Capítulo 29

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Nueve meses de gestación

Hace ocho días había pasado eso, me sentía ansiosa porque el cualquier momento pasaría lo del parto y no se como sería pero igual estaba esperando a mi esposo en casa mientras miraba una película mi favorita pues ahora no quería saber nada más que relajarme.

Pero mi momento de relajación se fue a la mierda cuando sentí una punzada en mi vientre y de pronto un líquido que empezó a chorrear por mis piernas, estaba asustada y no se que hacer, llamé al primer número de lo que decía en mi celular y era a mi padre.

---Papá creo que rompí fuente estoy muy asustada, Aidan aún no vino -dije asustada-

---Muy bien tranquila voy en camino   -dijo en un tono preocupado-

Pasaron 10 minutos, me dolía demasiado fuerte no podía ni siquiera caminar, mi hermano y mi padre entraron, el mayor me cargo y mi hermano bajo corriendo con el maletín de la niña. Cuando llegamos la doctora me miró y ordenó que preparen la sala para poder dar a luz, el dolor ni siquiera me mantenía estable era algo horrible.

No se en que momento ya estaba en la sala y la doctora me decía que a su indicación tenía que pujar y así lo hacía pero no había resultados hasta que paso algo, todos pararon pero la angustia llegó a mi no se que estaba pasando-

---Que pasa?  -le dije a un enfermera-

---Esta perdiendo mucha sangre   -dijo una de ellas a la doctora y ella me miró con preocupación-

---No no esto no puede estar pasando  -dijo ella preocupada- No de nuevo  -dijo asustada-

---Doctora la vida de la bebé también esta en peligro es por eso que no viene, tiene el cordón umbilical enredado  -la doctora negó y me miraba mientras ella entraba en crisis-

---Muy bien hagamos una cesárea, rápido duérmanla y traten de detener el sangrado  -de la nada deje de sentir dolor y preocupación-

Aidan Gallagher

Cuando llegué a la clínica no me daban informes, vi a mi suegro a mi cuñado sentados en un a parte fui corriendo y les pregunté pero ellos me dijeron que no sabían nada .

Una maldita hora había pasado y no sabía nada de ellas, mis padres también estaban acá esperando noticias pero cuando salió no fueron nada agradables.

---Escucha hijo, tu debes de decidir la vida de ambas esta en peligro y las posibilidades de salvarlas a los 2 son muy bajas  -empecé a negar- La vida de tu hija o la de tu esposa, debes de escoger   -me dijo la doctora con tristeza-

Esto no podía estar pasando ambas debían de vivir, no podía dejar morir a la mujer que me enseño varias cosas y que estuvo mucho tiempo conmigo pero tampoco podía dejar morir a mi hija la cual ambos habíamos ansiado por mucho. Las miradas recayeron en mi tenía en mis manos la vida de 2 personas muy importantes para mi.

---No puedo elegir  -dije y ella asintió-

---Daremos la oportunidad de vivir a tu hija porque es una nueva vida  -me dijo y entré en un trance-

---Hijo  -me fui a otro lugar mientras revolvía mi cabello desesperado-

Paso un buen rato hasta que volví justo la doctora salió y dijo que habían logrado estabilizar a las 2 pero mi esposa no despertaba, han intentado que regrese pero no saben el porque. Pero con una sonrisa me dijo que podíamos ir a ver a mi hija, no quería hasta que mi esposa despertará.

5 horas después me llevaron donde mi esposa, ella estaba bien pero estaba demasiado confundida.

---Amor, que paso?  -me dijo preocupada- Mi hija 

---Ella esta bien, quieres conocerla?  -le dije y ella asintió.- Yo también estuve esperando hasta que despertarás para conocerla ambos.

Fui donde la enfermera a decirle y a los 10 minutos vino

Princesa©. - Aidan Gallagher #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora