Romance entre estudiantes problemáticos

Capítulo 6 - Libertad

-¿Luffy? -murmuraban sus amigos, horrorizados.

Cuando Arlong se dispuso a rematarlo, los 4 empezaron a correr hacia él, tratando de llegar a tiempo.

Hace 5 minutos

-Pienso ganarte, ya te lo he dicho. Si no, Nami tendrá que quedarse varios años más contigo. No voy a permitir eso -le decía firmemente Luffy a Arlong, que ya había recuperado algo de consciencia.

-Muere.

Arlong fue a propinarle su mejor puñetazo en toda la cara. Luffy ya tenía el labio partido y un ojo morado, entre otras heridas por todo el cuerpo. Si recibía otro golpe, estaría acabado. Claro que eso no iba a suceder. Luffy se preparaba para saltar.

-¡CHICO!

Se escuchó la voz de Nojiko, la hermana de Nami, junto a todos los demás habitantes de las afueras.

Luffy se distrajo y se equivocó en la posición al saltar, por lo que el golpe le impactó directamente en la cara, noqueándolo. Fue entonces cuando Nami, Usopp y los demás aparecieron.

Sanji se encontraba sentado observando la batalla y Zoro también, pero de pie; ya había vuelto tras vencer al enemigo que trató de atacar a Nami dentro del edificio -pues solo había un camino sin pérdida-. Aun así, ellos también se levantaron para correr hacia Luffy. Bajo ningún concepto iban a dejarlo morir.

Zoro y Sanji, estando más lejos, no llegaron a tiempo. Usopp se acobardó en el último momento y decidió dejar que fuera Nami la que llegara, de modo que fue la única que alcanzó a agarrar a Luffy y llevárselo de la zona de peligro. Después lo tumbó en el suelo.

-¡Luffy! ¡Luffy, quédate conmigo! ¡Dime algo, por favor!

El grupo dirigido por Nojiko llegó, al igual que los 10 prisioneros y Usopp, que se agachó junto a Nami para llamar también a su amigo. Zoro y Sanji se quedaron distrayendo a Arlong.

-¿Quién es ese niño...? -preguntaban Bell-mère y Genzo.

-Es él quien ha dejado así a Arlong. Es muy importante para Nami -contestó Nojiko, culpable por haber sido quien lo distrajo.

Cualquier respuesta o diálogo fue interrumpido por Luffy, que abrió los ojos y se levantó con esfuerzo.

-¿L-Luffy? -preguntó Nami, con voz temblorosa y lágrimas cayendo de sus ojos.

-¿Nami? ¿Por qué lloras? Todavía no he terminado... Solo tengo que darle un último golpe...

-Luffy, basta, por favor. Has llegado muy lejos... -pedía.

-Te lo prometí... Te dije que te ayudaría...

-Pero-

-Quiero pedirte algo, ¿recuerdas? Solo si gano... Así que déjame ganar, por favor...

-Hazle caso al chico. Cuando un hombre pelea con tanta determinación es porque el objetivo le merece la pena -ayudó el hombre mayor al que la pelinaranja había salvado.

-Shishishi... Así es. ¿Nami?

-... Gana, Luffy. No te lo perdonaré si pierdes.

-Claro -sonreía mientras se levantaba.

Antes de comenzar a avanzar hacia Arlong a paso firme, se quitó el sombrero de paja y se lo puso a Nami en la cabeza. Ella puso sus manos en la visera, sujetándolo en su cabeza.

-¡ARLONG! ¡Prepárate, porque no vas a volver a ver la luz del sol en tu vida en cuanto te gane!

Arlong lanzó un puñetazo hacia su estómago para hacerle quedar sin aliento y darle el golpe final cuando estuviera en el suelo, pero Luffy fue directamente a su cara. Era más rápido. Después de todo, a veces ser enano y flaco es la clave para ganar. El golpe impactó, haciendo también que el de Arlong se detuviera a poca distancia de su estómago. Cayó al suelo de espaldas, totalmente inconsciente. Luffy le había dado utilizando todas las fuerzas que le quedaban. Él también cayó, aunque despierto, hacia el frente y con una sonrisa, siendo atrapado a mitad de camino por Nami.