¡! — " susurros de '¿estás segura?',
'nunca lo he hecho antes' "—TE AMO, PAREDES. —musitó muy por lo bajo la ojiverde, tomando por sorpresa a Leandro. Había dejado de acariciar el torso desnudo de la chica y procesó cautelosamente las palabras que habían salido de su boca.
Pronto, la miró y fingiendo una sonrisa a labios cerrados, depositó un beso en su cabeza. —Yo también, Fernández. Yo también... —murmuró y continuó con sus caricias. Como si su consciente le quisiera jugar en contra a propósito, comenzó a arrepentirse muy internamente. ¿En verdad le dijo que lo amaba? No podía procesar lo mucho que había llegado aquel "vínculo" que habían formado con el tiempo, si es que se lo podía llamar así; porque Leandro no sentía nada por Milena, solo calentura.
—¿Estás bien? —interrogó Milena, mirándolo. Antes de decirle aquello, ya notaba perdido y pensativo a Leandro, tenía la intuición de que se arrepentía de estar con ella. Lo que no sabía, es que tenía razón, su intuición no le fallaba, aunque ella nunca le hiciera caso, las cosas terminaban siendo así. Lamentablemente.
—Si, gorda. —respondió, y acomodó sutilmente una hebra traviesa que estorbaba en el rostro de la chica. —Solo que... ¿Estás segura? —susurró, como si de un secreto se tratase.
—¿De qué? —preguntó con confusión Milena mientras lo miraba fijamente. No entendía a qué venía esa pregunta. O tal vez si, pero no quería admitirlo.
—De estar conmigo, a pesar de que esté con Cami. —respondió y la ojiverde sintió como su corazón se estrujaba en su lugar. ¿Enserio se lo estaba preguntando? Fueron segundos de un eterno e incómodo silencio, donde la rubia se dispuso a procesar aquellas palabras del morocho. —Nunca lo había hecho, ya sabes... lo de gorrearla. —musitó.
Milena, por su lado, se aclaró la garganta y desvió su mirada a un punto fijo en la habitación. ¿Acababa de decirle indirectamente que era su segunda?: —Yo... —balbuceó torpemente y lo miró nuevamente, para luego asentir. ¿Enserio estaba segura? —Pensé que habías hablado con ella. —acotó, y Leandro, la miró, sin saber qué responder.
—No, todavía no. —negó y suspiró. —Prometo que voy hablar con ella, ¿Si? —murmuró y la tomó suavemente del mentón, dejando un casto beso en sus labios. —Solo dame tiempo, linda. —le pidió una vez que se separaron.
Era claro que no iba hacerlo, no iba arruinar una familia que había construido con los años para estar con Milena, con algo casual, que ni siquiera tenía alguna definición. Pero por su lado, Milena creía que Leandro iba a cumplir su promesa, y que de alguna forma u otra, iban a estar juntos. O eso creía ella.
¡! — "y puedo vernos retorciéndose
en sábanas"A horas de la media tarde, Milena se volvió a su casa, con una felicidad interna que no tenía momento o fecha de caducidad. No obstante, al entrar, se encontró con la reprochada mirada de Nicole, su mejor amiga. Nicole no era tonta, sabía que la rubia había estado con Leandro. Algo que a ella, no agradaba, porque muy en el fondo, sabía que el chico no tenía otra intención más que coger con Milena, la cuál ya se encontraba demasiado ilusionada como para hacerla entrar en razón. Así era ella, hacia oídos sordos a todo lo que le decían los demás. Y casi siempre, le jugaba en contra.
—Sabes que te amo, Nicki. —dijo Milena, sonriendo inocentemente para su amiga mientras que se recostaba en el sillón del living, buscando relajar su cuerpo, el cuál le dolía de todas las formas posibles.
—Milena, prometiste no meterte con él. —le reprochó la chica, cruzándose de brazos. —Tiene familia, una mujer e hijos. Por favor, no caigas tan bajo, gordita.
Milena por su lado, revoleó los ojos y la miró desde el sillón: —Ya sé, no me lo recuerdes. —murmuró, dispersando los sentimientos de culpa que de vez en cuando, la carcomían internamente. —Solo que, siento como que estoy atada a él, ¿Entendés? —habló con tanta ilusión que a Nicole le dolió muy en el fondo, ver a su amiga tan enganchada con alguien que solo la quería para desquitarse, la lastimaba. —Por más que lo intente, me pierdo en los recuerdos. —musitó casi para sí misma. Y pensó en como Agosto se estaba volviendo su mes preferido, y muy en el fondo no quería que se volara con el tiempo.
—Vos sabes lo que haces, Lena. —murmuró Nicole y como si no esperara respuesta de su mejor amiga, se retiró del living; dejando sola a la ojiverde.
¡! 21.07.23