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¡!











LEANDRO SE ENCONTRABA hacia horas despierto, mirando detalladamente cada facción de la rubia abrazada a él. Su rostro relajado, reflejaba tanta tranquilidad, que deseaba poder quererla como ella quería. Pero no era posible. Él tenía una familia que lo esperaba en casa, y a su mujer que había estado para él desde el momento cero.

Lo que le pasaba con Milena era diferente, se habían conocido una noche en un boliche de Qatar. La fémina se encontraba de vacaciones, para tomarse un respiro e innovarse con sus fotografías mientras que él, se encontraba debutando en el Mundial. No fue obstante, cuando se cruzaron y debido al alcohol que los dos habían ingerido hacia horas, tuvieron un encuentro. Y así, uno tras otro. Hasta el punto donde, los dos se encontraban con frecuencia en un departamento que Leandro había comprado hacia años.

Leandro a pesar de quererla, no había llegado a sentir una conexión especial como la que tenía con Camila, su mujer. Se sentía miserable, prometiéndole a Milena que la quería solo a ella, y que sería capaz de dejar a su familia para poder estar juntos. ¿En verdad había dicho eso?  Si, y muy en el fondo, sabía que jamás iba a suceder. Ni en su peor pesadilla.

Fue entonces, cuando la dulce voz que la caracterizaba a ella, sucumbió sus oídos y dispersó sus pensamientos: —Buen día, Leo. —musitó, ladeando una sonrisa y acomodando su cabeza, de forma que sus ojos pudieran verlo mejor.

Por su lado, Leandro sonrió a medias, depositando suaves y leves caricias en la mejilla de su contraria, mientras la miraba a los ojos. Esos ojos que la primera vez, lo volvieron loco; pero que ahora, lo condenaban a una culpa que lo carcomía internamente. Ninguna de las dos mujeres se merecían aquel engaño por su parte, y eso lo sabía claramente.

—¿Estás bien? —indagó, con preocupación la ojiverde, mientras se acomodaba con cuidado a su lado. —Te noto... perdido. —musitó. "Perdido", es como se sentía muy en el fondo, con sus dos vidas, con su doble vida.

Perdón, es que sos hermosa, Mile. —murmuró, a modo de mentira, y ladeó una sonrisa, dejando un corto beso en su frente.

Pronto, Milena se acercó hasta su rostro y dejó un suave beso en sus labios, como acto de amor. El cuál Leandro, aceptó. Aunque, no quería seguir ilusionándola, pero tampoco queria lastimarla.

—¿Desayunamos? —preguntó Leo, una vez que se separaron. Milena asintió y se despojó del fino acolchado que los cubría a ambos. —O almorzamos, como quieras.

—Desayuno, me pinta más. —ladeó una sonrisa y se sentó en el borde del sillón, acomodando su pelo suavemente con la yema de sus dedos.

Leo, no pudo evitar, mirarla. Le atraía físicamente, pero no para algo más. Por inercia e instinto, un poco tonto por cierto; se acercó desde detrás de ella y la abrazó suavemente, depositando cortos besos en el hombro desnudo de la chica, sintiendo como el cuerpo de la misma, se estremecía ante su tacto.

Pronto, tiró de su cuerpo suavemente, logrando que la rubia se sentara sobre sus piernas, dejando las suyas a cada costado de la propia anatomía del masculino.

—Leandro... —murmuró ella sobre sus labios. Estaba sorprendida, sabía que el contrario nunca tomaba la iniciativa, casi siempre era ella quien comenzaba a insinuarse.

—¿Qué? —preguntó con la voz ronca, mientras deslizaba sus manos por el cuerpo de la contraria, buscando y consiguiendo, sacarle la prenda de arriba.

—¿Seguro? —indagó, mirándolo fijamente a los ojos. Por su lado, Leandro gruñó por lo bajo y acortó la poca distancia que los separaba, para callarla. Sabía que si la chica seguía hablando, se iba arrepentir de lo que estaba por hacer. Aunque, muy en el fondo, a pesar de su constante y rotundo negatividad ante esos sentimientos, quería que pasara. Necesitaba aunque sea, un rato del tacto de Milena. Aquella rubia de ojos verdes que lo volvía loco, aunque el no quisiera aceptarlo por completo.

—¿Eso te da una respuesta? —murmuró sobre sus labios y Milena, se limitó a sonreír. Internamente se encontraba saltando de la emoción, tan inocentemente.



































¡! 21.07.23

aclaración!
no busco sexualizar a nadie, mucho menos a los chicos del plantel, es una fic, en un ambiente ficticio. de todas formas, se aceptan críticas constructivas, siempre y cuando haya respeto <3 !

august ─leandro paredes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora