1

334 27 17
                                    

Seoyeon

—¿Seoyeon Yoon?

—¡Señorita Yoon! —repitió el profesor esta vez más alto haciendo que rápidamente levantara la cabeza del cuaderno en el que acababa de resolver uno de los tantos ejercicios que nos había mandado hacer.

—¿Si?—contesté alzando la vista.

—Preguntan por usted—dijo el profesor llevando su vista hacia la puerta del aula.

Mierda.

¿Y esta por qué viene a buscarme a mí?

—La profesora Brenda te llama, me ha pedido que venga a buscarte y te lleve a nuestra clase antes de que toque el timbre del recreo—dijo doña perfecta.

Todos en la clase habían levantado sus cabezas huecas de los cuadernos para contemplar a la alumna más admirada de todo el instituto: Kim Yooyeon.

Era un auténtico fenómeno entre el alumnado. Era atractiva, inteligente, agradable con todo el mundo y con un comportamiento ejemplar, además de ser la delegada del curso superior. Todos, absolutamente todos amaban a Kim Yooyeon. Menos yo, por supuesto, porque veía el ser horrible que se ocultaba tras esa fachada de perfección.

Había únicamente una persona más que no caía rendida ante los encantos de esta chica y ese era mi mejor amigo Darry, al que miré con confusión antes de levantarme y recoger mis cosas para ir a ver a la profesora que me buscaba.

Él puso cara de lástima al verme, sabía perfectamente que no disfrutaría del trayecto junto a aquella estúpida. Él conocía nuestra historia.

—Mañana corregiremos los problemas, Seoyeon —comenzó a decir el profesor a medida que yo pasaba por delante de su escritorio en dirección a la salida.

—Sí profesor, los tengo casi acabados, mañana estarán sin falta—dije apurada.

—Adiós profesor, gracias y disculpe las molestias—se despidió Kim Yooyeon sosteniendo la puerta para que saliera.

Seguro que de no haber nadie en la sala no hubiera tenido ese gesto conmigo, era una bienqueda y eso hacía que la tuviera más asco.

Escuché como algunos de mis compañeros murmuraban y suspiraban al ver que su diosa se marchaba. Los compadecía, estaban cegados por esa chica que no valía ni la mitad de lo que aparentaba.

La puerta se cerró dejándonos solas en el pasillo. Ni siquiera nos habíamos mirado a la cara, se notaba a leguas que no nos llevábamos muy bien.

—Vamos—ordenó dirigiendo la marcha con aires de superioridad.

Resoplé con fastidio y la seguí.

Su pelo moreno y liso no se movía de su posición ni siquiera con los pasos acelerados. Su uniforme estaba perfectamente planchado ¿es que ni siquiera se le arrugaba la falda al sentarse?...y no, no le estaba mirando el trasero, solo analizando por qué Kim Yooyeon no era humana.

Y para colmo olía muy bien para ser alguien con el corazón podrido.

"Deja de mirarla, Seoyeon, solo te creará más inseguridades"

El ambiente era incómodo, no hablamos durante todo el camino que, a pesar de ser corto, se me hizo eterno.

Por fin llegamos al aula del último curso.

La delegada se dio la vuelta para mirarme y yo la encaré, no me intimidaba.

—¿Qué?—pregunté de mala manera.

—Deberías atarte los cordones antes de entrar, no querrás que los del curso superior te tomen por una chica desaliñada—dijo sin apartar su vista de mis ojos.

El Plan (PpoToz/YooSeo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora