VII

50 3 0
                                    

Ciudad de Nueva York.

Viernes 19 de Junio de 1997.

 

 

Ya es el día del baile. Había recibido varias llamadas de Sofí suplicándome que fuera, que aunque no tuviera pareja la pasaría bien y que puede que hallara una pareja en el mismo baile. Me negué todas las veces y ella se limitó a dejar de llamar.

Estaba en mi cama recostado viendo mi armario, el traje que utilizaría este día yacía colgado esperando que alguien le diera uso. Suspiré y cerré mis ojos por lo que a mi me pareció medio minuto y los abrí de golpe al escuchar golpes apresurados en mi puerta. Vi mi ventana y el cielo, que antes era azul y claro, ahora era negro con una gran luna llena y estrellas decorándolo como acompañantes. Me dirigí a la puerta y ahí se encontraban las dos mejores amigas con sus hermosos vestidos.

Sofí vestía un elegante vestido negro sin tirantes que resaltaba su tez blanca, tanto que parecía nieve. Su cabello que casi a diario lo lleva recogido en una coleta alta, ahora estaba liso agarrado de un lado con un broche plateado lleno de brillos. Traía un poco de maquillaje, el cual le favorecía en mucho, mejillas sonrosadas, labios ligeramente barnizados de color rosa brillante. Se veía fantástica. En cambio, Skye llevaba un vestido blanco con tirantes que le quedaba fantástico, no dejaba a la luz sus curvas perfectas, lo que a mi me encantó. Su cabello negro estaba sostenido en un complicado peinado que no me imagino el tiempo que tardó en el. No llevaba tanto maquillaje, de hecho, podría decir que no llevaba nada a excepción de rímel y labial rojo nítido.

Me les quedé viendo impresionado y me sonrieron.

 

 

–Como te negaste, preferimos pasar por ti –dice Sofí con una sonrisa.

 

–Nuestras parejas nos esperan en el baile y entendieron que quisiéramos que no pasaran por nosotras, así que nos tendrás que llevar tu –dice ahora Skye pestañeando varias veces inocente.

 

–Es increíble que hayan venido para que vaya con ustedes –ruedo los ojos divertido, la verdad es que me alegra verlas y mas si es felices por este día– vale. Como no me puedo negar porque ya están acá, tendré que ir.

 

 

Sofí da unos cuantos pequeños saltos en su lugar y no evito reír. Me informan de que estarán en la sala esperándome, no tardo mas de diez minutos antes de bajar con mi traje puesto. Camisa blanca impecable con un moño decorando el cuello. Chaleco negro con botones plateados. Saco impecable a juego con el chaleco y un pequeño pañuelo situado en la rendija que va en el lado izquierdo del saco.

Zapatos casuales negros limpios. No había hecho demasiado con mi cabello, pero si había bajado con mi loción puesta. Las chicas se quedaron impresionadas al verme y les sonreí.

 

 

–Deberías de ser mi pareja, Drake –dice Skye impresionada por como había salido de la habitación.

 

–Esteban se sentiría defraudado de que llegaras con otra pareja –digo con una media sonrisa.

 

–Pero que lindos se ven –dice mi mamá saliendo de la cocina con una gran sonrisa– esperen, déjenme ir por la cámara, quiero retratarlos –antes de que pudiéramos decir algo mi mamá ya había ido y regresado con la cámara en mano– muy bien chicos, acérquense. Drake, ponte en medio –yo asiento y me posiciono tomando de la cintura a las dos chicas, las cuales se habían acomodado para estar a mis lados– perfectos, sonrían –todos sonreímos y mi mamá toma la foto, la saca de la cámara y la hace al aire para que pueda verse la imagen, sonríe al poder verla y asiente– la enmarcaré.

Say When [Detenida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora