Atsushi Nakajima era un niño de 13 años que solía vivir en un orfanato donde era maltrato y odiado por los trabajadores y el director del orfanato
y digo solía vivir, ya que hace un mes que fue expulsado del orfanato, la razón según el director fue porque
"ya eres lo suficientemente grande y puedes cuidarte solo además no vamos a seguir cuidando de un monstruo como tú, un ser que nunca debió nacer y que solo traerá, desgracia y sufrimiento a todas las personas que estén a tu alrededor ahora te las arreglarás solo"
Atsushi no tenía a donde ir, había estado caminando por la ciudad de Yokohama día y noche, no había podido comer ni dormir
a este paso voy a terminar muriendo de hambre–dijo recargado en la pared de un oscuro callejón–no creí que llegaría a terminar, así pensé que las cosas iban a irme mejor fuera del orfanato–penso antes de caer al suelo,–pero veo que estaba muy equivocado–fue lo último que dijo antes de quedar inconsciente
a la mañana siguiente
el albino se despertó parpadeo varias talló sus ojos para ver más claro y miro al techo
–¿es un techo?
sip, es un techo–escucho una voz a su lado
se giro viendo a un niño de unos 4 años
–¿quién... eres?
yo soy Kōsuke–respondió el niño
y yo Katsumi–dijo otro
–yo soy Yuu
soy Shinji y ella es Sakura–dijo otro de los niño
¿niños?–pregunto sentándose en la cama
despertaste–escucho la voz de un hombre el cual entró a la habitación
–¿quién es usted?
–soy Sakunosuke Oda, ¿tú eres?
–soy Nakajima Atsushi
–bueno Atsushi se que te preguntas como llegaste aquí, verás mis niños te encontraron en un callejón y te traje aquí por petición de ellos, ¿te sientes bien?
–yo este la verdad me siento un poco mal, me han pasado muchas cosas y...
–no te preocupes por eso, ahora descansa, se nota que no has dormido en días
y tampoco ha comido, está muy delgado–dijo Kōsuke tomándole el brazo,–mire parece que tiene brazos de espagueti
oye no seas grosero y déjalo descansar–lo regañó y se dirigió a la puerta–tengo unos asuntos pendientes si necesitas comida en el piso de abajo hay un restaurante de curri–dijo antes de salir de la habitación
bueno, hora de ir a jugar–dijo Shinji a lo que los otros niños comenzaron a salir de la habitación–oye Atsushi–llamo al albino que lo miró–no te preocupes, nosotros te cuidaremos a partir de ahora–le informo antes de salir de la habitación y cerrar la puerta
¿cuidarme?,–pensó antes de volver a acostarse–nunca nadie me había dicho algo así creo que las cosas van a mejorar–pensó volviendo a dormir
vaya que el albino no se equivocó y las cosas sí que mejoraron, se había familiarizado muy rápido atendía el restaurante sirviendo curri y ayudando al dueño con otras cosas
también cuidaba de los niños, le gustaba contarles cuentos antes de dormir y se la pasaban horas jugando con ellos
todo iba bien hasta aquella noche
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¿a quién amarás?
Fiksi Penggemarel hilo rojo del destino es una leyenda muy conocida alrededor del mundo se dice que dos personas están unidas por un hilo rojo invisible en sus dedos meñiques el hilo es capaz de estirarse enredarse y desgarrarse pero no se romperá por nada del mun...