Capítulo X: Más trabajo

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Este no era su plan para salir de compras. Chaeyoung echó su cabeza hacia atrás, bufando y sostuvo la nueva bolsa que Olivia le tendió. Estaba sentada en el banco, frente a una tienda, esperando por los demás. Mina llevaba más de media hora probándole ropa a Beom-gyu y Olivia no paraba de hacer que las vendedoras sacaran prendas y más prendas para que solo ella las viera.

Estiró sus piernas y las cruzó para cambiar de posición, tratando de demostrar que no la estaba pasando tan mal. Inclusive bostezó sin reparos cuando la niña llegó con dos vestidos rosas, iguales para su gusto, y le preguntó cuál le convenía pagar porque no entendía la forma en le dijeron.

— Solo elije el que te guste —le propuso y Olivia alzó uno de sus brazos. La vió alejarse y alzó ambas cejas sorprendida: había tomado el más costoso— Oh por dios, al fin —murmuró al ponerse de pie cuando Mina llegaba con Beom-gyu y dos bolsas de papel en su mano.

— Cuídalo mientras regreso le dijo la rubia antes de caminar nuevamente hacia el interior de lugar —Chaeyoung corrió hasta ella y la tomó del brazo, deteniéndola.

— ¿Qué es eso de que lo cuide?

— Pues eso, cuídalo. Necesito elegir algo para mi ahora.

— Oh, Mina, vamos ¿estás bromeando? Llevamos horas aquí ¡horas! —exclamó soltándola y abriendo sus brazos, demostrando su cansancio de estar allí.

— Lo siento pero aún no compré algo para mi —dijo Mina— puedes volver a casa con Beom-gyu, si lo deseas —Si, eso deseaba, volver a casa. Pero con todos, no sola. Con ella— Cuando terminemos con Olivia, iremos.

— No, Mina —la retuvo nuevamente, acercándola a ella y atrapando su cintura. Podía besarla allí si quería, estaban en un lugar público y con mucha gente a su alrededor y eso eran para los demás; una pareja realmente feliz. Los labios de Mina pintados de ese rojo intenso solo la llamaban a hacerlo. Acarició su espalda y negó ligeramente con su cabeza— No me iré sin ti ―le dijo antes de inclinarse y detenerse sobre su boca, desviando su vista con molestia cuando alguien se acercó a interrumpirlas.

— Buenos días, Somi —saludó la rubia y Chaeyoung pudo ver el beso de aquella muchacha con énfasis en su mejilla. Y a ella solo le dio un movimiento de cabeza.

— ¿De compras? —preguntó la chica.

— Taehyung nos invitó a una cena —dijo Mina, señalándolas y Chaeyoung aprovechó para atrapar su mano en el aire, jalándola contra ella— ¿Tienes idea si le gusta el vino?

— Le encanta ―respondió Somi— ama el vino blanco.

— Vino tinto llevaremos entonces — murmuró Chaeyoung con una sonrisa fingida y Mina volteó a verla, reclamándole— Es una broma, cielo —agregó antes de exigir sus labios y besarla. Regla número 11 de su trabajo: todo lo que te rodee bajo contrato, te pertenece. Pudo oír el sonido de sorpresa por parte de Somi y sonrió mentalmente. Se separó, con un evidente ruido, y abrazó a Mina por detrás— Tengo entendido que varias parejas irán ¿te veremos allí? —preguntó Chaeyoung aparentando importancia. La chica se aclaró la garganta y se acomodó el cabello, negando con la cabeza avergonzada.

— En realidad, le había comentado a Sana que no estoy en una relación. Estoy solt...

— Sola ―la cortó Chaeyoung— Estás sola, te entendemos. Bueno, quizás podríamos armar otra reunión luego e invitar alguna amiga ¿cierto, cariño? —continuó, observando a Mina asentir sin problemas.

— Si, eso sería genial —masculló la chica— ¿y qué iban a comprar aquí? ¿Algo de ropa?

— Pues si, es una tienda de ropa —bromeó la castaña con notable ironía y Mina golpeó su cadera hacia atrás, intentando detenerla y que se callara.

reglas de oro ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora