Swap With Me! [BSD]

Cinco

Chuuya se acercó con gran sigilo hacia la persona, o más bien a si mismo, para saber lo que este tramaba. No esperaba que este solo estuviera tan metido en sus pensamientos que aún con todo el ruido que hizo no se dio cuenta que había alguien frente a él.

—¿Hiciste algo por lo que debería golpearme a mi mismo?— Fue lo que preguntó Chuuya una vez que confirmo la extrañes del contrario.

—¡Wah!

Ranpo quiso retroceder del susto olvidando que se encontraba en el columpio, así que cuando lo hizo tropezó con este y cayó de espaldas.

—¡No me asustes así! — Ignorando el terrible estado en el que estaba, Ranpo no dudó en gritarle.

—¿Por qué estás aquí? — Chuuya se cruzó de brazos.

—¿Por qué estás tu aquí? — Ranpo también se cruzó de brazos, aún tirado en la tierra.

—No respondas mi pregunta con otra pregunta.

—No evadas mi pregunta con otra respuesta.

Ambos, dentro de si mismos, sabían que tenían un temperamento difícil de lidiar. No lo admitirían porque simplemente no se llevaban bien para empezar.

— Esto es estupido, y ademas-

Ranpo no sabía si debía decirle que que había pasado en la mañana, después de todo no es como si el pobre de Dazai supiera lo que había hecho.

— Si dices lo que creo que vas a decir mejor guardatelo, lo escuché. — Hizo un gesto con su mano, la cual indicaba un teléfono.

— Deberiamos decirles.

— ¿Decirles? ¿Y luego que? Oh, lo siento cariño. Estoy atrapado en el cuerpo de mi rival y por ahora tengo que encontrar la manera de solucionar esto, así que por favor abstente de acercarte, tocarme o siquiera mirarme. Gracias, besitos, adiós~ ¡No! ¡Nos metimos es esto solos y lo arreglaremos solos!

— ¿Entonces prefieres engañarlos? Tal vez tú no tengas problemas por qué Poe es alguien tímido y que no haría nada sin mi consentimiento, pero Dazai no es igual a él y lo sabes.

Ambas opiniones estaban chocando ahora mismo, porque ambos tenían razón, pero nadie más que el otro.

— Si no estuvieras en mi cuerpo ya te había dado una paliza... — Dijo Chuuya a regañadientes.

— Tendremos tiempo para arreglar nuestras diputas, no te preocupes. A este paso creo que tu plan no nos llevará a ningún lado.

— ¿Me estás diciendo estupido?

— Pues si la bota te queda.

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

Chuuya se abalanzó sobre el detective, dispuesto a darle un buen golpe. Sin embargo lo único que lograron fue revolcarse en la arena del parque como niños pequeños. No querían dañar el uno al otro sabiendo que eran ellos mismos después de todo, sin embargo eso enfadaba a Chuuya aún más.
Cuando dejaron de rodar el mafioso quedó encima de él, y está vez no se contuvo de darle un puñetazo en la cara. Esto por supuesto que le había dolido al detective, por lo que lo pateo en la costilla para sacarselo de encima. No se había dado cuenta que en ese ligero golpe había usado algo de la habilidad de Chuuya, por lo que su cuerpo rodó una buena distancia.

Cuando se levantó, pudo observar al mafioso sosteniendo su costado con dolor. Eso iba a dolerle por un tiempo.

— Desgraciado.. — Fue lo primero que salió de la boca de Chuuya. — ¿Cómo es que ya sabes controlar mi habilidad?