P & H

Ch-3 Aprendizaje

Bueno... Kakashi no sabía lo que esperaba, pero no era una ciudad con gente que no solo hablaba un idioma completamente diferente sino que incluso usaba un alfabeto diferente.

No era un lugar particularmente grande, se dio cuenta cuando caminó de un extremo al otro. Konoha era más grande, aunque no mucho. Aparte de eso, todos los intentos de comparación con Konoha pronto estuvieron condenados al fracaso. Este lugar era completamente diferente. No había muro de protección ni vigilancia fronteriza. La arquitectura era diferente, la gente vestía ropa diferente y había extrañas máquinas de metal por todas partes, que dedujo rápidamente que estaban destinadas al transporte. Lo más sorprendente fue que tuvo que caminar arriba y abajo antes de darse cuenta de que no había un centro administrativo claro. Primero, como estaba acostumbrado con Konoha, gravitó hacia el edificio más grande con la torre cuadrada, pero al acercarse, se dio cuenta de que probablemente era un lugar para el culto religioso en lugar del gobierno. Había otros grandes edificios que se destacaban entre sus vecinos, pero ninguno lo suficientemente grande como para sospechar que era la sede del líder de la ciudad. Claramente, esta no era una aldea shinobi, pero más que eso, era diferente a cualquier ciudad en la que hubiera estado, civil o shinobi.

La gente aquí, eso estaba bastante claro por la forma en que caminaban, se sentían seguros incluso sin fronteras reforzadas. Además de eso, a pesar de que la arquitectura lucía decididamente lujosa y rica, más que la mayoría de las aldeas civiles que conocía, que estaban construidas con cabañas de madera esparcidas entre campos extensos, no pudo encontrar un asiento de Daimyo o incluso de un representante.

Extraño. Sintiéndose perdido, se sentó en un banco del parque junto a un campo de amapolas rojas. No parecía que este pueblo hubiera visto ninguna guerra últimamente. No en la última década o cinco por lo menos. Hablaban un idioma que él nunca había oído, usaban un alfabeto que nunca había visto. Más que nada, ahora estaba seguro de que esta no era la Tierra del Agua. Si no pensara que la mera idea era absurda, asumiría que había dejado su continente por completo. ¿Cómo?

Distraídamente le hizo cosquillas al gran perro negro que estaba parado a su lado, observando a la gente con una rara curiosidad por un perro.

" Mah ," murmuró Kakashi, "no puedo evitarlo." Con cómo resultaron las cosas y sin tener idea de cómo podría llegar a casa como estaba... no tenía otra oportunidad, más que intentar aprender el idioma. Si nada más, fue un desafío bastante nuevo e inesperado. Había una pequeña tienda, había pasado antes. Parecía una pequeña tienda de chatarra, vendiendo de todo, desde recuerdos hasta libros y ropa de segunda mano.

Cuando entró en la tienda, un pequeño tintineo le dio la bienvenida a la habitación. Olía a polvo, cuero y madera vieja.

"Bienvenido", saludó una anciana, con las manos juntas, dándole una amplia sonrisa desde donde estaba sentada detrás de la caja registradora. Aunque no conocía la palabra, entendió el significado con bastante facilidad.

" Gracias ", respondió mientras sostenía la puerta abierta para el perro. El perro parpadeó hacia él como si estuviera confundido.

"Oh no, querido, tu perro tiene que esperar afuera", dijo la mujer desde donde estaba sentada, levantándose rápidamente para caminar hacia él. "Lo lamento."

"¿Tu perro?" repitió interrogante, tratando de copiar su forma de hablar.

"¿Mi?" ella negó con la cabeza confundida. "No, tu perro... Oh, ya veo, ¿no entiendes inglés? ¿Inglés?"

Sacudió la cabeza, sin entender. Señaló al perro. "Perro", dijo ella. Luego lo señaló a él y de nuevo al perro. "Tu perro. Afuera." Señaló la puerta.