Nueve

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La semana pasó rápido.

Al principio era algo cansado para Ranpo el tener que hacer cualquier trabajo físico, ya que no era algo que acostumbraba a hacer. Tenía sus sospechas, pero no podía poner el dedo en que exactamente lo hacía sospechoso.

Entrenar con la lagartija negra era mucho más divertido de lo que pensó, pero odiaba que usarán la fuerza bruta en muchas ocasiones. A veces se maldecía por haber terminado atorado en el cuerpo del mafioso en primer lugar. Podría estar comiendo dulces, siendo mimado por el presidente, pero tenía que ir a hacer una escena y meterse en un lío.

Un suspiro salió de su boca, a lo que Tachihara volteó a verlo.

— ¿Que pasa, Ranpo? Wow, aún se siente raro llamarlo así.

— Quiero volver a mi cuerpo en cuanto antes, eso es todo.

Ambos habían entablado un tipo de amistad, pero eso era normal considerando que Tachihara era amable por defecto. Claro que cuando tenía que ser un mafioso, tampoco tenía problema.

— Ah, ya veo. Si le hace sentir mejor, cada que recuerde a Nakahara-san siendo tú me voy a reír a carcajadas

— Estoy seguro de que eso no terminaría bien.

— No dije que lo haría en su cara. Hay cosas con las que uno no juega nunca, no importa que tan graciosa sea... Por cierto, ¿Cómo es el clima allá abajo?

— Bastante agra- ¿Te burlas de mí altu- de la altur- de este cuerpo?

Tachihara no dudó en reír ante esa reacción. La expresión de Ranpo estaba en punto con la que Chuuya haría, pero como no era Chuuya no temia ser golpeado por aquella broma.

— ¡Lo siento! — Entre risas. — Jamas podría hacerle esa broma al verdadero Chuuya

Al oír eso, Ranpo no pudo evitar sentir algo de decepción. Aquella emoción no parecía pertenecerle, si no al cuerpo. Eso hacía que temiera por su identidad. ¿Y si empezaba a creer que era el verdadero Chuuya? ¿Y si a Chuuya le pasaba lo mismo? ¿Alguna vez encontrarían al usuario de habilidad que les hizo eso? Tenía tantas preguntas, y ninguna respuesta.

Sin sus lentes, era inútil.

— Esa no es una cara bonita — Dijo una voz algo grave.

Era Hirotsu, acompañado de Gin. Gin se mantenía en silencio, haciéndole una señal a Tachihara para que le siguiera. Ranpo solo miró a Hirotsu con una cara de desinterés.

— Es la única cara que tengo por el momento. Yo también desearía que fuera mi propia cara, señor.

Tachihara parecía tener un gran oído como para reírse desde donde sea que lo habían llevado y ser escuchado. Hirotsu ignoró el comentario.

— ¿No está Akutagawa contigo? Pensé que tenía que cuidarte a cualquier momento.

— No. Mori le dio un encargo o algo así. Me dijo que me quedara aquí sentado y que no me fuera con extraños, específicamente señores mayores con dudosas intenciones.

— En primera, al jefe debe referirsele como el jefe y solo así, no importa si eres un mocoso de la agencia que se cree mafioso. En segunda, no tengo ninguna "dudosa intención", vine a darte noticias.

— Genial.

Ranpo no se mostraba emocionado en lo más mínimo por lo que Hirotsu fuera a decirle. Era como si el presidente le pidiera que buscará a Atsushi de nuevo pero no le prometía un cumplido, o por lo menos un dulce. Incluso si Hirotsu le prometiera alguna de estas cosas, no se vería motivado y era obvio.

Swap With Me! [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora