Say When [Detenida]

V.

Ciudad de Nueva York.
Martes 30 de Mayo de 1997.

Ya había pasado casi una semana desde el día en que le había dicho a Diana lo que sentía por ella. En ese momento creía al alcance de mis manos la posibilidad de que ella quisiera ser mi novia.

Pero me había equivocado.

Dijo que si me quería, pero que por el momento no quería tener novio, ya que la distraería de sus estudios. Lo que hizo que terminara sus asesorías conmigo antes de que empezaran. Según ella por que sería una distracción tener al chico que le gusta dándole asesorías todos los días después de clases.

Ese mismo día me dijo que de todas formas no funcionaría, ya que se iría de la ciudad apenas terminando el semestre después de los exámenes, los cuales eran en unos días.

No podría soportar no verla a diario. Si ya no lo hago ahora, sería como si me quitaran el oxigeno para siempre. A pesar de que dijo que volvería para quinto semestre, yo creía que nunca iba a volver, que nuestro tiempo compartiendo aulas de clases se iba a acabar antes de que lo pensara.

Me habían llamado a la oficina del director, según el aviso, no era para nada malo, pero aún así tenía mis dudas.

Entré sin miedo a la recepción y sin vacilar hasta la oficina, donde me esperaba el director con una montaña de papeles cubriendo su escritorio dejando ver solo su rosada calva.

Me paré a unos metros de su escritorio y me aclaré la garganta.

-¿Quería verme, Director?

Parece que lo he sacado de su transe con el trabajo, ya que pude notar como de repente había dejado de guardar archivos en diferentes carpetas. Alza su vista y sus ojos café, casi negros, logran penetrar los míos. A decir verdad, el a veces me causa un poco de miedo.

-¿Drake Crawford? -me mira un poco curioso. Tal vez el nombre lo ha hecho pensar que sería un chico más fornido y un poco mas apuesto, pero un chico de complexión no tan delgada y no tan gruesa es lo que se presenta ante él.

-Así es, señor. Me mandaron llamar con usted. ¿Pasa algo malo? -lo miro ahora un poco mas nervioso. No tenía idea de porque me había llamado y porque me estaba mirando tanto.

-He visto tus calificaciones, que son sorprendentes debo decir -yo asiento sonriendo para mis adentros, estaba orgulloso de ser uno de los mejores promedios de la escuela- y los profesores no tienen quejas de ti. Eres responsable y sabes guiar un grupo entero -asiento después de cada cumplido y el se pone de pie acomodando su saco y su corbata. Su aspecto es regordete y de una estatura baja, por lo que hace cómico la forma en que llega frente a mi- quería pedirte un favor, Drake.

-¿En qué le puedo ayudar? -lo miro un poco curioso. Entonces tenían razón con que no iba referido a nada malo.

-Ya sabes que tenemos intercambios con escuelas de otras partes del mundo -yo asiento esperando a que él termine de explicar- justo ahora deciden mandar a un nuevo alumno de San Francisco. Quería saber si te gustaría ser como un guía para él y que puedas ayudarle a acoplarse a la institución.

Asiento procesando toda la información. ¿Quieren que sea guía por lo que resta del semestre? Los exámenes son pronto y no creo que tener a alguien que me esté siguiendo a todas partes me haga concentrarme en mis estudios.

-después de pensarlo un poco más, asiento y suelto un suspiro- De acuerdo, solo espero que no haya problema con mi tiempo de estudio.

-¡Perfecto! Claro que no será un problema, solo serás su guía en horario de clases y ya será decisión tuya si quieres darle consejos fuera de ese periodo de tiempo. Ven mañana a mi oficina de nuevo, él te estará esperando justo aquí para que puedan iniciar el día juntos y sin problema -sonríe mas de lo que debe y vuelve a dirigirse a su montaña de papeles. Antes de que pueda hacer algún movimiento, añade- por cierto, le he asignado los mismos horarios que a ti para que lo puedas orientar mejor.