Swap With Me! [BSD]

Once

Por el lado de Chuuya, nada podría ir mejor.

Todo era tan pacifico que se preguntaba que era lo que fastidiaba tanto al detective para que esté se escapara de la agencia a menudo.

Aún así, extrañaba su trabajo en la Port Mafia.

Estar sentado detrás de un escritorio fingiendo que era la persona más inteligente del mundo era aburrido a su parecer. Era simple, pero aburrido. No era la definición del "trabajo ideal" de Chuuya.

Sobre todo por qué toda la agencia estaba pendiente de él, desde el presidente hasta el novio del dueño del cuerpo y su propio novio. Maldecia su suerte.

Se puso a dar vueltas en la silla, esperando a que un caso cayera en sus manos.

Al contrario del detective, Chuuya resolvía todos los casos que llegaban a él. Después de todo, tenía que aprender a "controlar" la ultra deducción para no experimentar las náuseas que sintió la primera vez que la usó por error.

— Deja de hacer eso. Vas a marearte y nadie va a limpiar eso, — regañó Yosano, al mismo tiempo que lo detenía.

Se había acostumbrado a ver al detective actuar como el mafioso, pero aún así extrañaba al original.

— No es mi culpa que esto sea aburrido. ¿Jamás salen a patrullar las calles o algo? — Preguntó Chuuya.

— Soliamos hacerlo, solo que el presidente nos ordenó que- — Atsushi fue callado por una mano puesta sobre su boca.

— Nada que necesites saber. — Era Kunikida.

Todavía estaba eso.

Aunque Chuuya no era una amenaza para la agencia, había miembros que aún lo trataban con hostilidad, como Kunikida, Yosano, Naomi, y el propio presidente.

Era obvio que no querían que él estuviera ahí más de lo que él quería, y que querían recuperar a Ranpo a como dé lugar. Eso lo hacía sentir como un reemplazo, y apestaba.

— Agradecería si no me trataran como una basura. Aún estoy en el cuerpo de este mocoso, ¿Saben? — Dijo Chuuya, para después sacar el dedo a Kunikida.

Este lo vio, pero se dió la vuelta y retomó lo que estaba haciendo.

— Chuuya~ No seas grosero. — Pidió Dazai, aunque realmente le divertía ver la personalidad de su novio en el cuerpo del detective.

— ¿Ah? ¿Acaso lo estás defendiendo? Ojalá se te pierdan las llaves y tengas que dormir en un maldito bote de basura, desgraciado... — Soltó Chuuya.

Como ya saben, es realmente fácil que Dazai lo saqué de quicio por la más mínima cosa.

A veces se preguntaban como terminaron saliendo esos dos.

Tanizaki solo se aguantó las ganas de reírse, sudando demasiado por ello. Atsushi se dio cuenta y le dió un pequeño codazo, ocultando que el también quería reírse.

— Todo va demasiado bien por aquí, es demasiado molesto, — dijo Chuuya. — Incluso ahora dudo que el jefe no este torturando a ese mocoso de alguna manera.

— Todos esperamos que no. Si lo hace, el presidente irá por su cabeza. — Dijo Kunikida, sin dejar de mirar los papeles frente a él.

— Wow, ¿Realmente creen que el jefe mantendrá su promesa? Pero olvidenlo. Tal vez tienen razón.

Aunque en el fondo sabía que tenía razón él.

Conocía al jefe. No era uno de los ejecutivos por nada. Incluso Ozaki le había contado las tantas veces que Mori se salió con la suya, sin excepción. Claro que cuando se trataba de la agencia, se quedaba más como 50/50.