Amortentia [TERMINADA]

Tal vez...

Habían pasado tres días desde aquello, Draco había vuelto a sus clases normales el día siguiente, con su máscara de príncipe de Slytherin de siempre o eso creía porque muchos alumnos de su casa lo miraban preocupados, al parecer su máscara de indiferencia no funcionaba bien y se podía notar lo lamentable que se veía, los ojos rojizos que tenía continuamente por haber estado durmiendo mal o por querer llorar en cualquier momento desde que se despertaba. Muchas veces quiso escabullirse al pensadero de la oficina del director para poder ver sus recuerdos con Harry una y otra vez pero sus amigos lo impidieron.

Se había topado con Potter, claro que lo había hecho, la primera vez fue durante la cena del día siguiente, había evitado comer en el comedor, sus amigos le daban comida que guardaban en servilletas pero finalmente, tuvo que volver a pisar el comedor. Habían chocado miradas, Harry, quien dos días antes lo observaba con adoración, ahora desviaba la mirada, evitando su presencia.

Se veía apagado, realmente afectado hasta que el tercer día, caminaba por el pasillo en camino a Herbología, sus amigos lo habían dejado a petición suya, quería estar solo algunos segundos. Vislumbró a lo lejos como Pansy discutía con Hermione y Harry, les gritaba algo que no escuchaba pero suponía qué era. Quizás hubiera pasado de largo o solo hubiera escuchado pero se detuvo cuando escuchó a la castaña decir algo.

-¡Deja a Harry, él no pidió enamorarse de ese bobo! -Sí, su forma de insultar nunca había sido la mejor.

-¡Este hijo de puta se anda paseando como si nada mientras yo tengo que ayudar a Draco a no- Se interrumpió a sí misma, mordió su labio con frustración y miro con recelo a Harry.

-¡Y a nosotros qué! -En un descontrol, Hermione agarró a Pansy del cuello de su túnica pero una mano más grande la sujeto por encima para terminar por arrojarla.

-Deja a Pansy, Granger. -Gruñó Draco. Aquello había sido una especie de despertar, no podía quedarse parado viendo como una persona intentaba dañar a uno de los suyos, no más. Miró a Harry de una forma glacial, casi parecía que no se la había pasado llorando en las noches por su ausencia. -Y tú, Potter, deberías sentirte bendecido porque te haya volteado a ver. La amortentia, créeme, fue una tortura para mí aunque no haya sido yo el imbécil que la consumió.

Los Gryffindor parecían haberse quedado mudos, aunque Harry en ningún momento había participado en la discusión, hasta Pansy estaba sorprendida de ver al Draco que tanto extrañaba, lo abrazo de inmediato ante las miradas de los leones.

-Te extrañaba, Draco. -Dijo Pansy, restregaba su rostro en el pecho del rubio.

-Pero si me viste hace una hora. -Rodó los ojos, parecía realmente había regresado a ser él mismo. Sin despedirse, se marcharon, como si los otros no existieran.

Sin darse cuenta que un castaño mordía su labio con frustración.

Caminaron un poco hasta toparse con los gemelos Weasley quienes los saludaron de inmediato, siendo correspondidos por Hermione y Harry.

-No te habíamos visto estos días, pequeño Harry.

-¿No te hemos visto pegado a Malfoy? ¿Y ese milagro? -Habló Fred. Hermione había terminado por despedirse cuando divisó a lo lejos a Ginny, dejando a los tres chicos caminando.

-Saben que no era porque lo quisiera. -Frunció el ceño, creía que toda la escuela lo sabía.

Fred y George se miraron como si compartieran una conversación para después volverse a él. -Pero se nota lo enamorado que estás de él desde hace años. -Habló George.

-Así es, seguramente hasta Filch se habrá dado cuenta.

Harry se removió incómodo. -¿De qué hablan?

Los gemelos se rieron de él. -Ay, pequeño Harry ¿No te habías dado cuenta que siempre has estado al pendiente de Malfoy? Puede que sea un idiota, pero es el idiota que te gusta. -Habló Fred.

-¿Qué? -La conversación se vio interrumpida por Ron quien había escuchado lo último, los gemelos lo vieron y se despidieron para huir.

-Solo están diciendo otra de sus bromas. -Contestó Harry mientras caminaba al lado de Ron quien había permanecido en silencio.

-Mm... ¿Harry? -Preguntó el pelirrojo con duda. -Sabes que... No me parece tan descabellada la idea de qué te pudiera gustar Malfoy. -Harry detuvo su andar y lo miró con la frente arrugada.

-¿Tú también vas a decirme eso?

-Buenos, bueno, es que siempre has estado tan al pendiente de él, no de una forma tan de "enemigos".

Harry terminó por ignorar eso y se marchó sin antes despedirse, caminaba por los pasillos, muchas dudas azotaban su mente hasta que choco con Luna, se disculpó de inmediato.

-No te preocupes, Harry. -Habló amablemente. -Vamos juntos, también voy a donde vas.

-¿Cómo sabes que voy a Transfiguración?

-No lo sabía, pero quería caminar contigo. -Harry le sonrió con amabilidad y ella continuo. -¿Así que ya no estás detrás de Draco?

-Sí...

-Que mal, se veían lindos juntos. -Se lamento la chica, Harry la miró confundido. -Bueno, siempre sentí una atracción entre ustedes.

-¿Qué? -Se detuvo y la miró.

-Deberías saberlo, tu eres el que ha sentido todo. -La chica se fue alejando de Harry y le sonrió. -También, no deberías de atribuirle todo a la amortentia, aveces lo cercano, no es la verdad. -Dijo la chica, dejando a un Harry confundido por sus palabras.

Pasaron las clases hasta que finalmente fue de noche, Harry no podía conciliar el sueño, eran las 12 A.M., miró como sus compañeros de cuarto estaban desparramados dormidos, los envidio por un momento. Muchas cosas daba vueltas por su mente, la conversación con Ron, los gemelos y Luna lo tenían afectado.

Se levantó para conducir su mente a otro lado, decidió escabullirse hacia la cancha de Quidditch junto con su varita y la capa, llegando finalmente. Se dio un golpe en la cabeza cuando se dio cuenta que olvidó su escoba, aún así, decidió recostarse en el pasto húmedo, mirando el cielo.

Pensó mucho y más que nada recordó, su mente reprodujo todo lo vivido con Draco, los besos e inconscientemente llevo uno de sus dedos a los labios, recordando vivamente la textura de la piel del rubio, sintió su corazón bombear con fuerza. Recordó los sonidos de Draco en la última noche que habían estado juntos.

"-Tambien te amo, Harry... Siempre lo hice. -Susurró de una forma lastimera, el otro en una forma de consuelo, lo besó."

El recuerdo le causó un dolor en el pecho, no volvería a escuchar aquellas palabras, en lugar de aliviarlo, lo consternaron más. En su mente llegó cuando se escaparon al pueblo, rieron, se echaron bolas de nieve en la cara para después besarse, caminaron sujetados de la mano, todo lo que siempre habría querido hacer si tuviera pareja.

Pero fue más que comportarse como una pareja, era serlo, no habían planeado nada, todo había sido espontáneo, tan maravilloso que parecía un libro de romance. Por alguna extraña razón, cerró los ojos, queriendo encontrarle significado a lo que sentía.

¿Era posible que... Se hubiera enamorado?