capítulo: 3

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habían pasado ya dos días desde que Atsushi había leído sobre la leyenda del "hilo rojo del destino" y se la pasaba horas imaginando como sería su alma gemela

ya que al despertar miro su mano y vio que por alguna razón ahora era capaz de ver su hilo o mejor dicho sus hilos tenía dos hilos en su dedo meñique los dos se estiraban y se enredaban entre sí

el joven albino se la había pasado los dos días fantaseando con encontrar su alma gemela, se la pasaba horas viendo sus hilos pensando quién de los dos hilos era su alma gemela

imaginando como sería su encuentro, como serían ellos, como era su apariencia, personalidad y etc

hasta que recordó que el libro ponía que si una persona tenía dos hilos, uno su alma gemela y el otro que haría todo lo posible para evitar que ellos terminen juntos

pero al final decidió ignorarlo total, solo el tiempo le revelaría quién era su alma gemela y quién sería el que evitara que estuvieran juntos

pero no todo era bueno para él

Oda había salido a una misión de noche donde fue envenenado por su amigo Ango que termino desertando de la Mafia, pero por suerte la Port Mafia había llegado a tiempo y logro evitar que muriera

ahora Atsushi temía por lo que le pudiera pasar a Oda si no también a los niños, ¿qué pasaría si el enemigo daba con ellos e intentaba hacerles daño?

Intento convencer a Oda de pasar más tiempo con ellos, pero Oda le dijo que era imposible, ya que la Port Mafia estaba en serios problemas

aunque Atsushi quisiera ayudar con su habilidad, la verdad no era de mucha ayuda, puesto que no podía controlarla del todo

solo en algunas ocasiones lograba trasformar partes de su cuerpo en las del tigre, como sus brazos o piernas, pero era solo por un poco tiempo porque al final terminaba perdiendo el control, y se convertía por completo en el tigre.

y aunque el tigre, contaba con sus afiladas garras, y su rápida, velocidad siendo capaz de matar a quien tuviera enfrente, el tigre, tenía conciencia propia lo que significa que si el enemigo era más fuerte o pudiera hacerle frente, el tigre, terminaría yéndose del lugar dejando solos a los niños

era precisamente eso lo que lo tenía muy preocupado los niños, en cambio, le decían que no se preocupara, que todo estaría bien, que Oda los protegería y no había nada de que preocuparse

la situación pareció relajarse y parecía que todo iba a estar bien hasta aquel día

esa mañana se despertó más temprano de lo habitual, lo primero que hizo por mera curiosidad fue ver los hilos, los cuales esta vez no se estiraban ni se enredaban, sintió que era una señal de buena suerte, así que decidió seguir su rutina como siempre

se cambió de ropa y bajo al primer piso notando que el restaurante aún no había abierto

no le tomo mucha importancia, era más temprano y el dueño abría un poco más tarde, así que si decidió ir a trabajar

horas después

listo ya he terminado-dijo Atsushi terminando de organizar unas tarjetas

-muy bien Atsushi si quieres puedes irte

muchas gracias, señor lo veo mañana-dijo saliendo de la biblioteca

se dirigía hacia el restaurante en el camino, escuchaba las alarmas de bomberos y policías, se asustó pensando que había ocurrido un accidente y corrió hacia el restaurante

al llegar vio que varías personas estaban rodeando y viendo camiones de bomberos que intentan apagar el fuego de una camioneta

Oda estaba mirando todo alejado de las personas, iba a acercarse, pero vio que un castaño con vendas el cual se acercaba al pelirrojo noto por su vestimenta que era alguien de la Port Mafia, así que decidió esperar a que terminarán de hablar

¿a quién amarás?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora