Estúpido Humano [Heejake, Jaywon, Sunki]

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-¡¿Pero dónde están estos?! -Sunoo gritó frustrado, mientras no le quitaba la vista de encima al enorme leopardo.

De pronto, una piedra para nada pequeña se estrelló contra la ventana de su cuarto, rompiéndola.

-¡Mi ventana! -exclamó horrorizado.

En ese momento, Jungwon se asomó por el hueco del agujero, siendo cargado por Jay quien volaba gracias a sus poderes.

-¡Holi hyung! -saludó el menor como si nada, entrando por completo en el cuarto siendo seguido por Jay.

-Un momento hyung. -Jungwon salió de la habitación para ir a abrir a Jake y Heeseung que esperaban todavía afuera, en la entrada.

Después de que todos ya estuvieran dentro, volvieron con Sunoo. Pero, nada más entrar, casi caen al suelo por la fuerza con la que el pelirrojo les gritó.

-¡¿Pero a quién se le ocurre?! ¡Sois unos animales, me habéis roto la ventana! ¡Esto me lo pagáis! ¡¿Me habéis oído?! -Sunoo de verdad que estaba furioso, era aterrador. Tanto, que Jungwon y Jake se abrazaron asustados.

-Joder, pero que miedo da... Y se supone que nosotros somos los demonios... -Jay se encogió en su lugar, sintiendo un escalofrío.

Por otro lado, Heeseung también se sintió intimidado y se escondió detrás de Jake y Jungwon, que seguían abrazados. Bueno, hasta que el menor de todos habló.

-En mi defensa... ¡Fue idea de Jake! Yo le dije que te ibas a enfadar pero ya sabes cómo es...

-¡Oye! ¡Eres un traidor!

El pelirrojo dirigió su mirada al rubio, quien se soltó de Jungwon y dio varios pasos hacia atrás, ahora siendo él el que se escondía detrás de Heeseung.

-N-No me mires así Sunoo... No abrías, la puerta estaba cerrada y tampoco guardas una llave de emergencias por ahí, y ya sabes... En momentos desesperados se requieren medidas desesperadas... -el mayor soltó una risa nerviosa mientras ocultaba aún más su presencia detrás del grisáceo.

Se podría decir que en los ojos de Sunoo se podía ver al mismísimo diablo, aunque desde la perspectiva de los verdaderos demonios ahí presentes, se podría decir que comparado con el pelirrojo, el señor del inframundo era un trozo de pan.

-Bueno, ¡lo que sea! ¡Ya resolveremos eso luego, ahora ayúdenme con este bicho! -el leopardo rugió en respuesta a la forma en la que el chico se dirigió a él.

-¡Eh! ¡A mí no me rujas gato pulgoso! -el pelirrojo le gritó de vuelta, molesto, mientras lo amenazaba con pegarle con la carpeta donde guardaba sus apuntes del instituto. -Porque aquí tengo papeles importantes que si no... -le volvió a hacer un ademán de querer tirárselo, haciendo que el animal gimiera asustado.

-Sunoo hyung, ¿está seguro de que nosotros hacemos alguna falta aquí? -Jungwon preguntó, porque sinceramente parecía que el mayor lo tenía todo bajo control.

-¡Claro que sí! Intenta averiguar por qué se encuentra justo en mi casa, ¡vosotros entre felinos os entendéis!

-¡Hyung! -el menor se quejó.

-Bueno, técnicamente está en lo correcto. -Jake le dio la razón a Sunoo.

-¡Tú te callas, maldito rompe ventanas! -el pelirrojo le gritó.

-¡Pero si te he apoyado!

-... ¿Y se supone que estos son amigos? -Jay cuestionó susurrando, entre divertido y asustado con la situación.

-Parece ser... Realmente los humanos son raros, al menos estos. -Heeseung le respondió, también susurrando.

-Pero hyung, ¿qué pretende que hagamos? -Jungwon preguntó ya cansado.