Capitulo 6.

2.4K 141 23
                                    

"­­-No podemos estar juntos,somos diferentes.

-Claro que podemos-afirmo.

-¿Por qué?

-Porque no se completa un rompecabezas con piezas iguales-respondió con un paño de lagrimas en sus ojos"

Anónimo.

Kay.

Al relevarme Xekina para hacer guardia, me fui a acostar casi a lado de Alira, que está a su vez al notar mi presencia cerca de ella casi inmediatamente se volteo hacia el lado contrario, donde estaba yo,una sonrisa muy vaga cruzo por mi rostro ya que si bien mi mente estaba más alerta que nunca mi cuerpo era otra cosa muy aparte porque difícilmente me podía mover. Lo que me recordó a los primeros días de mi entrenamiento con mi ama, tenía yo en ese entonces como unos 10 o 11 años y a pesar de que era solo un niño mi amo no se toco el corazón para hacerme las cosas un poco más fáciles, los primeros días ni siquiera calentaba un poco mi cuerpo para todo lo que iba a hacer, no había tiempo para eso, con mi ama era aprender rápido o morir en el intento, en esos primeros días mis músculos, al no estar acostumbrados a tanta actividad física, dolían tanto que para agacharme a anudar mis agujetas era realmente toda una travesía y para caminar ni se diga,caminaba como un pato de un lado para el otro tratando de no flexionar tanto las piernas, torso, brazos y lugares que no sabía que dolieran tanto.

En esos tiempos realmente que me dolía hasta respirar, pero como todas las cosas solo es cuestión de que te acostumbres un tiempo. Ahora también me duelen los músculos, claro que no tanto como cuando entrenaba, pero de cierto modo ese dolor hace que me sienta vivo de nuevo; mis parpados se cerraron poco a poco hasta que solo pude ver oscuridad y poco apoco caí dormido, claro que eso era un decir ya que a cada rato despertaba de mis sueños aguzando el oído para ver si algo malo pasaba pero en realidad todo estaba muy calmado, lo único que podía escuchar era a X que se movía de un lugar a otro, tarareaba una canción, se reía ella sola y algunas veces rezaba a los Dioses para que nos fuera bien en el viaje, que su hermano estuviera bienal igual que mi querida hermana y cosas algo privadas que es mejor no repetir una segunda vez, en fin, todo estaba normal o bueno eso creía hasta que llego un visitante inesperado a donde estábamos.

Fue como a las primeras horas del día siguiente, no sé decir la hora exacta ya que mi reloj interno no es tan exacto, como ya les había dicho me despertaba casi cada 30 o 45 minutos y en esa vez que me desperté escuche como también sentí que Xekina se estaba alejando del lugar en el que estábamos, eso es extraño en verdad porque también había un sonido, no alcanzaba a escuchar bien que era, pero había esta flotando en el aire.Inmediatamente me levante de mi lugar lo más sutil que pude, para no despertara Alira, mientras que mi cabeza empezaba a maquinar ideas lógicas de lo que podría pasar a continuación con lo que había ocurrido hacia unos momentos y lo mejor que se me pudo ocurrir fue que quien fuera que estaba rondando los alrededores tenía muy en claro que Xekina era una pieza importante en todo esto, por las circunstancias que ya había explicado la noche anterior, así que ¿Qué mejor si se aleja a esa pieza de su lugar? Para poder atacar con toda tranquilidad después, claro que no tendría todo el tiempo del mundo ya que cuando X se dé cuenta de que era una trampa regresara inmediatamente, entonces podría calcular que tendría unos 20 minutos para efectuar todo su plan, odio decirlo pero creo que se lo voy a arruinar.

Mire a mi alrededor y pude ver que los arboles que nos rodeaban formaban casi un círculo perfecto con árboles demasiado juntos como para poder pasar entre ellos, así que solo quedaban tres entradas, por donde X se fue, por donde llegamos nosotros ayer en la noche y otra que era la más alejada de nuestro campamento así que solo quedaban dos opciones la entrada que estaba cerca de la fogata o la que estaba casi en medio de todo ¿Adivinan por cual entrara? Yo sí, por lo que me subí a uno de los arboles que estaban cerca y espere a que llegara el visitante, no tuve que esperar mucho ya que al cavo de un rato hizo acto de presencia , sujeto entrando por el lugar que había pensado yo, era solamente un vagabundo, con ropa andrajosa, cabello revuelto y todo lleno de ramitas, hojas y estaría dispuesto a apostar que también algunosanimalitos invasores, estaba a punto de bajar y darle un poco de comida al pobre cuando note que de su gabardina, si se le puede llamar así a lo que traía, sacaba un cuchillo algo grande a decir verdad mientras que se dirigía hacia Alira claro que no iba a pasar nada de lo que estuviera pensando ese humano, no en mi turno, no con Alira, no con ella porque ella era MÍA.

Llama Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora