☀︎6☀︎

22 8 28
                                    

Habían pasado dos semanas desde aquel altercado entre Minho y Jisung y el último estaba eternamente agradecido con el de cabellos oscuros. No había dicho ni una sola palabra; no había preguntado y mucho menos tocado el tema.

Al final todos quedaron el fin de semana, pero Lee Minho no pudo asistir por un problema del que no dio muchos detalles. Simplemente se disculpó.

Habían estado viéndose en clases—ya que tenían muchísimas juntas— y alguna que otra vez quedaban en aquel Café donde todo ocurrió. Se habían vuelto más cercanos, no mucho, pero había avances.

Jisung se giró sobre el colchón de su habitación y bostezó mientras se estiraba, escuchando su pobre espalda crujir. Sus cabellos estaban completamente despeinados y su rostro hinchado ya que acababa de despertarse. Observó hacia su lado y se encontró con la cama de su compañero de habitación completo vacía y perfectamente hecha.

Seo Changbin. Era el compañero de Jisung, un chico de baja estatura, fornido y bastante amigable y gracioso. Pasaba la mayor parte del tiempo fuera del apartamento, ya que prácticamente vivía en el gimnasio.

Salió con pereza de entre las cálidas sábanas de su mullida cama y entró en el baño, lavándose la cara con agua tibia y después los dientes.

Un poco más despierto salió de aquella habitación y se fue a la cocina, donde se quedó completamente quieto, observando a su compañero y a aquel chico de cabellos oscuros platicar.

Ambos se giraron cuando se percataron de la presencia del menor y a este se le quedó la respiración atascada en la garganta mientras se llevaba con rapidez ambas de sus manos a su rostro, tapando desde su pequeña nariz, hacia abajo, sintiéndose inseguro.

Minho frunció el ceño y no comentó nada.

—No sabía que había visita. Iré a cambiarme —informó el de cabellos castaños mientras se daba la vuelta y desaparecía del lugar, sin dejar que Minho le asegurara que no lo importaba que estuviera en pijama.

—¿Han Jisung es tu compañero? —inquirió el más alto, cruzando sus brazos y apoyándose en la diminuta isla que había en la cocina.

—Sí. Es muy tranquilo, apenas da un ruido, aunque paso mucho tiempo fuera del piso. Sí me he fijado en que no come muy bien —habló Seo mientras agarraba si botella de agua y la introducía en su mochila negra.

—¿A qué te refieres? —quiso saber, intentado fingir desinterés.

—No desayuna y, o no come, o la única comida que entra en su cuerpo es un cuenco de ramen. Me dijo que era porque él no tenía casi nunca hambre —explicó.

Se colgó su mochila del hombro y miró a su amigo.

—Me voy al gimnasio. Hay huevos, por si no has desayunado. Bye-bye —se despidió y cerró la puerta sin dejar que Minho le respondiera.

Minho había venido a hablar un rato con Changbin ya que, aunque él dijera que sus amigos eran idiotas, los apreciaba.

Justo en ese momento Jisung apareció de nuevo en la cocina, con su cabello húmedo y una muy fina capa de maquillaje ocultando sus inseguridades. Una camiseta holgada de color crema y unos pantalones también holgados negros, ocultaban su cuerpo y, con ojos cálidos, observó a Minho.

—¿Changbin hyung se fue? —preguntó suavemente mientras se acercaba al mayor y se sentaba en un banquillo.

Seo tenía la misma edad que Minho y estaba un curso por delante que Han y el de cabellos oscuros.

—Sí, dijo algo de que iba a ir al gimnasio —comentó mientras comenzaba a hacer huevos revueltos con tostada.

El estómago de Jisung rugió con hambre solo por aquel delicioso aroma.

𝐄𝐂𝐋𝐈𝐏𝐒𝐄 [𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora