— ¡Vamos, Beom-gyu! Vamos, tú puedes, ¡patea!... ¡Rayos! —Chaeyoung se cruzó de brazos y bajó su cabeza, observando tras sus lentes de sol el nuevo entrenamiento del equipo de fútbol que Mina dirigía. Solo se escuchaban los gritos de la rubia, animando a los niños pero más a Beom-gyu. Sin embargo, el chico llegaba casi sin aliento hasta el arco y Jaemin, quien usaba los guantes para atajar, terminaba con la pelota en la mano por sus débiles disparos.
Chaeyoung sacudió el cabello del niño cuando pasó a su lado luego de que Mina le hiciera una seña de que saliera un momento. Tomó dos botellas con agua del banco tras ella y le entregó una. Lo observó beber con tranquilidad y luego se acercó hasta Mina. Somi estaba frente a la rubia dándole algunos consejos y con una planilla en mano, cual asistente que Sana no necesitaba. No para su gusto.
La chica se le adelantó y le dió otra botella a la rubia, sonrió ampliamente cuando la rechazó con cortesía porque aún no la necesitaba. Sin embargo, ella quitó la tapa de la que sostenía y abrazó a Mina desde atrás, pasando el brazo frente a sus ojos para que tomara la botella.
— Lo estás haciendo muy bien, cariño -—le dijo mientras Mina bebía con gusto. Somi golpeó la lapicera contra la planilla y señaló hacia un costado, donde dos autos se acercaban.
— Son más niños, iré a recibirlos — murmuró y Chaeyoung asintió con su mejor sonrisa para que lo hiciera. Ya no le divertía tener que dejarle en claro que Mina era su esposa, porque la rubia apenas le prestaba atención, pero si le divertía sus reacciones cuando ella aparecía para arruinarle sus obvios avances.
Giró a Mina sin separarse y notó que algo de sudor se había juntado en su frente, cayendo con prolijidad en todo su cuello. Apartó un mechón de pelo sobre su rostro y palmeó suavemente su gorra. Había visto las porristas de su Instituto cuando asistía y lo corta que eran sus faldas e incluso había disfrutado de la vista cuando la hacían girar y mostraban de más; pero el uniforme no oficial que Mina llevaba puesto llamaba más su atención.
Sus piernas bronceadas bajo ese short, su clavícula al aire tras esa remera blanca y su cabello largo y bien cuidado bajo esa gorra azul, eran la combinación favorita para ella. Luego de Mina en ropa interior, porque nada se comparaba a cuando la veía pasearse por su cuarto o la sentía dormir en ese estado.
Rodeó su mejilla izquierda con su mano y la acarició. Se preguntó por qué Sana cerraba sus ojos, si sentiría lo mismo que ella cuando la rubia imitaba ese gesto al llegar de su oficina cada mediodía. Tiró con suavidad hasta ella y se inclinó para dejarle un beso en los labios. Una unión sin movimiento, solo una boca sobre la otra por unos segundos.
Se alejó y se repasó los labios con la lengua, llevando el sabor de Mina a su interior.
— Te lo dije tío, ellas están muy enamoradas —escucharon ambas y Mina volteó, Taehyung se acercaba con Mark Lee y sus pasos con total seguridad. El hombre ignoró el comentario del chico y se detuvo al lado de ambas, inspeccionándola sin mover su vista pero haciéndolo; Chaeyoung conocía ese tipo de miradas porque así lo hacía apenas conocía su nuevo negocio— Chaeyoung, Mina, mi tío. Tío, ellas son...
— Si, si, Taehyung no soy idiota —lo interrumpió el hombre mayor— Chaeyoung y Mina, acabo de escuchar. Tu cara me es familiar —le dijo a la castaña y Chaeyoung entrecerró los ojos; su rostro para nada llegaba a sus pensamientos así que no, no podían conocerse.
— Lo lamento pero creo que nunca la había visto antes —le dijo antes de estirar su brazo y esperar estrechar sus manos. Mark la observó una vez más, Mina su cuerpo para inspeccionar a Sana y finalmente volvió a su lugar, aceptando el saludo de Chaeyoung sin inmutarse— Es un placer conocerlo, todo el mundo habla bien de usted.
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reglas de oro ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴
Fanfic𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆┊Son Chaeyoung es una estafadora profesional que quiere dejar el negocio con un último golpe. Para lograrlo deberá reclutar integrantes que fingirán junto a ella ser una familia feliz. ──────────── ⋆·˚ ༘ * ──────────── ⋆ Pare...