CORROMPIENDO UNA VIRTUD-15

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//El Príncipe Zanac y el resto de los Nobles leales a la Corona temían las disculpas fracasaran, por ende se preparaban para una inminente invasión, forzando a los ciudadanos a realizar un sin número de actividades para tratar de reforzar las defensas de Re-Estize, si bien los ciudadanos se mostraron cooperativos al principio, temiendo ser atacados por el Reino Hechicero, al saberse que todo fue provocado por las estupideces y negligencias de los Nouveau Adelsmenn las exigencias causarían descontento entre la población y pronto se desatarían actos vandálicos por toda la ciudad, centrándose en las zonas residenciales casi abandonadas por los arrestos masivos de los Nouveau Adelsmenn. La Guardia de la ciudad, debía sofocar disturbios y saqueos muy a su pesar, les molestaba oponerse a sus iguales con quienes compartían la misma aversión.

Le perturbaba al Príncipe dejar la ciudad al borde de una rebelión, aun así, debía dirigirse a cumplir las demandas del Reino Hechicero, ordenaría la ejecución de la Ley Marcial, rogando fuera suficiente para controlar el caos, opinaba su hermana lograría implementar algunas ideas para detener las revueltas, odiaba darle mayor poder y reconocimiento, pero no tenía alternativa. Otra de las personas sufriendo por su partida era el Marqués Saint Dumont, viajaría a E-Pespel dentro de instantes, le inquietaba dejar a su hija y si bien su hijo mayor se encontraría en la ciudad, sus obligaciones supervisando el desarrollo los planes de defensa de la Capital Real le alejarían la mayor parte del tiempo, en contingencia había preparado un grupo de Guardias leales a su familia para proteger a sus hijos y residencia rogando fuera suficiente, ese día esperaba en el patio principal de su hogar la llegada de su hija quien asistiría por última vez, hasta su regreso, a sus estudios teológicos en el Templo del Agua.

El Marques, revistiendo los ropajes identificándole como un general del ejército permanecía en las cercanías de su carruaje a las afueras de su residencia, zapateaba constantemente impaciente, debía partir hacia veinte minutos, aun así, no deseaba marcharse sin ver a su adorada hija, un minuto después se abrió la reja del lugar, entrando seis Guardias Reales con sus brillantes armaduras plateadas escoltando un carruaje de estilo prestigioso en color alabastro tirado por dos corceles Percherón perseguido por otros seis integrantes de la misma orden. La jovencita descendió del carruaje, si bien llevaba puesta su ropa de novicia, destacaba su hermosura, revestía una túnica azul Capri con el símbolo del Dios del Agua en el pecho en matiz blanco, así mismo el velo cubriendo su cabeza, incluso la holgada prenda no era capaz de esconder el agraciado atractivo de la fémina quien destacaba por su envidiable cabellera rubia fresa y cuyo rostro angelical poseía inocentes ojos verdes esmeralda.

La fémina fue recibida por su amoroso padre quien le ofreció emotivos abrazos y besos en sus mejillas, teniendo breves momentos disponible antes de su partida le ofreció consejos para su seguridad y advertencias de preparar las cosas que considerara especiales y valiosas por si debía abandonar la ciudad, sus leales sirvientes ya se encargaban de estas acciones, no obstante esperaba su hija se ocupara también.

Minutos después partió dirigiéndose al centro de la ciudad donde le esperaban miles de soldados listos para acompañarle en su recorrido hacia E-Pespel ¡"Dios del Agua protege a mi familia de la calamidad y regrésame con bien a mi hogar"! Profundizo brevemente, distrayéndose al observar en su trayecto deplorables escenas: ruinas humeantes de casas y almacenes, había demasiados incendios durante las noches, los soldados apenas podían evacuar a los ciudadanos o apagar los fuegos, carretas colmadas de prisioneros, acusados de rebeldía contra la Corona y otras más repletas de cadáveres de quienes se negaron a dispersarse de la protesta anterior//

¡"Los soldados custodiando las calles reflejan desasosiego, no quieren detener o lastimar a los ciudadanos que buscan expresar su descontento por las vejaciones que padecen, sus exigencias de alimento son válidas y el temor de perder a sus familiares al obligarles a ir a la guerra contra un ser tan aterrador como es el Rey Hechicero también lo comprendo"!

OVERLORD, ALMAS EN LA OBSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora