EOZ and Lazus.

Deseo de libertad parte #2

Desearía decir que esa historia tuvo un final feliz, una familia que fue salvada de las garras de la oscuridad, pero no es así, la peor de sus luchas viene ahora, quien curará sus almas, sus mentes, sus corazones, quizás el no arrebato la vida de ninguna de las dos, pero dejo algo más, un trauma.

Psicologos, terapias, tiempos, algo que la gente no sabe es que la mayoría de las veces las víctimas de una sombra son elegidas con cautela, buscan personas con ya problemas mentales o que estén bajo mucha presión para que la posesión sea más rápida, Nadie habla dolor que queda dentro de la gente después de una posesión, no son solo moretones y sangre.

Un alma quebrada y un corazón con arrepentimientos pesa más que un grillete con una bola de acero, el teléfono de la oficina suena, otro caso, escuché a nuestro intendente superior hablando y pidiendo toda la información posible del suceso, la llamada no dura mucho, sale de su cubículo y de los cuatro hombres que hay a mi lado me escoge de nuevo, pero está vez no iré solo, un chico de tez trigueña y cabello castaño, ojos claros y que parece medir 1.70, su contextura es algo delgada aparentando unos 23 años, por la sonrisa en su rostro parece ser un novato, pero la denominación de esta misión es tipo "D" eso descarta mi sospecha.

-Un gusto señor Ezio, mi nombre es Alonso- me extiende su mano, -Un gusto, solo Ezio por favor.- su mirada está fija en mi, lo cual es raro, mayormente me tienen miedo eso me despeja más la duda de si es novato. -Muy bien, no quiero un choque de carácter contigo, y como está es mi misión pondré tres reglas 1:no somos amigos, no te arriegues por mi sin pensar porque yo no lo haré por ti, 2: entraremos sigilosos y con cuidado solo vamos a examinar la situación, 3: actuaremos solo si podemos lidiar con ello, no quiero héroes.–

Termino y salimos del lugar, la conversación en el auto fue de las que me gusta, silenciosa, sin palabras ni preguntas incómodas, este niño no es como los otros tontos de la corporación, no cree que puede salvar al mundo con una sonrisa, si no fuera porque lo acabo de conocer diría que me cae bien.
Llegamos al lugar y cuando baja del auto puedo notar que tiene unas esposas y un spray del sueño hecho a base de cloroformo, —¿No eres bueno en la defensa cuerpo a cuerpo verdad?— le pregunto intrigado —No es así, puedo inmovilizar una persona en 60 segundos, pero no me gusta hacer acto de la violencia cuando realmente no es tan necesario, muchos de los poseídos son civiles sin entrenamiento alguno al inmovilizarlos un mal movimiento podría resultar en lesiones o algo peor.— puedo entender sus razones pero son tan convincentes.

Seguimos adelante y según la información recibida el lugar parece desabitado, lo recorremos por completo y no logramos encontrar nada de actividad, tampoco había acceso a los niveles inferiores ni superiores, buscamos la salida para ver si encontramos otra forma de llegar a los otros niveles del edificio pero sucede que ya no encontramos la salida, el lugar es grande pero no como para perder la salida.

Buscamos por todas partes pero solo parecíamos andar en círculos, –Algo anda mal aquí, e oido de sombras que poseen lugares pero esto solo parace estar a oscuras.– me dice Alonso mientras se sienta en el suelo, –Creo que no estamos exactamente en esa situación, ¿te sientes adormecido? ¿Cansado? ¿Algún tipo de presión sobre tu cabeza? – le pregunto tratando de comprobar que es lo que sucede.–Tal vez un poco de sueño pero eso es todo, puede ser por la falta de luz y el calor.– respiro profundo y me siento frente a el, – Ok, si de verdad la sombra a poseído este edificio y es la razón por la que estamos atrapados no tardará mucho en entrar en nuestras mentes o en intentar.–

No pasa mucho tiempo cuando se nos une alguien más, un hombre mayor sin cabello demasiado sucio y con mal olor, su ropa estaba desgastada y su piel se veía con tonos grises, es obvio que vivía en la calle pero si nosotros no logramos encontrar la salida como entro el, –¡Hey! ¡Viejo! ¿Cómo llegaste aquí?– pregunta Alonso –Salgan de mi casa.– dice mientras nos mira de reojo, –¡SALGAN DE MI CASA!–  grita poniendo las manos sobre su cabeza  y pasándolas por su rostro de forma desesperada.
–Esta bien, está bien, cálmate, nos iremos, si nos dices como salir– le digo mientras miro a Alonso al mismo tiempo, su mano señala la salida, como si siempre hubiera estado ahí, y depronto se logró ver la luz de afuera, un sol oscurecido por unas cuantas nubes.

–¿te diste cuenta no?– me pregunta Alonso, –Si.– le respondí al mismo tiempo que sacó las llaves de mi auto, el anciano en el edificio, era un alma quebrada que quedó atrapada en el edificio.

Volvemos a prisma
con la información recogida, dejo a Alonso ahí y le pido que entregué la información detallada por mi, odio los papeleos, – ¿No recogerás otra misión?– me pregunta – Luego, tengo un juicio al que asistir.–me marcho pero algo no me deja tranquilo, es una sensación de...no sabría cómo explicarlo pero es igual a cuando duermes y tus pensamientos no te dejan descansar.

Esa mision fue sencilla, demasiado para mí gusto, pero hay algo más, lidiar con un alma herrante es más sencillo que lidiar con una sombra ya que solo hay que guiar esa alma hacia un camino de luz pero...ese espíritu, se sentía distinto, tal vez solo sea mi imaginación.
Me digo a mi mismo mientras noto algo extraño en el retro visor, un auto color rojo me sigue desde hace un rato, paraciera que intenta pasarme pero no termina de hacerlo, hay suficiente espacio pero aún así no se detiene veo la hora y por el tiempo que llevo conduciendo ya debería haber llegado, subo la velocidad y noto que por más que aceleró no salgo de la misma avenida.

Las personas también se repiten una y otra vez y cuando llegó de nuevo al semáforo de la avenida detengo el auto, no avance ni una sola calle desde que deje a Alonso en la estación, es una trampa, subo de nuevo al auto pero cuando enciendo otra vez otro auto impacta conmigo, el golpe se siente lo suficiente mente real como para despertar, veo a Alonso tirado a unos metros de mi y enseguida corro a despertarlo.
Abre los ojos exaltado y se aleja un poco, –¿Estas bien?– el afirma –Eso no fue una sombra– me dice –No, este lugar si está poseído, pero por un espíritu, encontremos la salida para comunicarlo a la central y que envíen un equipo de exorcismo.

Nos juntamos espalda con espalda poniendo nuestras manos en frente recitando "Paso la luz entre de las paredes oscuras, llena de color y creando distorsión, el se levantó y se quemo entre los colores de la emoción, de la vida" después de recitar una luz ilumina salida del lugar, y con una llamada el equipo de exorcismo está ahí.

Tomo mi auto y dejo a Alonso encargado de la situación, la familia Rivera me pidió apoyo en el juicio que determinará si el padre de esta familia está capacitado emocional y psicológicamente para volver con su familia o tendrán que estar separados un tiempo.
Muchas veces las víctimas de las sombras quedan tan quebradas espiritualmente que estás vuelven para intentar poseer de nuevo a sus víctimas y cumplir su cometido, esto solo si la víctima no tiene la capacidad mental para superar el trauma.

Llegó y el juicio está casi terminado, entro silenciosamente y me siento detrás de la señora y la niña –¿Como va todo?– pregunto en un susurro y ella responde con lágrimas en los ojos, –Oh gracias por venir, ¿no puede hacer algo por el? A este paso no lo dejarán quedarse con nosotras, y lo que menos queremos es que esté lejos en este momento.– se le quiebra la voz –Entiedo como se siente pero yo ya di mi declaración, si los medicos lo declaran inestable para volver yo no podré hacer nada.–
No soy un héroe, solo hago mi trabajo y aunque no suele importarme lo que le pasa a un poseído que ya perdió el control, la empatía hacia las familias lastimadas es algo a lo que tenerle respeto, por eso estoy aquí, pero eso no cambiará en nada está historia.

Los médicos declaran que emocionalmente el señor Rivera se encontraba inestable, estrés, depresión entre otras cosas lo llevaron a ser poseído por la sombra, llevando a cometer actos de violencia contra su familia, las secuelas de esto lo afectaron de tal manera que el tiene miedo a ser poseído de nuevo, y eso lo hacía frágil, el juez lo declaró emocionalmente inestable para volver con su familia.

El juicio termina, no queda nada más que hacer que despedirse, a partir de ese momento no lo verán más que una vez por semana unos 20 minutos, yo observo desde lejos pero el señor Rivera me ve y me hace señas para que me hacerque, –Gracias.– me dice –No tiene de que agradecer, es mi trabajo.– respondo con una mirada sería – lo sé, pero es lo más que merecen aquellos capaces de hacer lo correcto ¿no es así?– sus ojos reflejan lágrimas y su sonrisa una tristeza profunda, abraza a su esposa y a su hija por última vez cuando los hombres vestidos de blanco se lo llevan.

Escucho los gritos de aquella mujer desconsolada pidiendo que no se lo lleven mientras abraza a su hija y pienso, usted también pudo haber hecho lo correcto.