El Plan (PpoToz/YooSeo)

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Yooyeon

—¡El equipo azul gana!—gritó Ramón.

Sentí cómo mis compañeros venían a abrazarme para celebrar la victoria. Nos apartamos del lugar de juego seguidos por el grupo amarillo, quienes habían quedado en segundo lugar.

Observé, entre los brazos de mi equipo, como Naky, Darry y los demás reían al ver a Seoyeon y la consolaban entre carcajadas. Me acerqué a ellos.

—Bien jugado, por poco ganáis de nuevo—le dije a Naky.

—No cantes victoria tan pronto, aún quedan varios enfrentamientos más—me rodeó con su brazo.

De reojo veía a la chica a la que el flequillo mojado se le pegaba a la frente. Charlaba con Darry sin darse cuenta de mi presencia, por lo que volví con mi grupo para ver terminar a los demás.

Bob y su equipo volvieron a posicionarse en el último lugar, por lo que me alegré en secreto. Pero al ver a Seoyeon darle ánimos no supe si habría sido mejor que hubieran remontado al equipo verde.

—Azul, amarillo, verde y rojo. Así está la cosa de momento—gritó Rosa—. El reparto puntos para cada equipo será de cien puntos para el ganador, ochenta para el segundo, cuarenta para los terceros y el equipo rojo, ya que ha quedado en último lugar, se lleva veinte puntos.

Lo volvimos a celebrar.

—Podéis daros un baño y a las dos en punto quedamos en el restaurante que veis allí para almorzar—Jin señaló un lugar en medio de la playa el que había mesas y sillas en un porche y gente tomando algo mientras sonaba música tropical.

Me zambullí en el agua en cuanto pude. Estaba algo fría, pero en cuanto pasó un rato me acostumbré. Mark había traído un balón hinchable y nos divertimos jugando metidos en el mar. Pero mi diversión se acabó cuando sentí unas manos sobre mis hombros que me empujaron sin previo aviso bajo el agua. Noté el asqueroso sabor salado en mi boca, no me había dado tiempo a reaccionar y había tragado un poco. Las manos me liberaron después de no mucho tiempo, al menos mi atacante fue considerado y no me ahogó.

Salí a la superficie y vi cómo Yoon Seoyeon se reía.

—¿Estás loca?—grité.

—Es mi venganza por lo de antes—se encogió de hombros.

—¿Eres buena nadadora?—pregunté.

—Más o menos, ¿por?—vi la confusión en su rostro.

—Lo digo para que nades lo más rápido que puedas, porque te voy a matar.

Me lancé tras ella que, dando un grito huyó de mí.

Nos alejamos del grupo. Yo tenía los brazos largos y nadaba ágilmente. No necesité mucho tiempo para alcanzarla. Cargué todo mi peso sobre ella haciendo que las dos nos hundiéramos. Mis brazos rodeaban su cuello y seguía enganchada a su espalda cuando salimos.

—Suéltame—imploró.

—Pídemelo por favor.

—Lo único que te voy a pedir por favor es que te vayas a la mierda.

—Respuesta incorrecta.

Volví a sumergirme en el agua con ella entre mis brazos. Era pequeña y fácil de abrazar, podría ser la primera vez que teníamos tanto contacto físico. Gracias a dios el agua hacía todo mucho menos incómodo.

Salimos de nuevo a la superficie y escuché cómo tosía. Quizás me había pasado. Sus manos sujetaron mis brazos y empujó su cuerpo hacia atrás, haciéndonos caer y pillándome ahora a mí por sorpresa.