capítulo: 10

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y listo Atsushi así de fácil es–decía Nikolai

no sé si yo lo pueda hacer,–respondió Atsushi nervioso.

si lo puedes lograr, solo debes relajarte porque, si estás nervioso, puedes fallar el tiro. Solo imagina que estás en la feria jugando al tiro al blanco, es más, inténtalo–le sugirió entregándole el arma.

Atsushi aún nervioso la tomó

–cálmate, pequeño tigre, solo recuerda lo que te enseñé, el cómo debes sujetarla, apuntar y recargar y listo

el menor suspiró intentando calmarse antes de levantar el arma apuntando a los maniquíes que tenía al frente.

recuerda siempre apuntar a la cabeza, –susurró Nikolai en su oído.

Atsushi suspiro otra vez antes de asentir con la cabeza

no tiembles cálmate–pensaba poniendo su dedo índice en el gatillo–recuerda debes de presionar fuerte el gatillo y no te debe temblar la mano

esto debe de quedar grabado–pensaba Nikolai sacando su celular comenzando a grabar

suspira relájate–pensaba Atsushi agarrando mejor el arma con ayuda de su otra mano y cerrando un ojo–y solo dispara.

aún nervioso presionó el gatillo pensando que no le daría en la cabeza al maniquí pero para su sorpresa le dio un tiro certero en la cabeza

buena esa y eso que es tu primera vez–felicito Nikolai aplaudiendo

gracias Nikolai-san pensé que iba a fallar–respondió Atsushi rascándose la nuca

a casi se me olvida, aquí está premió–dijo sacando de su abrigo un globo rojo entregandoselo.

–y, hora otro intento pero está vez Atsushi debes de darle al maniquí que tiene marcado con rojo zonas mortales.

el menor asintió antes de volver a apuntar, suspiró, cerró un ojo y volvió a disparar, dándole en el cuello al maniquí.

bueno, esto será tardado, mejor tomo, asintió–pensó Nikolai sacando una silla de su abrigo y una bolsa de frituras

horas después.

¿ya han terminado?,–preguntó Fyodor entrando a la habitación

sí Atsushi-kun, ha pasado muy bien, está prueba–respondió Nikolai terminando de comerse la última bolsa de frituras.

bien hecho, Atsushi–felicito Fyodor viendo al albino menor.

esto me recuerda a algo, pero aún no sé a que me recuerda–hablaba Nikolai–oh, ya recordé, era cuando iba a la feria y jugaba al tiro al blanco–recordó riendo

–y en uno de esos juegos donde tenías que reventar globos, con dardos fue donde me gané mi sombre rito.

–sí, y en esa ocasión también de la emoción le diste con el dardo en el ojo al encargado, del puesto

–oh, sí, pero eso fue un pequeño accidente.

–si como no un pequeño accidente

–además, también me trae recuerdos cuando perseguía a payasos de la feria con un rifle, oh dos-kun, oh ¿y si vamos a la feria?

–sigue así y te enviaré de regreso al manicomio

–no el manicomio, la última vez que estuve en uno, se incendió misteriosamente.

–si misteriosamente

–bueno, es que me decían loco y yo no lo estaba, solo estaba desesperado y por accidente queme el manicomio

¿a quién amarás?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora