✞𝐋𝐚 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐚 𝐞𝐱𝐜𝐥𝐮𝐢𝐝𝐚✞

Cap 8

Hoy no tenía trabajo así que estaba ordenando mi habitación, estaba muy desordenada y como estaba algo aburrida decidí limpiarla un poco, Alice si fue a trabajar, ella era la Jefa y pues tenía que supervisar todo.

Pero una llamada de un número desconocido me sacó de mis pensamientos.

-Diga- contesto algo sorprendida.

-Mira bicho raro, será rápido, estoy en la entrada de tu casa y necesito pasar, pero el de seguridad no me deja pasar.

-Pues que bien porque de todos modos no te iba a dejar entrar.

-Muy bien, entonces será por las malas.

Yo no le hice caso y solo colgué la llamada, aunque por dentro estaba un poco preocupada por lo que hiciera.

Hasta que minutos después, veo a Mario saltar por la ventana de mi cuarto.

-¡¡¡Vete de aquí ahora!!!- escandalizo lanzándole libros a la cara.

-No me voy a ir de aquí hasta conseguir lo que quiera-dice tapandome la boca- yo toda mi vida he tenido lo que quiera y tu no eres la excepción.

Yo pataleo y trato de desquitarme de el pero es demasiado fuerte.

-Dios, enserio me tienes mucho miedo- dice levantado las cejas.

Luego me carga en brazos y me lanza bruscamente a mi cama, me da un puñetazo en la cara y tira de mi pelo haciéndome gritar un poco. Después rompe mi blusa pero yo sigo empujándolo, a pesar de que no servía de nada. Pegó mi cara contra la pared de manera dolorosa, agarra mis shorts y los baja rápidamente.

Mientras el me hacía todo eso yo estaba llorando,un llanto silencioso pero doloroso, era imposible tratar de salir de allí me tenía retenida.

Pero el se detuvo cuando el hombre de seguridad tocó la puerta de mi cuarto.

-¿Señorita Leslie, está todo bien? Escuché algunos gritos-dice algo preocupado.

En eso el rubio se queda quieto y con los ojos muy abiertos y aproveché para darle una patada en los miembros y gritar por ayuda al guardia.

                     ❃❃❃

Una hora después yo estaba saliendo de la comisaría después de haber denunciado a Mario.

Alice estaba conmigo y me defendió, pero yo me sentía usada, sucia, impura, me sentía como si hubiera sido culpa mia. Evitaba mirar a cualquiera a los ojos, me daba mucha vergüenza hacerlo, supongo que no quería que vieran mi cara golpeada.

-Vamonos cariño, es imposible tratar con este tipo de gente- me dice Alice mientras me lleva hasta el auto.

-Espera- digo algo confundida- ¿Mario está preso verdad? El no puede quedar libre después de lo que hizo.
-Querida la familia de ese chico tiene mucho, que digo mucho, demasiados contactos y dinero de sobra para todo esto y desgraciadamente lo liberaron de los cargos- me dice con la cabeza cierta tristeza en su rostro.

-Pero no pueden, no, no, no puede hacerme esto yo...¿yo tengo la culpa verdad?- digo con las manos en mi rostro cubriendolo completamente para que no me viera llorar.

Ella dio un frenazo muy tosco apenas me escuchó decir esas palabras.

-¡¿Como se te ocurre decir que fue tu culpa?!- pregunta exaltada.

Yo me quedo callada.

-¡¡¡No se te ocurra volver a decir semejante locura, ese maldito gilipollas es el único culpable de todo esto, no tu, así limpia esas lagrimas y piensa de otra manera, ya pensaré en algo yo para meter preso a ese miserable!!!- me exige y vuelve con la vista en la carretera un poco pensativa.