First and last love ﻌ [Minsung] ☑

Capítulo 25

Jisung cuelga la llamada, observa frente a él y una vez que encuentra a Mitsuo, corre hasta él.

—Perdón, pero es urgente —tomó el brazo de Mitsuo y lo jalo para llevárselo de su trabajo.

—Señor Han, le habló después —grita su amigo despidiéndose del líder de su equipo.

Jisung sigue sin importar lo que parezca, sí pareció grosero o confundía su relación, no le importaba, no le importaba nada en ese momento, solo llegar al auto de su amigo y resolver todo en ese instante.

—¿Qué pasa? —le preguntó abriendo el auto.

—¡Sunhee me quiere! —añadió con emoción— Mitsuo, ella me quiere a su lado, puedo ser su padre y lo haré, quiero serlo ¿entiendes? —entró al auto recién abrió la puerta—. Serás mi conductor, hoy me iré a Corea.

—Vaya, si estas decidido.

—Claro —bajo la mirada—. Quiero decirle al mundo que ellos son mi familia.

—Solo espero que mi jefe no me mate después de esto.

Minho despertó luego de una difícil noche, Sunhee no se ánimo a buscar el tesoro de Jisung, lo que significaba que la niña tenía miedo, quizás que Jisung encontrará una familia o deseara formarla y terminará por dejarlos, pero sabía que eso no pasaría, pero una niña no puede entender eso, y eso era positivo, Sunhee pensaba como una niña.

Salió de su habitación yendo directo a la cocina donde bebió un vaso completo de agua. Lo dejó en su lugar y fue a la sala donde se acercó a Dori y Doongie, podía ser cruel o algo feo, pero debía ver diariamente que Dori aún respirara, según los veterinarios, su condición en cualquier momento decaería como lo esperaban y un día simplemente jamás despertaría, así que solo debía evitar que Sunhee viera eso. Pero afortunadamente seguía respirando y acurrucada junto a su hermano.

Sonrió antes de irse a la habitación de Sunhee, abrió un poco la puerta viendo que la niña dormía profundamente abrazando a su panda favorito, por suerte estaba durmiendo y eran vacaciones, así que la dejaría dormir un tiempo más.

Eran las ocho de la mañana.

Escucho como abrían la puerta del portón. Confundido, se dirigió a la entrada para ver la cámara de seguridad y ahí lo encontró, a Jisung llevando su maleta con sumo cuidado, ¿qué hacia ahí?, se suponía que llegaría al día siguiente.

Corrió a la puerta, se puso sus sandalias y a pesar de tener el cabello despeinado y llevar su pijama, abrió la puerta, salió de la casa y sorprendió al menor.

—No desperté a Sunhee, ¿cierto? —dejó su maleta y susurro.

—No, no lo hiciste —corrió a abrazarlo y esto sorprendió aún más al menor y este quien correspondió el abrazo—. Llegaste cuando más te necesito, ¿cómo es que entiendes a Sunhee? —lo abrazo con más fuerza.