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Su mirada permanece en mí, el Rey Irmin no me quita la mirada ni un solo segundo y yo le sujeto la mirada con la barbilla alzada dándole a entender mi superioridad o al menos eso me obligue a hacer, en realidad no puedo evitar sentir nervios al es...

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Su mirada permanece en mí, el Rey Irmin no me quita la mirada ni un solo segundo y yo le sujeto la mirada con la barbilla alzada dándole a entender mi superioridad o al menos eso me obligue a hacer, en realidad no puedo evitar sentir nervios al estar frente al Rey de Khaenri'ah.

Un hombre alto de buena complexión y ojos amatista adornados por aquella hermosa pupila en forma de estrella, tenía un rostro viejo con pequeñas arrugas que se formaban bajo sus ojos, su belleza era ideal a la de un rey, era todo lo contrario a un NPC cualquiera. Observación incorrecta, este mundo no estaba formado por personas llamadas NPC si no, por personas reales, que comen y respiran el mismo aire que yo.

A pesar de que Irmin causaba nervios en mi sistema, podía ver con claridad la arrogancia, la corrupción y la maldad que llevaba en su corazón. Es un rey, pero no el tipo de persona que merezca llamarse así.

— ¿Cuál es tu nombre, viajero?

El tono de su voz era burlesco al igual que su expresión, me miraba aburrido como si fuera la cosa menos interesante del mundo.

« Estúpido rey » fue el pensamiento que cruzo por mi mente. Rhinedottir estaba parada a un lado del trono del rey, analizaba cada uno de mis movimientos con aquellos ojos fríos.

— Mi nombre es Calisto — contesté con monotonía mientras limpiaba mi oreja con mi meñique.

Un sonido sonó desde su garganta.

— Interesante, ¿sabes que significa Calisto?.

Alce una de mis cejas con curiosidad: Érase una vez, una ninfa de nombre Calipso que se enamoro de un humano llamado Odiseo y lo retuvo durante 7 años, hasta que después de dejarlo irse, le prometió la inmortalidad, sin embargo Odiseo prefirió regresar a casa. Esa había sido la historia que mamá me contó cuando se inspiró en mi nombre que en lugar de llamarme Calipso, decidió llamarme Calisto que significa "Nobleza". Cuando me di cuenta de lo estupido que sonaba me termine por avergonzar y decidí jamás contar la historia de mi nombre.

¿Por qué las madres piensan en nombres tan ridículos?

— ¿Qué significa? — pregunté prestando atención a la respuesta del rey.

— "Aquel que conquistará el destino".

Detuve mis ganas de reír creyendo que era una pesada broma que ese estúpido rey hizo solo para embelesar a mi persona. Sin embargo, después de llevar mi mirada a la mujer a su izquierda, noté que no era para nada una mentira, era real.

— El mar de estrellas no ha traído al que nos salvará del destino — exclamó mientras se levantaba de su trono. Me quedé mirándolo durante un rato sin bajar mi mirada, incluso aún después de que él llegó frente a mi, miré fijamente aquellos ojos amatista—: Eres Calisto, el que posee la llave del destino.

¿Esto es en serio? No, esto es serio. El mismo sistema había dicho que yo me había convertido aquel que "tejera los hilos del destino" eso significa que ese estúpido sistema hablaba en serio.

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