve que rodear más de una vez porque estaban montando ya una verdadera escena grupal a media calle pero regresando a donde estaba, atravesé la puerta del lugar y al estar dentro no pode encontrar a mi padre por ningún lado " tal vez ya se fue" pensé para mí por lo que nada más me quedaba un lugar donde ir y era preguntarle directamente al encargado del lugar si había visto o escuchado que mi padre estaba en ese lugar, sin embargo no corrí con mucha suerte ya que me dijeron que el no había visto a mi padre por ningún lado.
Por lo que salí del lugar algo confundida ya que entonces dónde podría estar mi padre si no era en ese lugar, ingenua yo al creer cien por ciento en las palabras de mi prima, eso lo diga ya que después pregunte a alguno de los que sabía que eran subordinados de mi padre y que ese día les tocaba hacer las rondas por el lugar, ellos al principio no quisieron decirme nada e incluso negaron conocerme pero su actitud cambio por completo al ver a xekina acercarse a mi lado.
-Buena noche caballeros sabrán ustedes de casualidad si el padre de esta distinguida hembra se encuentra por este lugar está noche.
Ambos se miraron atónitos, y la verdad no era para menos ya que xekina se veía hermosa y suculenta para cualquier macho con el vestido que le dio mi madre, y tardaron un poco para responder.
-Su padre no se encuentra en este lugar y tampoco lo va a estar él ya no es el cargado de llevar la supervisión de este lugar.
-Muy amables en ayudar- dijo xekina, dio media vuelta, me tomo del brazo y nos fuimos en dirección contraria.
Mientras caminábamos mi cerebro llego a una conclusión, y maldita sea si fuera verdad.
-Xekina es momento de que regresemos- dije mientras cambiaba de dirección.
-Pero aún no sabemos donde está si padre- espetó ella.
-Eso ahora no importa tenemos que llegar rápido con Kay, ya perdimos suficiente tiempo buscando a mi padre.
Mientras caminaba de regreso mi mente comenzó a darme recuerdos de mi prima, cuando aún no era expulsada, específicamente en una temporada de apareamiento. Recuerdo que esa vez había un chico que me había llamado la atención y yo a él ya que nos pasamos hablando suficiente tiempo en un bar tomando unos tragos, después de cierto tiempo, no recuerdo cuanto, algo llevó a otra cosa y terminamos besándonos, claro que esa vez no estaba tan inundada de hormonas como el, el caso es que después de eso quisimos ir a un lugar más privado pero yo primero quería pasar al tocador para ver qué todo estuviera bien y bueno para retocar el maquillaje, me tardé un poco eso sí pero cuando salí ya no estaba el chico con el que estaba, raro ¿No? No recuerdo su nombre, decidí esperarlo pensando que el también había ido al sanitario pero pasaron las horas y el no regreso por lo cual decidí volver a mi habitación a dormir un poco.
Llegando a el y al abrir la puerta lo primero que vi fue a mi prima montada sobre el chico con el que estaba, primero no supe qué hacer me quede en estado de shock por un momento mientras escuchaba al macho decir mi nombre una y otra vez lo que me saco de eso fue cuando mi prima me volteo con una sonrisa burlona, ahí fue cuando salí de mi estado de shock y comencé a gritar como una loca corriéndolos de mi habitación, ellos salieron a medio vestir de la misma y antes de que cerrara la puerta mi prima la detuvo con su mano y me dijo: - ¿Porque tardaste tanto prima? Te estábamos esperando.
-Vete de aquí no te quiero ver- espete con tono enojado.
-Tan bien que la estábamos pasando, pero sabes aquí entre nosotras, no te perdiste de nada era la primera vez del pobre.
-Disfrutas hacerme daño no es así, bueno ya lo hiciste ahora ¡Lárgate!
-Sabes una cosa creo que nunca me cansaré de hacerlo y menos cuando se trata de machos- se acerco un poco más y dijo- Puedes tener por seguro que cualquier macho que tengas o quieras para formar una familia primero pasara por mi.
No contuve más el enojo y le solté un puñetazo en la cara, ella se tambaleó para atrás y yo cerré la puerta.
Ahora bien regresando al presente, puede que esa fuera más una promesa que otra cosa pero yo no lo había pensado así hasta este momento, tenía una cosa clara, ella ahora que sabía quién era Kay no se iba a detener ante nada para ser la mujer de el costará lo que costara y claro cumplí su promesa de paso.
Llegamos al bar donde se supone que estaría mi prima, y en efecto lo estaba y la estaba pasando en grande, mostrando sus atributos a Kay, el cual estaba en una silla atado y sino me equivoco un poco drogado, cuando vi esa escena no pode evitar que me hirviera la sangre estaba lista para saltar sobre mi prima pero Xekina actuó más rápido poniendo una especie de cuchillo en su cuello, tomó mundo se quedó mirando solamente y yo aproveché para desatar a Kay de la silla y volver a unir el pedazo de tela en su muñeca, dije algunas palabras despreciables a la tonta de mi prima y me dispuse a salir de ese lugar con Kay siguiéndome diciendo cosas no podía escuchar y no escuche nada hasta que el me jaló del brazo mientras que me daba media vuelta para quedar cara a cara, no tuve ni tiempo de decirle nada ni preguntar algo porque inmediatamente ya tenía sus labios sobre los míos.
Fue una sensación que nunca había experimentado, sí ya me había besado con otros machos antes pero nada se comparaba con esto, era un beso apasionado y para nada gentil, pero a la misma vez eso me hizo experimentar una sensación extraña pero agradable, tanto que incluso llegué a pensar que las hormonas ya me estaban haciendo efecto, me sentía atontada fuera de mi y sin control sobre mis labios en absoluto, literalmente toque el cielo con ese beso.
Y por un momento sentí que podía hacer cualquier cosa que quisiera, por un momento sentí que por fin estaba completa.