Capítulo 67: "Ogro"

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Estamos en un bosque de noche...no se sabe donde es ni cuando es, pero se pueden escuchar muchos golpes viniendo de entre todos ellos. Se puede ver a un pequeño de cabello verde de tan solo 6 años el cual estaba golpeando un árbol con todas sus fuerzas, empezando a partirlo poco a poco, sin embargo, había un pequeño detalle...tenía lágrimas en sus ojos...

"Maldición, maldición...duele...", se decía en su mente mientras que veía como el árbol caía al suelo, dejando ver como sus puños estaban manchados en sangre...su propia sangre. Si uno se volteaba a ver hacia un lado, podía ver como había una larga fila de árboles destruidos, algunas rocas las cuales habían sido destrozadas por los puños del niño...

"Bien...sigue con el siguiente...", dijo una mujer alta de cabello verde mientras que fumaba un cigarrillo, solo para acercarse al infante y apagárselo en la espalda. El niño quiso hacer un sonido de dolor, sin embargo, se mordió la lengua para no dejar salir nada, no podía hacer eso, no tenía permitido hacerlo, por lo que se aguantó como pudo...

"S-Sí madre...", dijo el pequeño en su cabeza, mientras que intentaba cerrar sus puños ensangrentados los cuales solo le temblaban por el dolor. Se volteó a ver a su madre, hacia arriba, solo viendo como su silueta era iluminada por la luz de la luna, su rostro no se veía, solo se podían ver sus ojos verdes...los cuales brillaban con una forma...

- Que la hacían ver como maldad pura...

Sin embargo, al voltearse a verla, fue como si estuviera dudando de si seguir golpeando los árboles o no...como si de manera inconsciente le estuviera diciendo "No por favor...". Sin embargo, el niño notó como la mujer se movía de su posición original, cosa que hizo que todos sus sentidos de peligro se disparasen por los aires...

No perdió el tiempo y por miedo empezó a golpear el árbol con todas sus fuerzas, sin detenerse a toda potencia...cualquier cosa era mejor a tener que soportar un castigo de su madre. La mujer al ver como el niño volvía a hacer caso, simplemente volvió a su posición original, solo para sacar otro cigarrillo y encenderlo, empezando a fumarlo...

El niño continuó golpeando árboles y rocas, destruyendo cada uno de estos, tanto que al final sus manos parecían ya rotas, sin embargo, continuaba haciendo eso. "Duele...duele...duele...", se decía el pequeño, mordiéndose el labio para aguantar el dolor, el cual estaba sangrando, sin embargo, eso no era lo más resaltante...sino que habían muchas lágrimas cayendo de sus ojos

Pero no se atrevía a darse la vuelta como para que su madre lo viera...solo contenía el llanto mientras que continuaba golpeando un árbol al cual ya no le hacía nada. Solo le dejaba manchas de sangre...mientras que su madre solo veía esto, acercándose a donde estaba su hijo, sacudiendo un poco su cigarrillo, dejando caer ceniza sobre el cabello verde del niño...

"Muy bien...está bien esa potencia...ese dolor...no lo olvides...", dijo la madre mientras que hacía que su hijo abriera la boca y se tragara su cigarrillo. El ardor fue intenso...quiso gritar, pero no pudo...lo único que pudo hacer fue tragar mientras que más lágrimas salían de su rostro, no obstante, aguantó todo...eso era el orgullo de su madre, ¿No?...eso...eso la hacía feliz, ¿Verdad?

- Él seguía dándole la espalda a su madre...y ella lo tomaba desde atrás...

La mujer seguía con sus manos en la mandíbula de su hijo, para que no escupiera el cigarro, sin embargo, sintió como algo empezaba a mojar sus manos. ¿Sangre?...no...no podía ser...esta era más espesa y viscosa...esto era más como agua...y al identificarlo, tuvo un tick en su ojo por la ira de esto...mientras que sus manos las quitaba de la mandíbula del niño...

"¿Estás llorando?", preguntó aquella mujer, mientras que ponía sus manos en los hombros de su hijo, haciendo que un sentimiento miedo despertara en él. Quiso correr...quiso gritar, pero no podía...era como si estuviera traumado y en su mente hubiera un código que no le permitía hacer eso...como si solo pudiera quedarse allí...esperando a ver que pasaba...el punto era...

Izuku HanmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora