Renjun le había dicho la verdad a Jaemin: habían pasado años desde que alguien lo había abrazado. Recordaba haber sido abrazado cuando era niño, pero a medida que creció, su familia comenzó a darle espacio, como era costumbre. En casa, el abrazo se consideraba una invasión de la privacidad de uno, ya que el contacto físico aumentaba las posibilidades de transferencia telepática.
Renjun debe haber olvidado lo bien que se sintió, porque rápidamente se convirtió en la cosa favorita de Renjun en el mundo. Estaba un poco avergonzado por lo mucho que lo quería, pero a Jaemin no parecía importarle que Renjun estuviera constantemente en todo su espacio personal, deseando ser abrazado y sostenido. Al principio, abrazar había sido solo un sustituto de la evidente ausencia de sus vínculos telepáticos con su familia y su compañera de unión, pero a estas alturas, Renjun temía que fuera más que un poco adicto a ello.
Jaemin fue un increíble abrazador. Renjun se sintió cálido, querido y adorado cada vez que el cuerpo fuerte de Jaemin rodeaba al suyo. Fue increíble, realmente, cómo un simple abrazo podría hacer que se sintiera mucho mejor, dando un salto en los pasos de Renjun durante la mayor parte del día. El único inconveniente era que Renjun había tenido que esforzarse por fortalecer sus escudos mentales, cuidando de no leer la mente de Jaemin sin su permiso. Renjun no era un santo. Siempre había sido naturalmente curioso, y realmente, realmente tenía curiosidad sobre lo que Jaemin pensaba de él, pero no quería explotar su telepatía. Se sentía deshonesto. Jaemin no se merecía eso.
—¿Va a venir tu novio hoy? —Dijo Karina, alejándolo de sus pensamientos.
Renjun la vió con el ceño fruncido.
—¿Qué?
Karina sonrió.
—Vamos, Junnie, no te hagas el tonto. ¡No soy estúpida!
—No entiendo —dijo Renjun lentamente—. ¿De qué estás hablando?
Karina puso los ojos en blanco.
—Alto, oscuro y guapo, viene aquí todos los días como un reloj? ¿Te da propinas obscenamente grandes? ¿Te suena familiar?
Renjun rio.
—¿Jaemin? No seas tonta, no es mi novio! Es un amigo.
Karina lo miró fijamente.
—¿Me estás tomando el pelo?
Renjun se tragó su confusión, no entendía qué tenía que ver el pelo de Karina con la conversación, pero el contexto era bastante claro, por lo que no preguntó, y dijo:
—No, no lo hago. Lo digo en serio. Jaemin es mi mejor amigo. Tengo una... prometida en casa —Sin mencionar que los Calluvian no tenían novios o novias. Tenían compañeros y Jaemin, obviamente, no era el suyo.
Karina lo miró extrañamente.
—Renjun, te sientas en su regazo cuando no hay otros clientes —entonó ella. Renjun frunció el ceño.
—¿Y? —Dijo a la defensiva—. ¡Me gusta y a Jaemin no le importa!
La expresión de Karina se volvió escéptica.
—Mira, me gustan los hombres que expresan sus emociones y se sienten cómodos con el contacto físico, es el siglo XXI, pero debes admitir que se ve bastante extraño cuando te sientas en su regazo durante media hora y te aferras a él como un bebé koala.
Renjun frunció los labios, empezando a enojarse.
—¿Estás insinuando que no es normal que haya amigos en este país?
—Realmente no lo es —dijo Karina con una mirada cansada—. Lo siento, pero ¿cómo puedes ser tan ingenuo socialmente, Junnie?
Renjun miró hacia abajo, recogiendo un brownie en el plato delante de él. Odiaba sentirse tan estúpido y socialmente torpe.
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L'amour des étoiles || Jaemren
Fiksi PenggemarDesafortunado amor entre un hombre humano y el principe de un mundo a media galaxia de distancia. ↬ Na Jaemin x Huang Renjun ↬ Estado: Completa