Incómodas declaraciones

26.5K 3.3K 1.3K
                                    

El día siguiente había llegado, el trío de oro se dirigía a la mesa Gryffindor del comedor, Ron no tenía esa emoción de todas las mañanas para ir a desayunar, ahora tenía unas grandes ojeras debajo de sus ojos, estaba irritado y se notaba desde lejos, estaba jorobado mientras caminaba, Hermione no preguntó nada, ya suponía que Harry había estado hablando toda la noche sobre lo maravilloso que era Draco Malfoy, no dejando dormir a Ron. Harry había despertado de lo mejor, se sentía como si caminara sobre nubes y lo decía en voz alta sin pudor.

-Sus ojos soñadores, cada que me ven, siento que camino sobre el cielo ¿Saben cómo? -Suspiro risueño y sus amigos sólo lo miraron por el rabillo del ojo sin responder, Ron solo reflejaba su cansancio, estaba harto pero sabía que no era culpa de su amigo, la chica lo miraba con lástima, se sentía culpable porque Harry se haya "flechado" por Draco Malfoy, la peor persona de Hogwarts después de Snape.

Se sentaron en la mesa, Ron decidió sentarse al lado de Hermione y está adelante de Harry, no quería escuchar más sobre las atractivas manos de Draco ni que su cabello brillaba de cierta forma a la luz del sol.

-¡Ay! ¡Allí está! ¡Miren, miren! ¿A qué no es guapo? Va a beber jugo de manzana y comerá un pan tostado. -Comentó emocionado, no le quitaba la vista de encima al rubio el cual no se había dado cuenta de ello.

-Harry, no puedes saber qué va a com- -Se vió interrumpida cuándo vió como Draco sujetaba un vaso de jugo de manzana y después una tostada, se sorprendió ¿Acaso, además de flecharse por Draco, también había tomado algo para saber el futuro? -¿Cómo lo supiste, Harry?

-Eso desayuna todos los martes, supongo que porque los lunes desayuna más cosas y quiere comer ligero después. -Elevó los hombros sin importancia y bebió jugo de calabaza mientras seguía viendo a Malfoy de reojo.

Hermione y Ron compartieron una mirada consternada.

Apenas termino el desayuno, Harry salió disparado hacia la puerta, sin esperar a sus amigos quienes corrieron detrás de él para evitar que hiciera una estupidez aún estando bajo una poción de amor. Chocaron con algunos estudiantes, se disculpaban y seguían corriendo, pero cuando divisaron una cabellera rubia que estaba en medio del pasillo, se detuvieron, había un gran círculo a su alrededor de personas viendo lo que pasaba, apenas iban a gritar el nombre de Harry para saber dónde se encontraba pero, cuando bajaron la mirada, miraron de forma escandalizada como su amigo estaba con una rodilla en el suelo, arrodillado ante Draco que lo miraba de una forma incómoda.

-Potter, levantate, no me humilles de esta forma. -Susurro en forma de súplica el chico. Había salido del comedor con sus amigos cuando sintió que tocaban su hombro, al voltear, vio como Harry lo miraba, apunto de decirle el primer insulto que viniera a su cabeza como era costumbre, el castaño se arrodilló ante él, sus amigos lo miraron confundidos, no les había contado lo de Harry y el asunto con la Amortentia al no querer pasar por la vergüenza y al creer que el efecto pasaría la noche anterior. -Imbécil, levantate, todos nos miran.

-Draco, tus ojos son como un anillo hecho de plata después de ser fundido por el calor del sol. -Empezó a recitar Harry mientras ponía su mano en su corazón y lo miraba con una adoración. -Quisiera ser anteojos para poder estar cerca de ellos todo el tiempo o ser tus pestañas para poder ayudar a combatir el polvo de molestar tus ojos.

Toda la gente a su alrededor los miraron de forma asombrada, se escucharon resoplidos, todo en un silencio donde Draco se puso tan colorado como el logo de Gryffindor, se sentía humillado después de que algunos empezarán a soltar risillas, logro divisar entre la multitud a una Ravenclaw pelinegra que tenía los ojos llenos de lágrimas y lo miraba con envidia, aunque le gustaba la sensación de ser envidiado, no le agradaba en aquella situación.

