cap. 25 "Matar a su hijo"

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Karla.

Sabía que este momento iba a llegar, pero ahora que a llegado no tengo el valor de míralo a la cara, me siento como una mentirosa.
Solo podía llorar como una niña pequeña, no tenía la seguridad de decirle.
El se acercó a mi cundo entro vi que estaba furioso, pero ahora no se si este furioso.

El levanto mi cara y solo tenía una cara de preocupación, que debía de hacer.
Me sujeto de ambas manos con cariño y solo me hacía sentir más segura.
Ahí entendí lo mucho que me amaba, no importa lo que hago el siempre estará para mí, así que solo podía decir la verdad.

Era ahora o nunca.

-El es Alex y es nuestro hijo.

No sabía que iba a responder a si que solo cerré los ojos mientras lo decía ya que no quería ver su reacción y que incluso se enojara y me grite, pero pasaron los segundo y no sentí ningún movimiento, no sabia lo que estaba pasando así me ví obligada abrí los ojos.

Cuando lo hize solo pide ver a Mario con ambas manos en su rostro, como si estuviera procesando lo que dije, no podía ver su rostro y eso me hacía sentir más insegura.
Así que volví a decir aquellas palabras para que pudiera decir algo o ver su reacción.

-Es nuestro hijo.

Solo pude ver quitar sus mano y pude ver sus ojos zollosos, el quiera llorar.

-¿Porque no me dijistes, sobre el embarazo?

Sabía que me iba a preguntar eso.

-Porque tenía miedo al rechazo que le podías dar a nuestro hijo, tu en ese tiempo estabas con ella y no me sentía segura en decírtelo y cuando lo iba hacer prepare una cenas, pero tú no llegastes esa noche, tenía días en intentar decírtelo, pero no regresabas a casa, me hiciste sentir que ya no te importaba.

Unas lágrimas empezaron a salir nuevamente de mis ojos.

-Solo quería que estuvieras a mi lado y con el pasar de los días, pensé que si te decía sobre el niño, pensarías que solo era una trampa para que estés a mi lado y estés atado a mi, yo te amaba mucho y no quiera que me viera como una mujer que hacía lo imposible por tenerte a su lado.
No quiero de vieras a mi hijo como la causa de no ser feliz con Jimena, por eso es que me fui del país y me quedé con ese secreto.
Yo en verdad lo siento.

Sentía que en cualquier momento me iba de desmayar, las lágrimas caer y mis ojos que no tenían una buena visión hacia que esto estuviera en una guerra.
No sabía lo que estaba a punto de pasar a si que solo espere su reacción, pero lo que hizo me sorprendió.

El me abrazo y solo me acariciaba mi espalda y me cabello, yo solo escondí mi rostro en su pecho y me aferre a el, como si ví vida dependiera de el y seguían mis lágrimas salir, no podía controlarme, solo quería parar, pero era imposible.

-Esta bien, todos es mi culpa.

Podía sentir sus lágrimas caer e mi cabello, pero ambos necesitamos salir nuestros miedos, era ahora o nunca.

-Yo nunca quise que esto pasara, en verdad lo siento Mario.

-No digas lo siento, el único culpable soy yo, yo fui quien te descuido, yo soy el que no llegaba a casa, yo soy el que no te dió la atencion que necesitabas.
No fue tu culpa ocultar a nuestro hijo, porque sabías que te era infiel, entiendo que pienses así, porque me porte como un patán, yo hice crecer tus inseguridades.
No te culpes, cuando solo querías lo mejor para nuestros hijo.

-Estas enojado.

Dije, pero tenía miedo a su respuesta y yo solo me mantuve mi rostro en su pecho.

-Si, estoy enojado, pero no contigo, sino conmigo mismo, por fallar como tu pareja.
Lo siento tanto por todo lo que has pasado, a Sido de ser difícil criarlo ti solo, verdad.

Ella o yo: recuperando tu amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora