yellow - winrina

trece.

Karina se sintió aliviada cuando se despertó, pues hoy no tenía clases. Todas sus compañeras estaban en clases, por lo tanto sólo eran Winter y ella en el apartamento. Se dio cuenta de que la chica más joven amaba las puestas de sol cuando escucho la suave voz de Winter.

"Yooji", susurró Winter, tocando el brazo de Karina suavemente. "Yooji, mira".

Karina se quejó, frotándose los ojos y abriéndolos a tiempo. Antes de lo que estaba acostumbrada. Ella bostezó, sentándose y mirando a Winter. La pequeña estaba sentada en el borde de la cama de Karina mirando por la ventana a poca distancia. Se dio la vuelta con una amplia sonrisa en su rostro cuando oyó a Karina sentarse.

"Mira, Yooji, mira el cielo", dijo, señalando la ventana. Karina no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo de Winter tan temprano en la mañana.

Se sentó junto a la chica y amplio
sus ojos cuando vio justo lo Winter estaba mirando.

"Es bastante…", susurró Karina. El amanecer era increíble esa mañana.

Era un brillante naranja, iluminando el cielo e incluso dejando teñidas rayas naranjas de luz a través del piso de la habitación de Karina. Había manchas de color rosa salpicado por todas partes, también. Si el cielo estaba así de hermoso cada mañana, a Karina no le importaría despertarse tan temprano.

Winter asintió suavemente.

"Colorido", añadió, dirigiéndose a Karina con una sonrisa sincera. Karina se rió en voz baja y se pasó una mano por el pelo sucio de la mañana. El comentario de Winter de repente le dio una idea y se puso de pie.

"Voy a conseguir algo, ¿de acuerdo? Vuelvo enseguida".

Winter volvió la mirarla, preocupada. Ella levantó su dedo meñique y se mordió el labio.

"¿Promesa?", preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado.

"Por supuesto", Karina sonrió y cerró sus dedos juntos. Señaló a la ventana. "¿Ves ese coche negro, justo ahí?", preguntó. Winter asintió. "Tengo que conseguir algo de su interior, pero luego regresare".

"Está bien", Winter sonrió suavemente. Se levantó y presionó sus palmas contra la ventana. "Voy a saludarte".

Riendo, Karina asintió.

"Y yo voy a regresarte el saludo", se rió.

Winter la observó mientras Karina salía de la habitación, y la chica pelinegra estaba pronto en su camino por las escaleras de su edificio de apartamentos.

Normalmente, ella no dejaba el apartamento en pijama, pero Winter la hacía hacer cosas locas, y por alguna razón a ella no le importaba. Una vez que estaba en el estacionamiento, ella miró hacia arriba, tratando de ver si podía encontrar donde estaba la ventana de su apartamento. Ella noto un destello de blanco y se rió, saludando a Winter desde abajo.

Ella probablemente se veía como una idiota en el momento, pero a Karina no le importaba. Finalmente llegó a su coche y abrió su baúl, reuniendo el caballete y las pinturas que había tomado de su profesor. Cerró su coche, y corrió de nuevo al edificio. Antes de que pudiera poner la llave en la puerta, se abrió de golpe. Karina se rió cuando vio a Winter sonriendo ampliamente del otro lado.

"¡Te vi! ¡Me saludaste!" Winter habló con emoción. Karina asintió y se metió al apartamento.

Se dirigió hacia la pared de ventanas en el fondo de la sala y comenzó a acomodar sus cosas. Mientras Winter la seguía de cerca.

"¿Qué es esto?", preguntó Winter. Se agachó y agarró un pincel, agitándolo de nuevo delante de la cara de Karina. La chica pelinegra rápidamente lo tomó y río.