Día 10: Hanami (Admirar las flores)

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El sonido de la campana la despertó abruptamente. Al parecer se había quedado dormida en la clase y justo había finalizado. Se talló su ojo izquierdo y soltó un suspiro.

Observó a su amigo Hyūga guardando algunas cosas en su mochila, hasta que lo vio extendiéndole su cuaderno de notas. Ella sonrió con timidez y él negó, desaprobando que se haya quedado dormida y no haya tomado apuntes.

Tenten comenzó a guardar el cuaderno de su compañero y las cosas que había sacado cuando pensó que tomaría algún apunte durante la clase. Mientras él la esperaba en la puerta del salón.

Caminaron juntos hasta la salida, tomando el camino de siempre. Este estaba rodeado de árboles que se encontraban en su máximo esplendor. Las flores que los adornaban eran dignas de admirar y el Hyūga lo hacía cada día que tomaban ese camino para llegar a sus casas. Eran vecinos, así que se hacían compañía.

Aveces caminaban en silencio y otras veces, Tenten parloteaba hasta llegar a su casa.

Ese día optó por mantenerse callada y Neji no pareció tener intención de conversar.

Él se mantenía observando el paisaje, las flores y su llamativo color.
Ella, en cambio, lo observaba a él.

Siempre era así. Él no parecía darse cuenta. Ella lo admiraba como si fuera lo más interesante en ese lugar o en cualquier otro. Lo consideraba muy apuesto, atractivo, elegante. Para ella no existía palabra para describirlo del todo.

Era su mejor amigo y odiaba ser un cliché. En cierto punto, hasta le avergonzaba.

A veces se mantenía atrapada en sus pensamientos. Se creaba escenarios en su cabeza sobre él enamorándose de ella. Pero siempre regresaba a ese lugar.

Él la veía, pero no la miraba. Ahí aprendió que "ver" y "mirar" no eran sinónimos. Alguien se había dado cuenta de su interés. Había sido por accidente, porque ella lo hubiera evitado de haberlo sabido.

Esa persona le había insinuado algo. Algo que era verdad, pero que ella nunca aceptaría en voz alta. Cuando ella le dijo que solo lo estaba viendo, él le había contestado que ella lo estaba mirando. Se mostró confundida, pensando que era justo lo que había dicho. Entonces el profesor Gai le había dicho una frase.

Vemos todo lo que miramos, pero no miramos todo lo que vemos.

Entonces lo comprendió.
Bastaba con tener los ojos abiertos para ver, pero mirar es un acto deliberado, donde se ejerce, en alguna medida, la voluntad.

Ella lo miraba y él la veía.
No se perdía en ella, como ella lo hacía en él.

Desde hace tiempo había aceptado su destino y había construido una casa en la zona de amigos, donde pasaría el resto de su vida.

Pero a veces, solo a veces, deseaba algo más y se molestaba con ella misma, pensaba que estaba siendo avariciosa. Ya consideraba mucho la amistad que le brindaba, dado que él no era mucho de tener amigos, mucho menos cercanos y mucho menos chicas. Sabía que le resultaban molestas, más al ver a a más de un par volverse locas por algún chico del instituto.

Tenten no quería que él pensara eso de ella, por eso nunca había dicho nada, ni lo haría. Eran constantes las declaraciones de amor que él recibía y rechazaba sin miramientos. No les daba la oportunidad. Y no era porque fuera grosero o malo. Recibía comentarios de Lee, cuestionándole por qué no las aceptaba o lo intentaba, él solo respondía que no quería darles esperanzas donde no las había.

Era franco y directo. Por lo mismo, Tenten sabía que no jugaría con ella y por eso mismo la rechazaría como a las demás.

–¿Sucede algo? - Neji se había detenido y volteado a verla. –Estás más callada de lo normal y te miras pensativa.

A veces sucedían estas situaciones. Y Tenten también lo odiaba. Porque parecía que él se daba cuenta de su estado, como si no solo la estuviera viendo, sino que, tal vez, la había mirado.

Pero sabía que la esperanza era la razón de la decepción y ella estaba cansada de sufrirla.

–Nada. - se detuvo al momento que él lo hizo. –Solo estoy cansada. - le mostró una sonrisa y él reanudó su paso sin insistir.

Ella se mantuvo ahí unos segundos, mirándolo.

Y mientras tú admiras las flores, yo te admiro a ti. Esperando que algún día me encuentres más interesante de admirar que a las bellas flores de primavera.

 Esperando que algún día me encuentres más interesante de admirar que a las bellas flores de primavera

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