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—A ver si he entendido. —Sunoo se masajeó las sienes después de la larga explicación que le dieron los únicos seres sobre naturales ahí presentes.

—Vosotros tres sois demonios —señaló a Jay, Heeseung y Riki. —y estábais dentro de las piedras que recogimos, aunque todavía queda otro en la de copo de nieve. Estamos unidos a vosotros por una marca, y gracias al nombre que os pusimos siempre que os llamemos estaréis con nosotros. Ah, pero no menos importante, tenéis poderes en relación con la naturaleza, lo cual también aplica al por qué os podéis convertir en animales y la forma de vuestra marca.

—Básicamente. —contestó Jay.

—Hmm... —Sunoo observó el nuevo tatuaje que compartía con Riki, que se encontraba en su muñeca y tenía forma de llama.

—Pero todavía tengo una duda. —volvió a decir. —Si las formas animales de Jay y Riki son adultas, ¿por qué la de Heeseung es un bebé?

—Bueno, él es el más mayor entre nosotros, pero su poder es de rango inferior al nuestro, por lo que eso afecta también a su transformación animal y su físico humano. Aún así, eso tampoco quiere decir que sea débil. —explicó Jay, a lo que el pelirrojo asintió.

—Aww por eso me pareces tan adorable. —Jake tomó un cachete del grisáceo, usando su tono meloso otra vez. Heeseung solo suspiró derrotado.

Los otros dos demonios le dirigieron una mirada burlona al mayor.

—Wow hyung, realmente te has apurado en crear lazos con tu humano. —Riki no aguantó la risa.

Ante ese comentario, Heeseung no pudo evitar que sus mejillas se pintasen de rosa.

—¡Eso no es cierto! Además, este humano con el que por desgracia me ha tocado compartir eternidad es un maldito estúpido y un perv-

Jake le volvió a tocar el trasero.

—¡Que no me toques el culo! ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? —el grisáceo lo miró de forma “amenazante”.

El rubió solo pudo reírse.

—No te ofendas bebé, pero tu carita enojada es de todo menos intimidante. —le revolvió el cabello.

—Uy, le dijo “bebé”. —Riki continuó molestando al mayor mientras seguía riéndose.

Heeseung, con el rostro rojo de la vergüenza, se dirigió a la puerta del cuarto gritando:

—¡Se acabó! ¡Me largo de aquí!

Y con eso salió dando un portazo.

—Pobre, no quiere aceptar que le gusta el apodo. —Riki siguió, haciendo que todos en la habitación rieran.

—¡Eso no es verdad! —se escuchó del otro lado de la puerta, haciendo que aumentaran las risas.

Así continuó la tarde entre risas y bromas mientras se iban conociendo.

—Oigan, ya se está haciendo tarde. —dijo Jay al mirar por la ventana rota como el sol ya se estaba ocultando.

—Anda, ¿cuándo pasó tanto tiempo? —esta vez habló Jake mirando su reloj.

—Esto hay que repetirlo más veces. ¡Ha sido un día genial! —exclamó Riki feliz, mientras abrazaba a Jungwon, con quien se había hecho muy cercano al poco tiempo.

—¡Sí, desmadre! —gritó el menor de todos entusiasmado, correspondiendo el abrazo.

—Bueno, ya veremos, primero tenemos que conocernos más los compañeros de marca, las amistades luego. —dijo Jay separando a ambos chicos, ligeramente molesto por la cercanía.

—Pero hyungiee —Jungwon se quejó haciendo un puchero.

—Nop, no me vas a convencer por más que me hagas morritos.

—Hum. —El menor se cruzó de brazos aún con el puchero.

—Wonie... ¿Quieres probar verdaderos platos de cinco estrellas? —el mayor cuestionó con un tono sugerente, haciendo que el contrario le prestara atención.

—¿Cómo?

—Ay, ¿no te lo había contado? Soy un chef profesional.

—No es cierto.

—Jungwon peque, créelo, realmente es un profesional. —Heeseung, quien había vuelto a entrar en el cuarto hace un rato, habló.

—Wow, ¿en serio? —Jungwon miró con brillitos en los ojos a Jay.

—Sip, pero solo podrás degustar mi comida si nos conocemos más. —Jay le sonrió.

—¿Entonces, a qué estamos esperando? —el menor tomó el brazo del mayor y salió corriendo de la casa de Sunoo para dirigirse a la suya con rapidez. —¡Comidaaa! —iba gritando por la calle.

—¡Oye, eso es trampa! ¡Jay hyung ha usado un truco sucio! —Riki hizo un berrinche.

—Venga, ya está. —Sunoo le dio palmaditas en la espalda. —Mi cocina también es buena, no de profesional, pero simple y deliciosa. Te puedo preparar algo si quieres.

—¿Lo dices en serio? —ahora Riki también tenía brillitos en los ojos, a lo que Sunoo asintió con una sonrisa. —¡Cómo te quiero! —Y el rubio le brindó otro de sus cariñosos abrazos al pelirrojo.

—Bueno, creo que nosotros sobramos aquí. —habló Jake

—No podría estar más de acuerdo. —le siguió Heeseung.

Los dos chicos salieron de la casa sin que los otros se diesen cuenta y se encaminaron al hogar del rubio.

—Bueno, pues al final todo ha acabado bien. Todos están agusto con sus compañeros, es genial. —dijo el grisáceo sonriente.

—Pues sí, es fantástico. —contestó el rubio, pasando el brazo por los hombros del contrario.

—Jake...

—No te estoy tocando en un sitio indebido...—se defendió.

—Hmm.

—... Todavía.

—¡Jake! —lo empujó levemente.

—Perdón, perdón. —y el rubio comenzó a reírse.





Estúpido Humano [Heejake, Jaywon, Sunki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora