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Edmund se alejó repentinamente de mi lado, caminando amenazante al pobre rubio que solo se dedicó a levantarse de mi cama, intimidado por el mayor que me hablaba con molestia.

- Yo no he visto que muevas un dedo desde que llegamos.- Mi novio le hablo con molestia.-

Con fastidio de que los dos comenzara su típica discusión pase mi mano derecha por mi rostro, sus actitudes chocan por que son tan parecidas.

La puerta fue cerrada con fuerza, mandí mi atención aquel golpe al cerrarse, me imagino por Edmund.

- Creo que debería decirle a tu padre que robaste los caramelos de la tía Alberta.- Amenazo Edmund.-

Giré sobre mis tobillos para por fin ver la discusión de ambos, quitando mi atención de la pintura.

- ¡Mentiroso!.- Le reprochó el menor.-

- Ja, ¿Eso crees?.- Dijo burlón.-

- Chicos basta.- Trate de llamara su atención acercándome a ellos unos pasos.-

- Chicos, la pintura.- Pude escuchar a mis espaldas la voz de Lucy llamándonos.-

- Los encontré bajo tu cama, ¿Y te digo qué?. Chupé cada uno de ellos.-

- Ugh.- Dijo con asco Eustace.-

- Okey, ya basta ambos.- Mire a ambos con molestia y asco ante lo que había dicho.-

- Me pasaste tus gérmenes.- Reprocho el rubio, ignorando mi petición.-

Nuestra atención de los tres fue a Lucy, y a aquella pintura al ser salpicados con agua.

- ¿Qué está sucediendo?.- Eustace nos miró con confusión y miedo.-

- Chicos, ¿Creen qué...?.- La voz de Edmund sonó con alegría.-

- Solo es un truco, ya basta o le dire a mi madre.- Podía escuchar su voz a mis espaldas.-

Mis amigos y yo solo nos dedicamos a mirar con alegría ver el agua salir de aquel cuadro, empapando nuestros pies, aunque a nuestras espaldas oíamos los llamado desesperados de Eustace a su madre.

- Voy a romper ese tonto cuadro.- Fue lo único que dijo para abrirse camino entre Edmund y yo.-

- No, idiota.- Dijo Edmund.-

Entre los tres tratamos de que soltara el cuadro, aunque el agua que saliera de este no nos permitiera ver con claridad.

Terminó por caer el cuadro hasta el suelo de la ya inundada habitación. Los tres ya estábamos empapados de pies a cabeza.

El piso desapareció, haciendo que los 4 soltáramos un grito a la repentina falta. El agua subía con rapidez, ya había cubierto toda la habitación dejándonos sin oxígeno.

Mi cuerpo chocaba con los muebles que ahora estaban sumergidos, nadé a la superficie al sentir como mis pulmones pedían a gritos el aire.

Juraría que él salir a la superficie fue como si nadara 5 metros.

Salí a la superficie soltando todo el aire y la poca agua que había entrado a mi boca.

- Lucy, Edmund.- hable al no verlos en la superficie.-

A los segundos salió Lucy, seguida de Edmund y Eustace.

- ¡_____!.- Escuché la voz de mi amiga llamándome.-

De pronto la luz del sol en mí fue tapada por la sombra de un inmenso barco.

- Eustace nada.- Lucy llamó a su primo.-

 𝑾𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖...☁︎𝔼𝕕𝕞𝕦𝕟𝕕 ℙ𝕖𝕧𝕖𝕟𝕤𝕚𝕖☁︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora