Capitulo 14.

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"─ ¿Qué es la soledad? ─ Pregunta el principito.
─ Es un reencuentro consigo mismo y no debe ser motivo de tristeza, es un momento de reflexión."
Alira.
Quizás y esto sea solo un sueño, pensé mientras Kay exhibía en todo su esplendor su torso y sus alas, quizás y así sea por que no veo otro motivo como para que él se esté cambiando enfrente de alguien tan poca cosa como yo. Claro que eso me lleva a otra interrogante o más bien es una duda ya que aun no logro saber porque Kay tiene tanto interés en mí, digo, no soy para nada el tipo de chicas que andan detrás de él, que anhelan tener un formidable marido, ser una buena esposa y madre ejemplar de todos los hijos que el Dios Horus este dispuesto a darnos. No señor, yo soy más de las chicas rudas que es feliz con armas en mano que estar cuidando hijos, el combatir cuerpo a cuerpo con oponentes más fuertes que yo que pelear con los sacerdotes del templo por las malas notas de mis hijos, el placer de hundir cualquier tipo de arma con filo en algún enemigo que cortar los alimentos para hacer la comida para el marido y para los hijos que a decir verdad para mí, no son otra cosa más que parásitos que no te puedes quitar de encima hasta ya pasadas casi dos décadas, no señor yo no soy la hembra tradicional que sueña con esas cosas.
Pero regresando a donde estábamos, literalmente me quedé pasmada al ver, en mi opinión, la perfección en carne y hueso y maldición era mucho mejor de lo que había imaginado, si bien se que machos como kay están totalmente fuera de mi alcance y que a lo más lejos donde podemos llegar es ser amigos con beneficios, estaría totalmente loca si no aceptara esa oferta aunque claro aún existe la posibilidad de que no pase nada entre nosotros y aún me queda la marca de exiliada lo que significa literalmente nada de machos para mi como Kay.
Ya para cuando estuvimos dentro de la que iba a ser nuestra nueva casa mientras durara la temporada de apareamiento, me fijé sólo una meta y fue el entrenar a Kay para que pudiera usar a voluntad la nueva marca de adquirió por mi culpa y rezo al Dios Horus que ya no haya inconvenientes como los que tuvimos con mi prima.
El tipo de entrenamiento que le daré a Kay es el curso intensivo multiplicado por 10, sé que no será nada fácil para él pero creo va a poder superarlo ya que mantengo la esperanza de que la marca más que un impedimento para el, debido a que es muy difícil de controlar, sea un arma más o un beneficio para él mismo y para otras personas.
Kay.
El día de entrenamiento empezó muy temprano en la mañana, de hecho ni había amanecido cuando Alira tocó a mi puerta. Porque si ya no dormíamos juntos debido a que el padre de Alira se encargó de que hubiera bastantes camas grandes para todos nosotros, supongo que ahora ya no podría sugerir el dormir juntos, no lo creen y debido a eso ahora ya no podía dormir, sentía que me faltaba algo a mi lado. De cualquier manera me levanté de la cama fui al baño a hacer mis necesidades volví a mi habitación y me vestí con las únicas cosas que encontré en el armario, ya que mi ropa se estaba lavando porque no quería oler a chivo por sólo usar un cambio de ropa, la ropa solo consistía en unos calzoncillos y unos pantalones como los que me dio Alira en la clínica y por último un par de ¿sandalias?. Salí de la habitación e inmediatamente me dirigí hacia la cocina para devorar el desayuno que ya estaba preparado, cuando termine fui hacia la entrada donde me estaba esperando Alira y X.

Alira me llevó a un campo desierto donde no había ni equipo para entrenar o alguna cosa similar, solo un campo enorme y lleno de arena.
- Bien, antes de empezar quiero que sepas que el tipo de entrenamiento que vas a recibir es el más rápido pero también el más agotador, por lo que no te sientas mal si no lo logras a la primera.
- Ok, de acuerdo. Creo que podré soportarlo - respondí mientras pensaba que no había otro entrenamiento más difícil que el que recibí de la ama.
- De acuerdo, espero y sea así. Ahora, necesito que vayas a la mitad del campo y te tomes todo esto - dijo mientras me daba un frasco que contenía un líquido negro.
- Puedo preguntar ¿Que es? Antes de comenzar.
- En esencia es sangre del animal que nos trajo aquí mezclada con hierbas y dejado reposar por un mes - creo que Alira vio mi cara de asco cuando agregó - no te preocupes no sabe a nada por muy raro que suene. Esto te ayudará durante el entrenamiento, hará salir tus peores recuerdos llenos de odio y rabia.
Bueno a decir verdad creo que suena peor de lo que va a ser, bueno eso espero ya que creo que no tengo tantos recuerdo malos. Y pensando eso fui a la posición que me dijo Alira y de un solo trago me tome el contenido de la botella.
Puede que suene raro pero Alira tenía razón, no sabía a nada en absoluto ese líquido negro, sin embargo lo que no sabía es que lo peor venía después, ya que a diferencia de los humanos las diferentes especies tiene la capacidad de metabolizar mucho más rápido cualquier alimento sólido o líquido que sea ingerido, por lo que el efecto fue casi inmediato, me atravesó como un rayo que no me dio tiempo ni de analizar las cosas, de un momento a otro deje de estar observando a Alira y pase a estar de nuevo en la casa de la ama, para ser exactos fue el día que me dijo mis orígenes, tiempo después de que me contrató como su sirviente.
Pero para esto creo que sería mejor contarles toda mi historia ya que hasta ahora no saben casi nada de mi pasado a excepción de lo ocurrido con la ama.
Llegue al mundo hace aproximadamente 22 años, años más años menos ya que no sé mi fecha de nacimiento exacta, y el primer registro de mi existencia se encuentra en una casa adinerada donde, según el mayordomo, me dejaron el la puesta de servicio y me encontró él cuando se disponía a ir a buscar unas flores para adornar la mesa de la casa, dijo que yo era un bebé pequeño y que probablemente fui prematuro, inmediatamente me llevó con los señores de la casa, que ya estaban avanzados de edad los cuales le dijeron al mayordomo que a su edad ya no se podían hacer cargo de otra vida aparte de la suya y que lo mejor a mí sería que me llevaran al orfanato, sin embargo una de las sirvientas, que había vivido una vida muy triste y difícil y que a causa de ello no pudo tener hijo a su tan corta edad, intervino por mi y suplicó a los señores que la dejaran tenerme como el hijo que nunca pudo tener a lo que la pareja de ancianos accedió, en esa casa pase casi mi primera década de vida ya que cuando los señores de la casa murieron toda la servidumbre fue echada a la calle por los nuevos dueños que eran los hijos de los señores y querían vender la casa.
Así la sirvienta que me adoptó, que se llamaba Nyma, y yo estuvimos unos años viviendo en la calle ya que nadie le quería dar trabajo debido a que tenía un hijo y yo absorbía gran parte de su tiempo, ya cuando tuve 10 años estuve haciendo algunos mandados a gente a cambio de algunas monedas y Nyma por las noches se iba a entretener a los hombres a cambio de unos billetes, poco tiempo después ella junto el dinero suficiente para pagar la renta de un cuarto, creí que ella y yo íbamos a vivir felices de nuevo pero no fue así ya que 2 años después la encontraron sin vida en un callejón y como no había nadie que reclamara su cuerpo aparte de mi que no era su hijo legalmente y tampoco contaba con el dinero ni la edad para hacerse cargo de su cuerpo por lo que la llevaron a la fosa común. Yo por otro lado fui llevado y vendido a una de las grandes cabezas del zoológico, un lugar de mala muerte donde no existía la ley y donde fui obligado servir como saco de entrenamiento para los más grandes y después cuando tuve la edad y la estatura suficiente a pelear, creo que eso fue cuando tuve 15 o 16 años, después de eso la vida no fue tan mala en ese lugar, es decir, para alguien que sabía cómo pelear y defenderse, en ese entonces yo no era tan grande y robusto como los demás pero tenía otra cosa para compensarlo y era saber cómo moverse y sabes los lugares donde atacar para asegurar la victoria de ese día y tengo que decir era bueno haciéndolo, yo y otro compañero, comprado por el mismo señor que en ese entonces era nuestro dueño, éramos los preferidos de la audiencia de se lugar y hacíamos muy buen equipo pero nunca nos vimos ni hablamos fuera de la arena, por muy raro que suene, lo único que recuerdo de él es que tenía una mirada feroz con sus dos ojos impares uno de color gris y el otro de color violeta y que se le apodaba el gato debido a esa peculiaridad pero después, de un día para el otro no lo vi más en la arena y eso podría significar dos cosas, una y era la menos probable es que alguien lo hubiera comprado y la otra es que el amo decidió darle otro uso ya sea por que bajo su desempeño en la arena o porque alguien le pagó buen dinero para otros intereses con algunos de sus órganos.
Tiempo después fue uno de los empleados de mi ama al zoológico, obvio yo no sabía quién era en ese entonces, pero él iba para comprar al mejor peleador del lugar, que modestamente tendré que decir que soy yo, para según él usarlo como guardaespaldas para uno de los hijos de la ama. Sin embargo eso no era cierto ya que yo al llegar a la casa de la ama me enteré que era viuda y que no tenía hijos y que la única razón por la que ordenó comprarle fue por petición de uno de sus más allegados amigos, él cuál en su lecho de muerte le pidió hacerlo ya que yo era un origen y bueno lo demás ya lo saben.
Ahora bien regresando al presente. Tengo que decir que no me esperaba este sentimiento tan abrumador para nada, es decir, quería matar a algo en ese mismo momento, lo que fuera. No fue hasta ese momento que mire a mi alrededor que me percaté en mi sombra la cual había cambiado, parecía como si yo fuera una fogata viviente, sé que puede sonar extraño pero así se veía mi sombra.
Con un poco de la cordura que un tenía me ordené a mi mismo que lo de matar a alguien lo tendría que dejar para después ya que quería inspeccionar primero mi nueva forma. Comencé viendo mi parte inferior el cuerpo la cual no había cambiado mucho, solo salían de todos lados llamas de color rojo-naranja, después pase a los brazos y al miento de entenderlos hacia enfrente me percaté que mis manos habían cambiado algo ya que en lugar de uñas tenía ahora unas largas garras, ahora bien pasando por el pecho esté seguía igual, pase mis manos por mi rostro y me percaté que tenía un par de colmillos sobresaliendo de mi boca y por último la espalda intenté tocar algo en ella con mis manos pero no encontré algo como las alas que vi en Alira una vez.
- Veo que estás progresando demasiado- dijo Alira mientras avanzaba hacia mí con su otra forma - pero si lo que quiere es que salgan las alas tendrás que hacer un esfuerzo más para concentrarte y tratar de colocar en dos puntos de tu espalda todas las llamas de tu cuerpo, solo así podrás transformarte completamente.
Maldición en esa forma se veía más perfecta, irresistible e imponente al mismo tiempo, una parte de mi me decía que ella solo era para mi y ahí de aquel que se atreviera a ponerle un solo dedo encima, de un momento a otro escuché un ronroneo, al principio creí que había un gato cerca algo parecido pero después me percaté que era yo quien hacía ese sonido. Alira por su parte solo me sonrió y yo bueno volví en mí, por así decirlo y me concentré en el entrenamiento.
Si bien parecía la cosa más fácil del mundo lo que dijo Alira en realidad no lo era ya que no podía concebir cómo mover unas llamas las cuales e sabe que no se mueven de lugar, claro si es fuego controlado.
- Es demasiado difícil - dije en un susurro, más para mí que para alguien más.
- Lo sé, no esperaba que lo hicieras a la primera, sin embargo creo que esto podría ayudarte un poco - respondió Alira mientras me tendía su brazo - Toma algo de mi sangre, como dije, es una de las más puras por lo que te ayudará a recuperar la energía que gastaste hasta ahora.
No lo pensé dos veces e hice lo que me dijo Alira, tomé su brazo con mis dos manos y lo coloque cerca de mi boca, curiosamente en ese estado sabía perfectamente por dónde pasaba la sangre en su brazo y donde morderlo ya que literalmente podía percibir su flujo, el solo imaginar su sabor hizo que mi garganta se empezara a secar por lo que no pude aguantar más y la mordí.
No sé cómo explicar esto pero su sangre inmediatamente me lleno de energía de nuevo era como si me hubieran colocado una pila nueva o algo parecido, después de eso pude hacer salir las alas las cuales, palabras literales de Alira, eran las más grandes que ella jamás hubiera visto. Después de eso me enseñó cómo volar con ellas y hacer uso de las llamas para saber una especie de proyectil y también cómo transformarlas en energía y ocuparlas de diferentes maneras. Todo iba muy bien excelente diría yo, más eso esos momentos eran perfectos hasta que llegó volando un macho a donde estábamos entrenando y lo primero que hizo fue abalanzarse sobre Alira con un enorme abrazo.

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