CAPITULO XVII

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*Hace cuatro años...*

No sé cómo pudieron creerle a él antes que a mí. Yo era su hija y él solo era el hermano de mi padre, por Dios. Lo que me hizo no tiene el perdón de Dios.

Cada vez que mis padres tenían que viajar fuera del país por trabajo, me dejaban en casa de ese hombre. Vivía con su esposa y su hijo, que era cinco años mayor que yo. Lo odiaba porque me hacía sentir sucia por años. Entraba en la habitación que me habían asignado en su casa y hacía conmigo lo que le daba la gana. Lo peor es que no me atrevía a decir nada por miedo, porque cuando mencionaba algo nadie me creía. Era verdad lo que él decía. Nadie le iba a creer a una estúpida niña como yo.

Fui abusada por Harold, mi tío, durante años. Él disfrutaba al máximo mientras yo sufría en silencio.

Escudos para el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora