Un pobre imbecil

Pero no me encadena

-Vaya, creo que lo único que puedo contar yo de mi adolescencia fue que padeci acné, me creía Light Yagami y daba mucho cringe.
-Eso suena mas sano, deverias de estar orgulloso, creeme que yo hubiera querido ser asi, en todo caso, ¿Quieres contarme acerca de eso, Kira?. Dijo mientras trataba de contener su risa.
-Espera. Fui rápidamente a mi habitación y tomé un un álbum de fotos.
-Mira, ese soy yo en mi etapa juvenil hormonal.
-Es el mejor cosplay que e visto. Dijo mientras se reia a carcajadas. La verdad es que era terrible, solo me ponía un traje que me compraron para asistir a una boda, me dejaba el cabello largo como un emo y llevaba una death note. Si, daba demasiada pena.
-Es bastante tierno, me encanta que fueras un adolescente normal. Dijo mientras inflaba sus mejillas para no seguirse riendo y esquivaba verme a la cara. -No, ya fuera de broma, es genial, respeto bastante que fueras un niño, al final de todo, eso son los adolescentes, niños que empiezan a atravesar su etapa de desarrollo mental, emocional y físico. Son demasiados conceptos que de pronto golpean a un ser humano que lucha para conseguir su identidad y todas las experiencias, buenas, malas o vergonzosas fueron formativas y aunque te de "cringe" como tu lo dices fue algo crucial y fundamental para que fueras el hombre que eres ahora, no deberías dejar que quien eras hace más de ¿Cuanto? ¿9 años?, te afecte, parte de madurar es aceptar que lo hecho, hecho esta y que no puedes cambiarlo, entonces tienes dos opciones, dejar que aquello te atormente para siempre cada que lo recuerdes y te deje muriendo de pena en las noches. O entender que es algo que te definió, pero que ya no te representa y  cuando lo recuerdes puedas hacerlo con tranquilidad y dejarlo pasar, es normal sentir vergüenza, al final del dia es humano, pero no debes sentirte atormentado nunca. Sabes, algo que me gusta de las personas es que todo el tiempo cambian y entonces creo que de ahí surge la frase "nunca terminas de conocer a alguien". No por que te guarde secretos horribles o esconda partes de si para que no las veas, bueno, tal vez, pero se refiere más al hecho de que todos tenemos diferentes ángulos, matices, somos más que lo que mostramos. Por ejemplo, la mayoría de personas no pueden mostrar la misma personalidad a todos, es algo que a mi me tomo demasiado y aun no manejo del todo, pero no por eso soy mejor o superior, o pienso que los demás me mienten. Tu en este momento eres uno, tal vez con tus padres eres distinto y con tus amigos eres otro y así con cada persona en tu vida. Esto no quiere decir que seas un hipócrita o un doble cara, todas esas cosas son piezas de un rompecabezas que te arman y nunca deja de crecer, la canción nueva que escuchaste, la película nueva que viste, la persona nueva que conociste, la muletilla que conseguiste hoy, la comida que probaste, la camisa que te gustó en la tienda, incluso el como te levantaste de la cama provocan un cambio y te hacen crecer, parte de la formación de las personas es eso, tomar pedazos del contexto que lo rodea y de la gente que conoce y aunque pienses que cumplidos los 18 ya te quedas con lo que conseguiste de cajón, esto es falso, si bien hay etapas más formativas que otras, nunca dejas de construirte, tal vez después de cierta edad es menos visible pero seguimos evolucionado. Todos cambian y guardar rencor por algo que hiciste o a alguien que conociste no es justo, por que ni tu ni esa persona son las mismas que ayer. Por eso puedo contarte todo esto sin miedo, yo ya no soy ese niño tonto, ni tampoco soy el que conociste ayer que me recibiste en tu casa y mañana no seré quien esta frente a ti en este momento y eso es maravilloso. Todo nos forma pero nada nos define. Dijo mientras se balanceaba en el borde de la silla portando una calma y un aura de sabiduría que casi lo hacían brillar.
Solo pude verlo a los ojos y sentir que esa metáfora de que los ojos son las ventanas al alma se convertía en algo literal.
-¿Quieres que te siga contando?
-Si. Lo dije sin pensarlo.