Escudos para el Corazón

CAPITULO XXXIV

En ese oscuro y siniestro laberinto, me encuentro perdida y desorientada. Las paredes parecen cerrarse cada vez más, creando una sensación de claustrofobia. No hay señales ni indicaciones claras de cómo encontrar la salida.

El aire está cargado de una atmósfera pesada y opresiva. Los susurros misteriosos y amenazantes resuenan a mi alrededor, haciendo que mi corazón lata aceleradamente. Siento que algo me observa desde las sombras, pero no logró ver qué es.

Cada paso que doy es incierto, ya que el suelo se vuelve inestable bajo mis pies. Me tropiezo con obstáculos invisibles y me enredo en telarañas pegajosas que parecen atraparme aún más en este laberinto infernal.

El miedo me consume mientras intentó desesperadamente encontrar una salida. El tiempo parece detenerse y la sensación de estar atrapado se vuelve abrumadora. La oscuridad me envuelve, haciéndome dudar de si alguna vez podré escapar de este laberinto maldito.

Cada paso que doy hace que me sienta aún mas agotada y asusta, alguien me susurra al oído: " Te encontré ". Me desperté súper asustada e instantáneamente me llevé una mano al pecho, entonces gris se despertó.

- ¿Qué pasa? - se llevó las manos a la cara.

- Eh... Nada - mentí.

- ¿Estás segura? Pareces asustada - me aseguró.

- Estoy segura. Mejor despertemos a las demás - cambié de tema, me levanté de la cama, pero entonces Gris puso una de sus manos en mi hombro.

- No hace falta que finjas conmigo, sé que tuviste una pesadilla - la miré extrañada - pero no pasa nada.

Despertamos a las chicas una por una, y la habitación ya era un desorden mientras las chicas usaban el cuarto de baño o se arreglaban. Tomé el móvil que estaba en la mesa de noche y lo desbloqueé, tenía un mensaje de un número desconocido. Me llamó mucho la atención, así que lo abrí, pero al leer todo el texto quedé estupefacta.

- Lis, ¿estás bien? - preguntó Anny.

- No, mira - le mostré mi móvil. Ella se quedó un minuto procesando todo.

- ¿Quién es H? - me preguntó algo confundida.

- No lo sé. Hace unos meses atrás, esta persona me mandaba esos mensajes anónimos. Por alguna extraña razón, un día al parecer se cansó de mandarlos, pero... no sé, yo pensé que no me volvería a molestar.

- Esto es extraño. Deberías imprimir todos esos mensajes. Si ya lo hiciste, los archivas para que luego tengas pruebas y así los puedas presentar a la policía - habló Anny.

¡Buena idea, pero creo que nos estamos preocupando demasiado por el tema de la policía! - respondí.

- Lis, nunca está de más...- Anny fue interrumpida por Dhara.

- ¿De qué están hablando? - preguntó Dhara.

- Nada, vamos a desayunar - me apresuré en decir.

- Chicas, luego podemos ir a la playa. Acabo de descubrir que hay una cerca allí - sugirió Gris. Bella salió del baño.

- Me parece buena idea, ahora las alcanzo. Voy a vestirme - dijo Bella. Dhara le respondió con un "Ok". Salimos de la habitación y nos dirigimos a la cocina.

Ya en la planta baja, preparamos sándwiches para las seis. Mamá Lía no estaba en casa, así que le envié un mensaje para saber de ella.

{Hola mamá lía, ¿no estas en casa?} 09:08 am

{No hija, salí un rato con unas amigas, ¿cómo te sientes?} 09:09am

{Mejor, pasarla bien mamá lía}
09:09 am

{¿Tienes algo que decirme?}
09:09 am

{Me conoces tan bien, jaja}
09:10 am

{Se mucho más de lo que te imaginas}
09:11 am

{Saldré al río con las chicas, te quiero} 09:11 am

Me vibro el móvil, y lo revisé para ver su respuesta.

{Esta bien, cuídense ¡besos!}
09:12 am

Minutos más tarde, ya estábamos en el río Támesis. Estaba completamente sola, algo extraño porque en Windsor cuando llegaban estas fechas nadie se perdía de un buen chapuzón en el fabuloso río, pero por otra parte me sentí con total libertad para tratar de disfrutarlo al máximo.

- Mi dulce hogar, el río - habló Bella.

- Pero si es salado - dijo Dhara.

- Siempre te gusta llevarme la contraria, ¿no? - preguntó testarudamente Bella.

- ¿Quieres la verdad? Sí, es divertido - respondió Dhara.

- Te mataré - se lanzó hacia Dhara. Gris la agarró antes de que cometiera una locura.

- Muy divertido - carcajeó Dhara con fuerza.

- ¡Ah! - soltó Bella.

- ¿Qué es eso que tienes en la cabeza? ¿Fuego? - se burló Anny.

- Basta, se enfadará más - dije entre risas.

- Bella está loca - habló Dhara.

- ¿Cómo me dijiste?

- Te lo deletreo mejor. L-O-C-A.

- Ahora sí te mataré - dijo Bella, luego Dhara salió corriendo sin rumbo fijo por el río y Bella fue tras ella.

- Bella, déjala - gritó Gris.

- Ellas son la viva prueba de que existe el amor y el odio - negó con la cabeza Anny.

- Pero así son ellas, dos locas en acción. No sé cómo sobrevivirán cuando se separen - hablé.

- Cierto, seguro se extrañarán mucho - dijo Gris.

- Nos extrañaremos mucho - sollozó Anny.

- Ya que me pondrás sentimental, vamos a darnos un chapuzón - hablé.

Soltamos nuestras cosas y corrimos hasta adentrarnos en las profundidades del río. A lo lejos vimos a Dhara y Bella todavía peleándose como dos niñitas.

- Reto - propuso Gris.

- Me apunto - habló Anny, me miraron.

- Vale - dije vagamente.

- Quítense el sujetador - dijo de pronto Gris.

- Estás demente - Anny se quitó el sujetador y Gris la siguió.

- Listo, tú prosigue - exclamó Anny e hice lo que pedía.

- ¡Eso! - aplaudieron. Nunca me atreví a tanto, pero se sintió bien, se sintió liberador.

Pasamos el rato de una manera maravillosa, reímos por nuestras estupideces, lloramos porque pronto sería nuestra despedida. Pero sobre todo la pasamos increíble.

Puedo decir que me sentí viva, como si volviera a renacer, a florecer.

Hace años que no me sentía así de satisfactoria. ¿Tan feliz? Sí, eso era.

Me sentí feliz por primera vez en años, pero esta vez era diferente porque ya no sentía miedo de ello...

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Nota de la autora: ¡Hola! ¿Qué les pareció este capítulo? Un capítulo con un sinfín de emociones: tristeza, susto, enojo, confusión, entre otras, pero sobre todo la felicidad. Me gusta porque nuestra Lis está logrando ser feliz, algo que se merece. Ya era hora ¿no creen? Siento que a partir de este momento será una nueva etapa para ella y no importa lo que se cruce en su camino, porque luchará contra ello con valentía.

Solo esperemos que no muera en el intento. Sin más que decir, nos leemos en un próximo capítulo.

¡Besitos en su lindo corazón y oscura alma!