Say When [Detenida]

VI

Ciudad de Nueva York.
Martes 30 de Mayo / Miércoles 31 de Mayo de 1997.

Después del largo día de clases y de haber regresado de dejar a Sophia y a Skye en sus casas, ya estaba en la mía descansando y sin preocupaciones, lo único que me tenía con duda era de que pasaría al día siguiente. No me molesta instruir y ayudar a los nuevos a acoplarse, lo que me desespera un poco son todas las preguntas que hacen. Suelo ser paciente, pero todos llegamos a un limite, el mío es que me estén haciendo tantas preguntas seguidas.

Recostado en la cama y con la música a todo volumen, decido dejar el tema para no alterarme mas. Logro escuchar que tocan la puerta y me pongo de pie para ir a bajar el volumen del reproductor, me acerco a la puerta y la abro dejando ver el rostro de mi mamá.
Muchos dicen que me parezco a ella. Tiene el cabello tan oscuro como la noche misma y la tez pálida, lo único que nos diferencia son los ojos. Yo los tengo color azul pálido y ella los tiene verdes, posiblemente grises. Me ha dicho muchas veces que me parezco a mi padre en el carácter, lo dice porque al menos ella si lo conoció.

-Drake, llevaré a tu hermano a sus clases de karate -me mira dejándome entender que se tardará un rato- no incendies la casa mientras no estoy.

-no evito reír y asiento- No te preocupes, la cuidaré tan bien como cuido mi habitación -levanto mi mano derecha en modo de juramento mientras sonrío.

-¿Es necesario que te encargue con la vecina? -ríe por el comentario, ya que mi cuarto no era mas que un desastre y si cuidaba la casa tal y como hacía con el, entonces quedaría patas arriba antes de que se fuera.

-Ja ja, que graciosa ­-rio con ella y la abrazo fuerte dejando un beso en su frente. Su estatura hace que me agache un poco para que pueda dejarle el beso­- ten cuidado, ¿vale?

Ella asiente y se despide dejando un beso en mi mejilla. La puerta se cierra y logro escuchar sonidos sordos de mi hermano contándole lo que le había pasado en el día y como mi madre se reía de sus aventuras.

Antes de que naciera Steven mi mamá me daba mucha atención, cosa que me encantaba, pero ahora solo se concentra en mi hermano menor desde hace ya casi ocho años. No me molesta en absoluto, yo me encariñé con él desde el primer momento en que lo vi y pareciera que él conmigo. Cuando me lo encarga mi mamá siempre nos divertimos y la pasamos bien, incluso nos ponemos a hacer la tarea al mismo tiempo para ayudarlo si tiene duda en alguno de sus deberes.

Una vez que escucho que el auto se va suspiro y vuelvo a recostarme en la cama, por suerte no habían dejado tareas los profesores, por lo que decidí hacerme con una siesta, la que terminó durando todo el día y haciendo que me despertara ya a la mañana siguiente.
Al levantarme por un vaso de agua y regresar para dormir, solo tuve que esperar 5 minutos para que sonara la alarma de mi reloj eléctrico. Lo apagué adormilado y me levanté de mi cómoda cama estirándome mientras lo hacía. Si que soy un perezoso, creo que si no tuviera la alarma hubiera seguido durmiendo. Me fui a bañar y salí después de 10 minutos con el cabello húmedo y con la toalla cubriendo de mi espalda baja hacia abajo. Después de haberme cambiado con la ropa que mi madre había escogido la noche anterior, me dirijo escogiendo la lista de reproducción de la mañana y me encuentro con el desayuno. Un par de huevos cocidos y pan. Termino de comer y de inmediato me llega el recuerdo de que hoy conoceré al nuevo alumno. Se me había pasado por completo.

-Buenos días, Drake -dice mi mamá entrando a la cocina dirigiéndose a mi para retirar mi plato. Al ver que no le respondo el saludo frunce el ceño y se me queda viendo aún con el plato en su mano- ¿pasa algo, hijo?

-El director ayer me había pedido que fuera como un guía para un alumno que viene de intercambio -suspiro recordándolo- creo que me esperará un largo día.