OVERLORD, ALMAS EN LA OBSCURIDAD

El REINO DE LA GULA Y PEREZA-13

//En la Capital Real del Reino Estizel, justo en una de las mansiones de mayor lujo en la zona de la alta Nobleza se llevaba a cabo una reunión que tendría en el futuro repercusiones aterradoras; desde hacía horas se habían reunido para discutir sobre su falta de solvencia económica, los partícipes eran los Nobles de mayor influencia y dominio monetario en el presente. Ninguno era merecedor del cargo nobiliario o mucho menos del prestigio y la fortuna en sus manos, sin embargo ese era el resultado de la debacle sufrida en uno de los Reinos de los hombres después de la guerra contra el Rey Hechicero.

El amo de la mansión , un tipo desagradable en todos los sentidos: pretencioso, cobarde, odioso, inepto, mentiroso, pusilánime y prófugo del ácido fólico. Todos a sus espaldas le nombraban "El idiota más grande del Reino Estizel" se mantenía sentado en el diván de la biblioteca, recinto colmado de costosos libros, ninguno leído por el señor de la residencia, quien creía en su arrogancia que al poseer los textos incrementaba su inteligencia, dos de los libros colocados de forma ostentosa al centro del librero de mayor tamaño fueron escritos por el mismo Philip o eso decía, la verdad otra persona lo había escrito y estaba repleto de sandeces y palabrería bonita.

A la izquierda del idiota, ocupando el sillón, se encontraba Robert Walker un Conde, resultaba un tipo degenerado y vicioso, constantemente acudía a los Templos buscando magia curativa para tratar sus asiduas enfermedades de transmisión sexual que padecía por visitar los burdeles del barrio rojo de la capital. Su aspecto era desagradable, ninguna mujer se dignaría a tocarle por gusto, siendo gordo con lentes de botella, apestando a sudor y ostentando una ridícula barba que acariciaba asiduamente, creyendo ese acto ridículo le daba prestigio

Quien se encontraba en el sofá doble era el Barón James Duval hijo de una prestigiosa familia, por su comportamiento soez, desalmado y degenerado le abandonaron y repudiaron. Con el tiempo se convirtió en un cruel criminal que llegaría a integrar una banda de brutales mercenarios; el caos resultante en la Corte Real por el enfrentamiento con el Rey Hechicero como la muerte de la mayoría de los primeros hijos y candidatos al título aristocrático, le permitieron demandar su lugar como heredero, sabría usar a sus cofrades para presionar a su familia y obligarles a ceder a sus demandas

Los últimos en la habitación pegados a la mesa llena de bebidas alcohólicas era los integrantes del ejército gracias al apoyo de sus familias, los terceros hijos habían terminado como guardias en la ciudad y ambos tenían el cargo de capitán. La suerte les favoreció y les permitió reclamar fortunas y propiedades, Andrew uso su riqueza para obtener provecho de la crisis agrícola, adquiriendo suministros y reteniéndolos para después venderles al doble o triple de su precio, Douglas adquirió equipo militar y los cedió a grupos de desertores y malhechores usándoles para contrabandear Polvo Negro, obteniendo vastas ganancias//

–Como está tu negocio– Cuestiono Andrew sirviéndose licor en su copa vacía, recibiendo de su compañero de copas un gruño de fastidio –Las malditas Rosas Azules carbonizaron mis campos de Polvo Negro– Respondió Douglas iracundo –Ingiriendo de golpe su bebida –Si tengo suerte cubriré el 40% de mi parte y tú– 25%... tal vez, los malditos campesinos– Grito enfadado –No producen nada, me piden les ayude... acaso no comprenden, yo soy su amo y deben servirme no al contrario–

//Los dos hombres refunfuñaban mientras se servían más licor para calmar sus frustraciones//

>Maldita sea– Dijo colérico Robert –No debimos pedir tanto dinero y menos usarlo todo en fiestas, mujeres, joyas, y demás tonterías, debimos usarlo en crear negocios y adquirir tierras de cultivo, casi estoy en quiebra, no conseguiré aportar casi nada, 10% quizá, si pudiera viajar a mis dominios en E-Pespel o E-Libera obtendría dinero de las rentas de mis plantaciones, pero hay Demonios en los caminos y me aterra, no me atrevo a salir de la ciudad, pensé en mandar a un representante, pero quizá me robe<