Cuando el primer capítulo acabó, Winter suplicaba por ver otro.
"¿Por favor? Más." Winter señalaba al televisor y asentía levemente. "Si, más."
Giselle se encogió de hombros y eligió otro episodio, no viendo ningún inconveniente en ver otro más antes de irse a la cama. Casi se había quedado dormida.
"Más." Winter sonrió, señalando la televisión.
Giselle entrecerró los ojos y miró la hora que hora en su móvil, bufando cuando se dió cuenta de que estaban despiertas más tiempo del que tenían planeado. Se sentó y sacudió su cabeza apagando la tv con el mando que estaba al lado de ella.
Winter giró la cabeza a un lado."Es hora de irse a la cama." Giselle bostezó y se levantó caminando hacia las escaleras. Winter la siguió muy despacio, caminando de puntillas.
"¿Dormir?" Winter le preguntó una vez que llegaron a la cima de las escaleras. Giselle asintió y abrió la puerta del dormitorio. Winter se quedó vacilante en el pasillo.
"Frío." Winter sacudió su cabeza.
Giselle suspiró y agarró el brazo de Winter y la metió dentro de la habitación evitando así despertar a alguien más.
"Tengo ropa calentita que puedes llevar." dijo caminando a su armario buscando entre los estantes. "Toma." le dió a la chica una camiseta de manga larga.
Winter miró la camiseta que tenía en sus manos, abriendo su boca para decir algo, pero en cuanto vió la mirada de molestia en la cara de Giselle, calló inmediatamente.
"Recuerda, este es tu lado de la cama." Giselle balbuceó, señalando el lado en el que Winter había dormido. La chica japonesa no esperó respuesta y se metió en la cama, bajo las sábanas y dándose la vuelta para no estar mirando a Winter.
Winter se quedó en silencio, sujetando la camisa en sus manos. Despacio se quitó la camiseta de Karina que tenía puesta y se puso la de Giselle. Con el ceño fruncido, se dió cuenta de que no olía igual que la de Karina. Asi que instantáneamente, Winter abrazó la camiseta de Karina y la alcochó a la cama.
"¿Giselle?" ella susurró, quedándose en el borde de la cama mirando a la otra chica. No hubo una respuesta.
Giselle ya se había dormido. Winter sonrió, abrazando la camiseta cada vez más fuerte contra su pecho y riendo bajo las sábanas. Se mordió el labio, no muy feliz de que Giselle pusiera una almohada en el medio de la cama que las separe.
Con un suspiro profundo, Winter se hizo una bola, trajo la camisa dejándola en el hueco de su cuello, inhalando la esencia con la que había estado tan cómoda este tiempo. Se quedó en silencio durante un tiempo, con la mirada pérdida en la oscuridad que tenía delante de ella. Después de entretenerse con sus pensamientos por lo que parecieron horas, sus párpados eran más pesados y suavemente se cerraron.
El sueño acababa de pillar a la pequeña chica cuando de repente su respiración se intensificó. Los recuerdos volvieron en destellos blancos y rojos, y gotas de sudor goteaban de su frente. Winter jadeó en busca de aire, haciendo que se despertara. Su corazón estaba latiendo fuertemente y se sentó rápidamente, abrazando la camiseta de Karina debajo de la barbilla y escaneando la habitación ansiosa.
Cada sombra, cada pequeño rincón de luz, de repente adoptaban la posibilidad de peligro. Winter sacudió la cabeza y cerró los ojos muy fuertes. No le gustaba esto. La pequeña chica limpió freneticamente el sudor de su frente, intentando tomar el aire que no sabía que había perdido.
Cautelosamente, miró hacia la chica que estaba en la cama al lado de ella. Giselle estaba profundamente dormida. Winter consideró despertarla pero, sabía que en la habitación de al lado había alguien con quien prefería estar. Así que en silencio abrazó la camiseta de Karina contra su pecho y fue de puntillas hasta la puerta, comprobando todo una vez más para asegurarse de que nada fuese dañino. Echó un vistazo al pasillo para asegurarse de que estaba a salvo antes de abandonar la habitación de Giselle.
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yellow - winrina
RomanceKarina Yu odiaba a Winter Kim, simple y llanamente. Por supuesto, ¿quién podría culparla? Winter había sido la que leyó los textos privados de Karina frente a toda la cafetería, obligándola a salir del armario. Karina se fue a Nueva York con sus tr...