-¡Beso, beso! -Empezaron a pedir a gritos los gemelos Weasley mientras aplaudían.

Draco ya sumamente avergonzado, le dio un manazo a la mano de Harry cuando esté quiso entrelazar sus dedos. -Maldito imbécil, fue divertido por un momento pero esto ya es pasar el extremo. -Se marchó apenas termino de decir eso, sujeto a sus amigos por los brazos para llevarlos con él.

Casi parecía que Harry se había convertido en un pequeño cachorro y se pudieran ver sus orejas caer con tristeza, se levantó y camino hacia sus amigos, Ron estaba por regañarlo, decirle que se estaba poniendo en vergüenza pero al ver a su mejor amigo con los ojos empañados, se sorprendió y se tragó sus palabras.

-Creo que me odia. -Dijo en un susurro y abrazo a Hermione quien, contrariada, le correspondió, dejando que ocultara su rostro en su cuello.

-Ya, ya, no pasa nada, Harry. -Consoló mientras le acariciaba el desastroso cabello.

-¡Todos váyanse! No hay nada más que ver, chismosos. -Gritó Ron mientras sacudía sus brazos, espantando a las personas que estaban allí viendo todo, dejando solo al trío de oro y a los gemelos que se acercaron de forma dudosa.

-Tranquilo, Harry ¡Tu puedes conquistarlo! -Animaron al mismo tiempo los hermanos más altos, revolvieron el cabello de Harry y subieron los pulgares de forma sincronizada.

-Fred, George, no alimenten su espontaneidad. -Regaño la chica pero cuando sintió que Harry se separaba de sus brazos, ya se estaba llevando su mano a su frente con frustración.

-¡Sí! Seguramente solo estaba avergonzado. -Explicó el castaño. Abrazo a los gemelos con emoción y se marchó, los gemelos rieron al ver su cometido. -¡Nos vemos! Tengo que buscar a un Slytherin.

-Bien hecho, ahora Harry va a someterse a más humillación social. -Regaño nuevamente, llevándose sus manos a la cadera.

-¿Por qué? -Pregunto Fred.

-¿Qué tiene de malo que se declare a Malfoy? Nos cae mal, pero si es lo que el niño quiere. -Dijo ahora George.

-No somos quienes para juzgar. -Dijeron ambos al unísono.

Hermione rodó los ojos, queriendo evitar que se sepa que consumió Amortentia por accidente y Ron solo miraba la escena, fatigado y yendo a buscar a su mejor amigo para evitar que haga algo más.

Ron había pasado una hora buscando por todos lados a Harry pero no lo encontraba, talla a sus ojos con malestar. Tuvo que ocultarse varias veces de los maestros pues se suponía que debía estar en clase, supuso que Hermione si había entrado a clases. Arrastraba los pies, la idea de irse a esconder en algún salón y dormir era muy tentadora, eso hasta que choco con alguien, sorprendiéndose.

-Fijate por dónde vas. Oh, dios, eres tú, Weasley. -Ron dirigió sus ojos al rostro de la persona, poniéndose en guardia cuando se dio cuenta que era Draco, el cual tenía los ojos desorbitados, claramente nervioso y asustado. -Ayúdame.

-¿Qué?

-¡Potter! Me está persiguiendo desde hace media hora con una cartulina que tiene un poema y flores que no sé de dónde saco.

En eso, escucharon pasos apresurados y Draco se ocultó detrás de Ron, usando su túnica para taparse. Ron se removió incómodo, eso de ayudar a su enemigo no estaba en sus planes pero tampoco lo estaba el dejar que su amigo se humillara más.

-Oh, Ron ¿Dónde está Draco? Tengo un regalo para él. -Preguntó Harry quien llegaba con las mejillas sonrosadas, quizás por la larga caminata persiguiendo a Malfoy.

Ron solo atino a señalar a su derecha con el dedo índice, sin decir nada, Harry se fue trotando por donde señaló hasta que se perdió de vista. Escuchó un resoplido por detrás de él, notando como Draco se reincorporaba de nuevo. Quiso burlarse o decir algo, pero se vió interrumpido por Draco quien lo señalaba.

-Ni una palabra, Weasley.

No pudo evitarlo, soltó una risa burlándose del rubio.



Amortentia [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora