Capitulo 8.

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"Estamos en un mundo raro, en donde al amor le dicen locura y al maltrato lo llaman cultura."

Un poco de reflexión.

Xekina.

A decir verdad, después de escuchar esas palabras, me quedo muy claro que ese macho iba muy en serio con esas amenazas por lo que no espere a escuchar algo más de esos dos, tenía lo suficiente como para saber que la hembra estaba diciendo en parte la verdad y que, a mi parecer, lo único que no quería era regresar con los de su raza por alguna razón. Por lo que no me quedo de otra más que irme en completo sigilo para reunirme de nuevo con mi amo y encontrar el momento adecuado para decirle todo lo que había escuchado.

Su manera, de la hembra, de ver eso estaba más que correcto basándose en la lógica ya que veía a mi amo como a una nueva familia que la cuidaría como su otra familia no lo supo hacer, era muy correcta esa conclusión, sin embargo aquí el más afectado en estos momentos era mi amo, y claro yo también por ser su perro demonio, porque para la familia de la hembra mi amo no era el protector de esta sino que era su blanco a seguir para arrebatarle de las manos el cuerpo sin vida de la hembra, que no tiene nada que ver claro está. Ahora bien, se tienen dos opciones:

1. Llegar y decir todo lo que escuche a mi amo enfrente de la hembra para que después esta le explique bien las cosas.

2. Esperar a que la hembra este un poco lejos de mi amo para contarle a detalle todo lo que escuche y que el tome la mejor decisión.

La diferencia entre las dos no es mucha pero se pueden cambiar muchas cosas cuando se está o no la persona culpada. Supongo que tendré que irme por la segunda ya que, basándome en mi lógica como perro demonio, no puedo hacer nada que beneficie o afecte a mi amo sin su autorización. Sé que suena algo fuera de lugar y que cualquiera tomaría la opción número uno pero yo no puedo hacerlo tan a la ligera por el simple hecho de que podría correr el riesgo de que mi amo me castigara de alguna forma por faltar a tomar su propia decisión.

Con eso en mi mente entre de nuevo en el agua, dejando que, de nuevo, la oscuridad que había en ella me rodera completamente y me tranquilizara un poco mientras seguía el camino hacia donde estaba mi amo, tenía que tener clara la mente antes de llegar con él para explicar, en dado caso, él porque había salido de el refugio sin avisar o alguna cosa parecida.

Pero gracias a los Dioses que cuando llegue a la caverna aun seguían dormidos los dos, mi amo y la hembra, por lo que me dio tiempo de secar por completo mi ropa y todo lo que se había mojado, terminando de hacer eso, con ayuda de mi propio calor, volví con sumo sigilo al lugar en donde se suponía que debería de estar dormida y llegando a este por alguna razón caí como piedra al tocar mi cabeza en el suelo.

Kay.

Desperté sobresaltado debido a que había soñado lo que había pasado con Alira hacia ya unas horas, me acosté boca arriba contemplando el techo de la caverna mientras que notaba que mi corazón de dejaba de dar tumbos en mi pecho, mi mente no dejaba de repetir una y otra vez lo mismo que había soñado y para terminar con todo eso por alguna extraña razón algo dentro de mi quería que volviera a pasar eso entre Alira y yo, con la diferencia de que en lugar de terminar con una disculpa seria con un beso dulce y lento entre los dos. Claro que retire eso de mi mente casi al mismo tiempo de que aparecía en ella, tenía que dejar de imaginarme ese tipo de cosas sino quería terminar loco o algo parecido, simplemente tenía que alejar todo eso que tenía que ver con migo y Alira besándonos, tonteando o algo así, no podía ser eso por una simple razón y esa era que yo no era el tipo de persona que le gustaba a Alira, es decir no creo que sienta alguna atracción por mí en lo más mínimo, sí, ha habido algunas uniones de boca necesarias, pero eran solo eso uniones, sin embargo por alguna extraña razón cuando terminan estas Alira es siempre la ultima en retirarse.

Llama Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora