¿a quién amarás?

capítulo: 11

Atsushi caminaba por los pasillos dirigiéndose a su habitación.

¿y si Fyodor-san tiene razón?, y si el tigre está en periodo de celo y eso me afecta, y por eso, cada que nos besamos queremos–se sonrojo al pensar eso–creo que mejor ya no debo pensarlo.

se detuvo al ver que una de las ventanas del pasillo estaba abierta, algo raro, ya que normalmente todas estaban cerradas.

el viento soplaba moviendo las cortinas de color gris, haciendo que la luz de la luna entrase.

se acercó y cerró la ventana, acomodando las cortinas para que no entrase la luz.

¿entonces dos-kun ya te ha desocupado?–preguntó Nikolai apareciendo en el pasillo.

oh, hola, otra vez Nikolai-san–respondió Atsushi mirándolo.

–¿qué, fue lo que tú y dos-kun hicieron?

–¿eh, de qué habla?, no hicimos nada, solo estuvimos hablando.

el mayor frunció el ceño molesto antes de acercarse a él.

¿y por qué no tienes el nudo de tu corbata?–el menor no supo que responder lo que lo molestó más.

¿por qué hueles a dos-kun?, ¿por qué–pasó su dedo índice por sus labios–tus labios son de color rojo?, parece como si hubieses bebido sangre. O como si te hubieran mordido fuerte los labios

no es lo que crees, yo–no terminó de hablar

ya que Nikolai lo tomó, fuertemente de la muñeca, tan fuerte era su agarre que dejó sus dedos marcados en su piel.

–Nikolai-san, suélteme, me está lastimando.

–pues eso es lo que quiero, mocoso idiota.

–¿por qué es así conmigo?, desde que llegué, me mira siempre con odio y rencor, y cuando me torturaba, disfrutaba hacerlo.

–porqué tú arruinaste mi vida, desde que dos-kun, se obsesionó con esa estúpida leyenda del hilo rojo y empezó a buscar a su otra mitad y dio contigo. Me dejó a mí de lado completamente solo después de todo lo que pasamos juntos.

–esa nunca fue mi intención yo...

–¿tú qué?, y no te hagas, esa siempre fue tu intención separarlo de mí.

él le soltó la muñeca y Atsushi iba a salir corriendo, pero Nikolai fue más rápido y lo tomo del cuello para empezar a estrangularlo su fuerza era tal que lo levantó del suelo.

–po-por favor, suéltame.

–si te mato, todo volverá a ser como antes dos-kun me amara de nuevo.

–a-así no funciona el a-amor.

¿tú qué sabes de eso?, te lo diré nada porque tú nunca fuiste amado–se acercó a su oído–. Ni tu madre te amaba, por eso te abandonó en ese orfanato.

el menor se sorprendió por lo que él le había dicho–¿qué dijiste?

–lo que escuchaste, idiota y sordo, tu madre te abandonó en ese orfanato.

–¿por qué?

–yo qué sé, y si lo supiera no te lo diría.

–no-no, eso no es cierto, lo que me dice no es cierto. Por favor, su-suéltame.

–lo que te digo es la verdad y lo sé porque dos-kun me lo contó. Él te estuvo investigando todo este tiempo y descubrió que tu madre fue la que te abandonó. Él te lo estuvo ocultando y debió de haber mentido cuando estaban "hablando".