Capítulo 62: "Acorralado"

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Melissa estaba incrédula viendo al frente, hacia Bakugo quien no se volteaba a verla, como si quisiera evitarla o algo parecido. "Bakugo...estás bromeando, ¿No?", preguntó la pelirrubia, llamando esta vez la atención del pelicenizo quien se volteó a verla con una mirada un tanto decaída, quizás porque quería que alguien que lo acompañara en esto...

De todos modos, esas palabras que le dijo Melissa, solo hicieron que agachara la cabeza, a fin de cuentas, esto era lo mejor que él podía hacer. All Might solo tenía una mirada seria con respecto a esto, quería hablar, pero al ver la mirada del pelicenizo, notó que no había nada que pudiera hacer para poder hacerlo cambiar de opinión...de todos modos, así lo intentó...

"Por favor joven Bakugo, reflexione...esto podría matarlo si algo sale mal...", dijo Toshinori con un tono de voz suplicante para que no continuara con esto. Sin embargo, el muchacho solo negó con la cabeza, haciendo que lo que pensaba All Might fuera verdad...que el muchacho no iba a detenerse y que iba a seguir con esto hasta el final de todo...

La pelirrubia no podía pensar en su compañero como parte de los villanos, bueno, claramente no iba a serlo, pero estar en sus manos era peligroso. "Bakugo...no sabes como son esos experimentos...y ¿Si te hacen una especie de Nomu?...maldición...no puedes acceder...", dijo la chica, haciendo que el joven al frente de ella solo agachara la cabeza, pensando en eso...

La joven tenía razón, en cierta parte, a fin de cuentas, habían muchas cosas que podrían salir mal, sin embargo, él no estaba para pensar en eso, solo quería matar a Izuku. "Yo...sé los riesgos de esto, pero en todo caso, si algo malo llegara a pasarme, estoy seguro de que me detendrías", dijo el pelicenizo, aceptando todos los riesgos que llevaba dejarse en manos de villanos...

Era una decisión que no podía desperdiciar...en su cabeza estaba el momento en que su madre fue violentada por la madre de Izuku...estaba Kenji y todo lo que el peliverde le hizo pasar...tantas cosas que lo llevaron a este momento, uno en el cual decidió para intentar cumplir un bien más grande...querer acabar con la vida de Izuku...

De todos modos, Melissa no estaba contenta con esto, por lo que pasó entre todos y se acercó a su compañero, poniendo sus manos en sus hombros lo miró a los ojos. "Por favor Bakugo, hay mejores maneras para hacer esto...la encontraremos juntos, pero no te sometas a esto...", dijo ella con un tono de voz un poco tembloroso...no quería perder a más personas...

- No luego de la masacre que había recibido su salón...

Ella temblaba, no sabía que hacer para convencer a su amigo de que no hiciera esto, tenía ganas de llorar, no obstante, sintió unas manos en sus hombros. Al ver al frente, notó como era el pelicenizo quien la tomaba de estos, mientras que miraba hacia abajo, ahora siendo él quien evitaba el contacto visual, pero simplemente...actuaba como cualquier humano...

- Queriendo consolar a una chica herida...

"Tranquila ¿Sí?...lo último que quiero es morir antes de que Izuku muera...tú hazte fuerte a tu manera...que yo lo haré a la mía...y te aseguro, que nos volveremos a ver...lo prometo...", dijo el joven mientras que levantaba una mano en señal de juramento, mientras que la joven solo lloraba un poco más por pensar que uno de sus últimos compañeros se iba...

Era como una despedida, de todos modos, cada uno debía seguir un camino si quería obtener el poder que quería para poder acabar con Izuku por completo. "Bien...si no van a someterse a estos experimentos, les sugiero que salgan de aquí...", dijo el doctor mientras que iba a preparar todas las condiciones para meter a Bakugo a uno de los contenedores...

El joven miró hacia atrás, a lo que estaba haciendo el doctor, solo para dar un pequeño suspiro y volver a ver a la chica quien negaba con la cabeza, no quería dejarlo ir, no esta vez. "Nos vemos Melissa...", dijo el chico, llamando a la muchacha por su nombre por primera vez, haciendo que la joven se sintiera dolida, quería quedarse a convencerlo, pero...parecía que ya no podía...

Izuku HanmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora